Freddy Adu: las luces te guiarán a casa

«Lights will guide you home», dicen los británicos Coldplay en una de sus canciones más famosas. Las luces te guiarán a casa, volverás al hogar, y te recuperarás. Una redención, un regreso a los orígenes -hasta cierto punto, ya que Adu nació en Ghana- es lo que necesita quien fuera considerado «niño prodigio» hace ya algunos años.

Hasta el todopoderoso buscador Google lo tiene claro: la tercera sugerencia de búsqueda tras escribir el nombre de Freddy Adu es acompañado de la palabra «fracaso«. El jugador norteamericano no ha cumplido las expectativas que se pusieron en él y ahora vaga por Europa en equipos de cada vez menor categoría, actualmente en el Rizespor, de la segunda división turca.

Sin embargo, es erróneo pensar que Adu fue unicamente marketing. Quien opine así, probablemente nunca haya visto, por ejemplo, las exhibiciones del futbolista yankee en el Mundial sub 17 de Finlandia, en el cual fue uno de los protagonistas junto a un tal Cesc Fabregas, o en el Mundial sub 20 de Canadá.

Estados Unidos quiso vender como una estrella un producto todavía inacabado. Obviamente, la historia no ha seguido el guión previsto, pero aún hay tiempo. ¡Acaba de cumplir 22 años! Freddy Adu ha dejado detalles de su tremendo talento recientemente en los pocos minutos que Bob Bradley le ha concedido en la  Copa de Oro. Es un futbolista maravilloso tanto física como técnicamente, pero mentalmente, la presión ejercida sobre él a tan temprana edad le superó. Era previsible que esto sucedería, pero el deseo estadounidense de convertir al soccer en un deporte tan popular como lo son baloncesto o hockey primó ante la lógica.

Adu debe volver a casa. Disfrutar con el fútbol y sentirse importante en una liga en crecimiento como la MLS. Allí, podrán reparar su juguete roto.