Comenzamos la semana dando la bienvenida a una nueva sección de EFEI. Se trata de un apartado en el cual trataremos el deporte rey desde una perspectiva puramente cultural. Cine, libros, fotografía… el soporte es lo de menos, lo importante es mostraros una faceta de nuestro amado deporte más allá del juego en sí. Sin más dilación, comenzamos pues, con nuestro primer episodio de Fútbol es Cultura con la recién estrenada película La gran familia española.
Se trata de una producción nacional dirigida por Daniel Sánchez Arévalo, que se confirma como uno de los mejores directores del género de comedia en nuestro país, conocido por títulos como Primos, Gordos o Azul oscuro casi negro entre otros.
El joven Patrick Criado (Nuño, el hijo de la Marquesa en Aguila Roja) lidera un reparto coral en el que también destacan nombres como Antonio de la Torre, Quim Gutiérrez, Verónica Echegui, Héctor Colomé o Roberto Álamo.
En el marco de una familia con unos componentes y una historia un tanto peculiar, Efraín, el pequeño de 5 hermanos se dispone a contraer matrimonio a sus 18 recién cumplidos con la chica con la que lleva prometido desde los 10 años. A la vez, el resto de sus hermanos liberan diferentes batallas personales que dan a lugar a multitud de situaciones que van desde lo más divertido hasta el drama profundo. Y todo esto, mientras España disputa la final del Campeonato del Mundo.
Se puede asegurar que La Gran Familia Española es una de las mejores películas nacionales de los últimos años. El largometraje transmite dulzura, ternura, combina de manera excepcional el humor con el drama gracias a unos personajes con una gran profundidad y tremendamente creíbles gracias al buen hacer de su reparto. Un film dirigido a todo tipo de públicos, del que todo el mundo habla maravillas y que, desde EFEI, queremos recomendar a todos nuestros seguidores.
Para los amantes del deporte rey, no es que aparezcan demasiadas imágenes del partido, pero el mero hecho de recordar el partido más importante de nuestras vidas, revivir la parada de Casillas o el «Iniestazo» a la vez que se disfruta de una buena película, es todo un lujo.
En cuanto al planeta fútbol, el 2010 (año en el que transcurre la acción del film) fue sin duda un año marcado por la disputa del Mundial. Por primera vez, el evento se disputaba en el continente africano, en una Sudáfrica marcada por sus grandes contrastes culturales, económicos y raciales. A la cita llegaron como candidatas al título España y Alemania por el lado europeo, y las siempre favoritas Brasil y Argentina. El resultado final es por todos conocido, ya que supuso uno de los mayores (el más grande para el que escribe estas líneas) hitos de nuestra historia a nivel deportivo. El camino hasta que vimos a «San Iker» levantar la copa fue extremadamente complicado, con 4 partidos consecutivos ganados en las eliminatorias por la mínima, ante unas ultra competitivas Portugal, Paraguay, Alemania y Holanda. Las claves de nuestro éxito fueron la solidez defensiva, la posesión del balón y algo de lo que siempre había adolecido La Roja en anteriores campeonatos: el saber competir en los momentos decisivos. Sin olvidarnos por supuesto de Vicente del Bosque, que supo aportar los matices necesarios al grupo que heredó de Luís Aragonés.
De este Mundial también caben destacar otros aspectos, como el estrepitoso fracaso de Cristiano Ronaldo y Leo Messi, que fueron sombras de lo que habían sido con sus clubes en esa temporada. El cambio de estilo de la Alemania de Joachim Löw, que se deshizo por fin de esa etiqueta histórica de equipo de corte físico, rocoso y juego directo para apostar con gran éxito por el tiki-taka. La Holanda de los Sneijder, Robben y compañía llegaron hasta la final y tuvieron contra las cuerdas a España tras superar en cuartos y semifinales a Brasil y a la gran sorpresa del torneo (Uruguay) respectivamente. Los charrúas llegaron a la cita con el objetivo de hacer un buen papel, pero superaron con creces las expectativas. Terminaron en cuarta posición y se fueron con la sensación de haber sido el equipo más atractivo del torneo, anotando algunos de los goles más espectaculares y con el MVP, el por entonces atlético, Diego Forlán.
Precisamente el 2010 fue el año del resurgir del Atlético de Madrid. Pese a la decepción inicial de caer en la fase de grupos en Champions, la Europa League fue un bálsamo para un club y una afición que necesitaban volver a sentirse grandes. Las eliminatorias fueron pasando, dejando atrás a rivales de la talla del Sporting de Portugal, Galatasaray, Valencia y Liverpool, en una espectacular semifinal resuelta en un Anfield con un ambiente brutal. En la final, el Fulham puso las cosas más complicadas de lo esperado y, como no podía ser de otra manera, el Atleti ganó sufriendo en los instantes finales de la prórroga gracias al tanto decisivo del anteriormente mencionado delantero uruguayo.
Para rematar, en la Supercopa de Europa el Atleti levantó su segundo trofeo europeo (en un margen de 4 meses) ante el Inter de Milán de Mourinho (dirigido por Benítez) que resultó ser justo campeón de la Champions 2010. El equipo dirigido por José Mourinho fue el primero que consiguió desactivar al gran Barcelona de Guardiola y, en la final disputada en el Santiago Bernabéu, se impuso a un Bayern que llegaba como favorito, con una estelar actuación del ariete argentino Milito.
En cuanto a las competiciones domésticas, el Barcelona, tras un emocionante y encarnizado duelo con el eterno rival, volvió a proclamarse campeón de la Liga con el hasta entonces récord de 99 puntos, seguido por el Real Madrid con 96 y, a una abismal distancia, por el Valencia con 71.
La Copa del Rey se la disputaron el Sevilla y el Atlético de Madrid en el Camp Nou. Los hispalenses se alzaron con el título tras un partido tenso y competido en el que dos tantos de Capel y Navas marcaron la diferencia.
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