23 de febrero de 1913. 100 años de historia contemplan ya al viejo Racing de Santander. El equipo de un pequeño reducto de soñadores fieles en una ciudad donde la mayoría sólo viven por los grandes clubes de la Liga BBVA. Un club cuya masa social se mantiene pese a los malos tiempos, esperando volver a los días en los que el equipo se codeaba con los gigantes. Una masa social que ya recuerda pasos por 2ª División, y en muchos casos, por 2ªB, según la edad de cada uno. Aficionados que no nos preocupa tanto dónde esté el equipo, siempre que esté limpio, y digno.
No voy a hablar de la situación extradeportiva actual. Ni la deportiva tampoco. Creo que no es el momento. He decidido tomarme este artículo como un humilde homenaje a mi equipo, al equipo de mi tierruca, al equipo de mi abuelo, y al que espero que algún día sea el equipo de mis descendientes. A esos tres colores, blanco, verde y negro, que marcaron mi infancia. Hoy no va de críticas, va de recuerdos y esperanzas, de canciones, fotos y datos en blanco y negro, de recortes de periódicos, de colecciones de entradas al Sardinero. De mis suspiros cada vez que paso por delante de los Campos de Sport, cuando no hay partido.
Cualquier aficionado al Racing te podrá decir, querido lector, que nuestro equipo ha sido siempre discriminado en los medios importantes de este país, salvo cuando le pegábamos un susto a los grandes. De manera, que para conseguir notoriedad, no nos quedaba otra salida que zarandear a los grandes y pegarles unos buenos sustos. Ya fuera en El Sardinero, o en casa ajena. Porque los del Norte, quizás no seamos muy sutiles o técnicos, pero tenemos un par de gónadas suficientes para compensarlo. A mis 24 años, recuerdo varias derrotas de Madrid y Barcelona. Momentos en los que te sientes el Rey del Mundo. Y si no, echad un ojo:
La historia del Racing no es especialmente brillante en el apartado de títulos. Lo cual no quita que no haya habido momentos de celebración. Porque una cosa le puedo decir a los equipos que suelen ganar títulos, y es que no hay nada comparable a celebrar un ascenso de tu equipo. La sensación de felicidad por ascender, se complementa con los nervios por ver otra vez a tu equipo jugando con los grandes. Esos nervios, esa emoción te acompañan durante todo el verano. Pero además, que no tengamos títulos, aparte del Trofeo Villa de Gijón, el Trofeo de la Galleta y poco más, no implica que no tengamos una historia digna y rica en hechos importantes.
Como por ejemplo, que el Racing fuese el único de los 10 equipos que conformaron la primera Liga de fútbol en 1928 que se tuvo que ganar su plaza en un terreno de juego. Porque Athletic, Barcelona, Real Sociedad, Real Madrid, Arenas, Real Unión, Atlético de Madrid, Español y Europa entraron por méritos anteriores. El Racing tuvo que ganar el Campeonato Regional, para después en la promoción, eliminar a Valencia, al Betis, y al Sevilla en una final que necesitó de tres partidos.
El Racing de Santander fue el primer equipo, a su vez, en representar a España en el extranjero, en 1931. Aquel año ganó la liga el Athletic, con Racing y Real Sociedad como segundos y terceros respectivamente empatados a puntos los tres, y ese mismo verano se celebraba un torneo de fútbol con motivo de un Torneo Colonial. El Athletic se negó a ir, por lo que el Racing fue quien tuvo que acudir, causando una grata impresión ganando al Wolverhampton Wanderers por 3-1 en el primer partido. Medios ingleses de la época así lo muestran. Lástima que el Slavia de Praga nos pegara un repaso en el siguiente partido.
Hay más casos en los que el Racing ha sido pionero, como en llevar publicidad en la camiseta, en fichar extranjeros, en convertiré en S.A.D. (aquí nos equivocamos gravemente), y el Racing estuvo presente en ambos debuts, en Primera y en Segunda, del fútbol televisado. Y pese a todo, al Racing se le ha ninguneado por parte de periodistas, medios, e incluso la propia gente de Cantabria, infelices que necesitan ser de los equipos ganadores, para poder celebrar algo y sentirse mejor.
100 años de historia dan para mucho. Desde aquel mencionado subcampeonato de Liga (qué pronto tocamos techo), pasando por Alsúa, por el Racing de los bigotes en los 70, por los ascensos y descensos entre Primera y 3ª división… El viejo Sardinero, con su tribuna tan característica, y la ‘Gradona de los Malditos’. Aquella eliminatoria ante el Getafe para ascender a 2ª, aquella promoción ante el Espanyol, para volver a Primera. Aquellos años de estabilidad en Primera División con grandes nombres como Quique Setién, Zygmantovich (sí, el mismo), Radchenko, Popov, Mutiu, Billabona, o José Ceballos.
Descender a Segunda tras un fatídico año, pese a haber ganado por 4-0 al Barcelona, para volver en sólo una temporada a la máxima categoría del fútbol español de manos de Quique Setién, esta vez como entrenador. Qué decir de aquellos milagros que Fernando Trío Zabala, Nando Yosu, en los que la permanencia eran quimeras a mitad de temporada, hasta que al final se lograba ante las lágrimas y la emoción de todos los presentes.
Este sábado, pese a las inclemencias del tiempo, muchos valientes estuvimos presentes en los lugares más característicos de la historia racinguista. Desde la Plaza Pombo, lugar de fundación del club, pasando por el córner de piedra presente aún en el Parque de Mesones, recordando los viejos Campos de Sport. Cocidos como los que en su día se hacían en las expediciones racinguistas por los campos de España, cánticos, y recuerdos para todos los grandes de la historia verdiblanca. Una demostración de que este club no está muerto por mucho que algunos se empeñen en matar a un club que ya ha entrado en el Olimpo del fútbol español resistiendo y luchando desde la humildad, aunque llueve o sople el sur.
Una cosa quedó clara tras las celebraciones y el partido. Y es que como reza el cántico: ‘Volveremos, volveremos, volveremos otra vez. Volveremos a Primera, como en el 93’.
Feliz Cumpleaños, Viejo. Y que llegues a los 200.
1 Comentario
Lo del sábado fue brutal. Volveremos…