Igualdad por arriba, igualdad por el medio e igualdad por abajo. La Liga española este año parece marcada por una extrema igualdad como consecuencia de la cual ganar o perder dos partidos consecutivos pueden acercarte o alejarte definitivamente del objetivo marcado para cada equipo.
Por arriba, hace un par de semanas, todo el mundo (incluido este humilde columnista) daba como claro favorito al Real Madrid para alzarse con el título liguero. Pero dos derrotas consecutivas de los blancos (frente al Barcelona en el Bernabéu y frente al Sevilla en el Sánchez Pizjuán) les han dejado como terceros en la clasificación y con el golaveraje perdido frente a sus dos rivales, Atlético de Madrid y Barcelona. Una circunstancia esta del golaveraje que hace años que no tiene incidencia alguna para dilucidar quién se proclama campeón pero que, dada la igualdad reinante este año, pudiera cobrar protagonismo.
El Atlético, por su parte, parece haber recobrado la intensidad y el punto físico de la primera parte de la temporada y, tras su gran victoria el pasado sábado en San Mamés continúa en la posición de líder que alcanzó el pasado miércoles, tras la jornada entre semana parece difícil que ceda ya en la lucha por el título. Sin embargo, ya saben: partido a partido (y milagro a milagro).
¿Y el Barcelona? Pues ahí sigue… con la eterna cantinela de crisis de juego pero segundos en la Liga (a un punto del Atlético), en la final de la Copa del Rey y en cuartos de Champions.
La lucha por las restantes plazas europeas parece “El día de la marmota”; de hecho, creo que si uno copiase sus impresiones de hace dos semanas, nadie notaría la diferencia. La excelente temporada del Athletic, unida a la irregularidad de sus supuestos perseguidores, hacen que los vascos mantengan con una cierta comodidad la cuarta plaza que da acceso a la Champions; el Sevilla alterna rachas históricas (seis partidos ganados de forma consecutiva por primera vez en su historia) con pinchazos sorprendentes; la Real Sociedad tiene momentos y partidos brillantes pero no acaba de llegar y el Villareal confirma que ha perdido mucho fuelle con respecto al inicio de temporada.
Sin embargo, para Sevilla, Real Sociedad y Villareal no parece peligrar su puesto europeo, en gran medida, por demérito de su (teórico) principal rival, el Valencia. Y, como no podía ser de otra forma en “El día de la marmota”, recurro a lo que me preguntaba hace dos semanas: ¿echarán de menos a Unai Emery en Valencia?
Y, por abajo, permítanme la expresión, el gran desmadre. El duodécimo clasificado (el Granada) a solo 4 puntos del penúltimo (el Osasuna). De punto a punto, un goteo de equipos, cual penosa procesión, luchando por la salvación… 34, 33, 32,31, 30 puntos… Dos partidos ganados, véase Celta o Rayo, te sitúan en un posición relativamente cómoda, dentro de las apreturas, y dos partidos perdidos te hacen caer a puestos de descenso, véase Almería u Osasuna (aunque la mala racha rojilla dura ya demasiado). Hasta el Betis, que parecía desahuciado desde hace varias semanas, lo parecía un poco menos hasta la derrota de ayer.
Quedan 7 jornadas, 21 puntos y cada partido, para la mayoría de los equipos es la misma vida. Un tropiezo supone perder muchas opciones y ganar, en muchos casos, solo supone seguir en la lucha una semana más. En esta carrera de obstáculos en que se ha convertido nuestra Liga, la recompensa definitiva llegará para muchos en la última jornada. Los demás habrán ido quedando por el camino.
1 Comentario
Nos comentaban muchos ayer en las redes sociales lo injusto que está siendo el fútbol con el Betis… Desde luego que están abajo porque «espabilaron» tarde, pero siendo realistas, han salido perjudicados por los árbitros, han tenido varias lesiones, etc. Y ya lo del penalti fallado de Rubén Castro ayer es para echarse a llorar.