Cada vez queda menos tiempo para el mes de junio, mes en el que viviremos por y para la esperada Eurocopa de Ucrania y Polonia. Dentro del análisis de las selecciones participantes hoy le toca el turno a Irlanda, una de las rivales de España, selección modesta desde el punto de vista mediático pero grande por la sensacional afición que arrastra cada vez que logra clasificarse para una fase final.
Cierto que esto no sucedía desde hace ya 10 años, cuando compitieron en el mundial 2002 y fue precisamente España quien les dejó en la cuneta en un día en que fue protagonista Iker Casillas. Solamente en una ocasión han participado en la fase final de la Eurocopa, fue en 1988 y precisamente sobre esa selección entrenada por Jackie Charlton escribí aquí mismo hace poco más de un año un artículo que podéis consultar en nuestra hemeroteca. En esta ocasión han debido superar un grupo duro, quedando segundos por detrás de Rusia e imponiéndose a Eslovaquia y a la revelación Armenia. Después han solventado de manera contundente la repesca goleando a Estonia.
Como seguramente sabréis el seleccionador actual de Irlanda es Giovanni Trapattoni, reconocido estratega con una larguísima carrera como entrenador que comenzó a mediados de los 70 en Milán y Turín. En Irlanda, no obstante, ha decidido adaptarse al medio en el que se encuentra y no encontraremos ningún tipo de filigrana táctica simplemente porque el nivel de los futbolistas no lo permite. Su esquema base es un 1-4-4-2 caracterizado por un doble pivote flanqueado por 2 hombres que arrancan pegados a la banda y que juegan a pierna cambiada. El estilo de juego tiene mucho más de irlandés que de italiano, con bastante fútbol directo buscando a los puntas, mucho aprovechamiento de las segundas jugadas y limitando las pocas pinceladas de calidad técnica a lo que puedan aportar los hombres de banda.
En la portería se mantiene Shay Given (Aston Villa), todo un clásico que con 35 años sigue siendo un guardameta de garantías. No obstante me llama la atención los problemas que ha tenido últimamente con los balones que le botan justo delante, su selección ha encajado varios goles por este motivo. Sus suplentes habituales son Keiren Westwood (Sunderland) y David Forde (Milwall), seguramente será el primero el que tome el relevo de Given cuando este decida retirarse pero ambos vienen siendo utilizados por Trapattoni en los amistosos.
La línea defensiva es una línea de 4 convencional. Los centrales titulares son Richard Dunne (Aston Villa) y Sean St. Ledger (Leicester), no son ningún prodigio pero suelen cumplir sin estridencias. Dunne es el que lleva los galones de mando atrás gracias a su amplio recorrido en la Premier, especialmente en el City. La primera opción para reemplazarlos pasa por Darren O’Dea (Leeds), otro central fuerte y rocoso, típicamente irlandés.
En el lateral derecho el seleccionador maneja 2 opciones, John O’Shea (Sunderland) no es técnicamente muy bueno pero a sus 30 años está curtido en mil batallas y tras sus 13 temporadas en Manchester no parece una buena idea prescindir de su aportación defensiva. Stephen Kelly (Fulham) es el otro habitual en esta banda, es quizás un lateral más al uso aunque dosifica bastante sus subidas, pudiendo jugar también en el centro de la defensa si la situación lo requiere. Teniendo en cuenta los rivales del grupo sospecho que O’Shea se impondrá por su contundencia como zaguero. En la izquierda, en cambio, es indiscutible Stephen Ward (Wolverhampton), que sí suele aportar más cosas en ataque gracias a su aceptable zurda.
Llegamos al mediocampo, donde la pareja de pivotes la conforman Glenn Whelan (Stoke) y Keith Andrews (Ipswich). El primero es el jugador ancla del mediocampo y único con una cierta capacidad de distribución, mientras que Andrews es un auténtico portento físico que garantiza trabajo de presión durante los 90 minutos y que de vez en cuando se suelta con algún disparo lejano, sobre todo a balón parado. Otros jugadores que pueden suplir a los titulares en este puesto son Keith Fahey (Birmingham) o Darron Gibson (Manchester United). Los pocos minutos de los que goza Gibson en su club le impiden acceder a la titularidad en su selección, su físico encaja perfectamente con el estilo irlandés y a buen seguro podría aportar algo más de llegada que, por ejemplo, Andrews. Fahey, en cambio, no es titular pero casi siempre acaba jugando su media horita entrando de refresco y aportando fútbol sin complicaciones y más trabajo en la medular.
Llegamos a los jugadores de banda, ahí sí que no hay discusión sobre quién tiene que jugar. Aiden McGeady (Spartak Moscú) y Damien Duff (Fulham) son los 2 futbolistas que aportan algo diferente a la intensidad y a la garra del resto. Lo más habitual es que juegue el eléctrico McGeady por la izquierda, donde suele desbordar por velocidad y regate trazando en muchas ocasiones diagonales hacia dentro. Su rapidez suele ser también mortal cuando sus compañeros le encuentran en el contragolpe. A mi modo de ver es el hombre a vigilar en esta selección y el que más peligro puede crear. Por su parte, Duff ya está cerca de los 33 años y no se encuentra demasiado a gusto en la derecha, donde tiene que jugar a pierna cambiada, pero el guión de Trapattoni suele ubicarlo en esa zona. Con todo es una referencia indiscutible en ataque y hay que tenerlo siempre presente. Si faltase alguno de los 2 el nivel baja bastante, pasando a formar parte del once Stephen Hunt (Wolverhampton) o Liam Lawrence (Portsmouth). Hunt es más un bregador que otra cosa, yo siempre optaría por Lawrence que al menos pone intención en los centros y tiene cierta conexión con los puntas, pero lo cierto es que es el primero el que disfruta de más minutos, de hecho Hunt es un fijo en los segundos tiempos reemplazando en muchas ocasiones a Duff. De cara al futuro pintan bastante bien Seamus Coleman (Everton) y James McCarthy (Wigan), ambos jóvenes y que a día de hoy apenas aparecen en las alineaciones del seleccionador, si bien ya son habituales en las convocatorias, veremos si alguno de ellos acaba destacando.
En cuanto a los puntas Trapattoni parece no tener dudas. Robbie Keane (Los Angeles Galaxy) y Kevin Doyle (Wolverhampton) son de la partida si están en condiciones, sobre todo porque se complementan bien. Keane une a su calidad como rematador la astucia que le han aportado los años de experiencia y sabe situarse como nadie para aprovechar rechaces y balones muertos, mientras que Doyle también es listo en el área y pese a no ser muy alto sabe anticiparse a los marcadores a la hora de rematar de cabeza. Hasta 4 hombres más pelean duramente por un puesto cuando falta alguno de los 2 titulares y, la verdad, todos tienen opciones. Jonathan Walters (Stoke) aprovecha su corpulencia para fajarse con las defensas rivales y convertir pelotazos en segundas jugadas que amenacen el área contraria. Andy Keogh (Leeds) carece de calidad técnica pero suma trabajo defensivo colocándose a menudo por detrás del otro punta. Simon Cox (West Bromwich) es el más utilizado por el seleccionador en las segundas partes, tiene bastante gol y suele aprovechar bien sus minutos. Su compañero en el WBA Shane Long es pequeñito, muy peligroso con espacios por delante y un gran luchador, me sorprende lo poco que entra en el once, las veces que ha jugado (amistosos básicamente) ha mostrado un nivel francamente bueno.
No parece una selección muy temible la irlandesa pero yo no me fiaría ni lo más mínimo. La tradición de los últimos 20 años dice que marcan muy pocos goles pero también encajan poquísimos, esto se cumple a rajatabla con la Irlanda de Trapattoni, que solo ha sufrido una derrota en toda la fase de clasificación. Es un equipo tremendamente solidario donde defienden los 11 luchando a brazo partido, y si McGeady tiene que esprintar hacia atrás para hacer una cobertura no va a escatimar esfuerzos para cerrar el hueco. Los centrales no son veloces pero dado que lo lógico es que (al menos frente a España e Italia) Irlanda espere atrás, no será fácil desbordarlos. El trabajo de Whelan y Andrews (o Fahey cuando sustituye a alguno) es tremendo en mediocampo, habrá que madurar un buen rato el partido para poder hacerle gol a esta selección. Ofensivamente buscarán la contra, sobre todo con McGeady y la inteligencia de Robbie Keane y Kevin Doyle. Y después mucho ojo porque los delanteros del banquillo no son de sobresaliente pero todos tienen matices que ofrecerán variantes a Trapattoni sin necesidad de cambiar el esquema. Si Irlanda se adelanta puede venir muy bien incorporar a Shane Long para manejar espacios o a Andy Keogh para complicar la salida de balón del contrario. Si hay que remontar se puede optar por Walters para potenciar el fútbol directo. Eso sí, solo si el partido se pone muy cuesta arriba podríamos ver, por ejemplo, a 3 puntas a la vez. Trapattoni sabe que está en una selección modesta y que solamente haciendo lo que ellos saben podrán tener opciones en el complicadísimo grupo que les ha tocado.
Porque el objetivo de llegar a cuartos de final se antoja muy alto, quizá demasiado. El primer partido con Croacia será crucial para ver hasta donde puede llegar esta selección, ganar sería determinante para poder buscar la igualada con España e Italia. Pero si no lo consiguen no pasará nada, son ya 10 años los que ha esperado la marea verde para volver a una fase final y seguro que la van a disfrutar pase lo que pase. Lo único que le pedirán a los suyos será lo que siempre les han devuelto: orgullo, determinación y dejarlo todo sobre el césped. Es un fútbol que quizá valoramos poco por nuestras latitudes pero que bien jugado puede resultar también un auténtico espectáculo, yo al menos tengo ganas de divertirme con ese verde arrollador en las gradas.
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