Damián – No puedo dejar de admitir que soy un ferviente admirador del fútbol británico. Sus tradiciones, sus leyendas, sus apasionadas hinchadas, su estilo de juego apasionado… en definitiva su mística que hacen de este juego un maravilloso deporte.
Una de estos mitos es el estadio Hampden Park, de actualidad por haber jugado en la noche de anteayer la Selección Española ante Escocia un partido de clasificación para la próxima Eurocopa del 2012, partido que acabó con victoria hispana por 2-3, pero ese es otro tema.
El aspecto que quiero resaltar es el mágico ambiente que rodea a este estadio, como más de 50.000 escoceses lo llenan para apoyar a su selección dejando de lado todas las diferencias que existen entre ellos, y que los aficionados al fútbol podemos sintetizar en los duelos entre el católico Celtic y el protestante Rangers que tantas pasiones levantan en Escocia y fuera de ella.
Hampden Park supone la unión de todo un pueblo en apoyo de sus once aguerridos representantes. Porque este estadio se ha convertido en símbolo de su combinado nacional. A ello contribuye que Hampden no tiene nada que ver con Celtic o Rangers, clubes que tienen su propio estadio, por lo que se convierte en la casa común de la Tartan Army.
La mística que se vive en este estadio cuando juega Escocia está unida a los valores que representa su propietario, el Queen´s Park F.C., otra tradición que pervive increíblemente en los tiempos que discurren.
Este club es el más antiguo de Escocia, fue fundado en 1867, y actualmente milita en la cuarta categoría del fútbol escocés. Es el dueño del estadio desde que se inauguró en 1903, y se caracteriza por no haber abandonado jamás el amateurismo. Antes de que llegara el profesionalismo al fútbol escocés, a finales del siglo XIX, el Queen´s era el gran dominador del mismo. Era tal su superioridad que aún hoy en día es el tercer club en cuanto a títulos de Copa con 10, a pesar de que el último lo conquistó en 1893.
Sus dirigentes se mantuvieron fieles al lema que adorna su escudo, «jugar por el placer de jugar», sin que nunca ningún jugador haya cobrado absolutamente nada por defender sus colores en sus 143 años de historia. En casos como este es donde reside la grandeza de este deporte. Así es como se forjó el ambiente especial que rodea a los partido de Escocia en este estadio, donde jugar por el sólo placer de hacerlo devuelve a este, a veces pestilente, negocio en que se ha convertido el fútbol a su primitivo y lúdico origen.
3 Comentarios
Es un estadio que me recuerda a San Mamés porque el futbol se vive de otra manera y la afición lleva en bolandas al equipo.
Saludos.
Increible este estadio, la verdad que desconocia el club propietario del mismo, si que representa los primeros valores de este deporte un saludo desde http://www.losmundosdejairo.blogspot.com
Elogiable trayectoria la de este club escocés . Un ejemplo para muchos personajes de los que andan por el mundillo del futbol .
Un saludo