Esta noche a las 22:00 UTC+1 se enfrentan en el Estadio Vicente Calderón de la ciudad de Madrid los dos últimos campeones mundiales. Bienvenidos al España vs Italia.
Para ambas selecciones este encuentro se ha vuelto un clásico pues será el 6to duelo en los últimos 7 años; un amistoso con victoria italiana y cuatro partidos oficiales en los cuales la Azzurra no ha podido eliminar al conjunto ibérico, con un empate en etapa de grupos, dos tandas de penales y una final con resultado trágico es el botín de Italia.
Mientras España disfruta los últimos días de su reino antes de ser destronado en Brasil (altamente probable mirando las estadísticas de europeos en continente americano) Italia se encuentra en pleno proceso de reestructuración o, más bien, renacimiento. Desde que Cesare Prandelli tomó las riendas de la Azzurra ha empezado una especie de cruzada valiente para renovar el equipo que Lippi dejó en ruinas luego de la debacle sudafricana. Sin embargo, la renovación de Cesare no se limita a nuevos jugadores sino también a una evolución mental de todo el sistema Calcio.
A Prandelli siempre le ha gustado el fútbol de asociación, por más redundante que suene visto que este deporte como lo conocemos se denomina “Association Football” por definición. Nos referimos al estilo de juego que espera el entrenador de sus jugadores en el campo de juego, algo menos parecido a lo que habitualmente practica la Nazionale y más cercano al ejemplo que España ha impuesto en el mundo desde 2008. No me gusta hablar de “jugar bien” o “jugar mal” porque eso es un absurdo que la prensa española utiliza para describir distintos estilos de juego, confundiendo gustos personales con prejuicios retrógradas, una ridiculez de la que no seré partícipe.
Jugar bien al fútbol significa aprovechar mejor los errores del rival para tomar ventaja en el marcador, sin más. Olvídense de contar el porcentaje de posesión o la cantidad de pases, centros, disparos o tiros de esquina. Todo eso sirve para analizar los “cómos y porqués” de un resultado, pero no es más que el medio, no el fin. Incluso ganar una tanda de penales es sinónimo de jugar bien pues cualquiera golpea una pelota como un burro lanza patadas, pero no todos son capaces de colocar la esférica a espaldas del portero en una portería de 7mts x 2mts desde una distancia de 11mts, con un solo disparo, el cansancio de 120 minutos jugados en las piernas y la presión psicológica de tener el destino de un equipo o incluso una nación en tus hombros. Veamos cuántos burros logran anotar el 5to penal en una final mundial.
El cerebro, toda vez que domina las funciones motoras del cuerpo, es más importante que las piernas en este y cualquier otro deporte. Un jugador que no posee el talento innato de bailar con la pelota como los brasileños necesita desarrollar otras cualidades para tener éxito en el fútbol. Jugadores sin talento aparente como Gennaro Gattuso o Carles Puyol construyeron una carrera de casi dos décadas a base de trabajo físico e inteligencia dentro del campo, ganando torneos de liga, Champions League, Mundial de Clubes y la Copa del Mundo FIFA.
Es un hecho que ninguna nación ha sido tan exitosa en la historia del fútbol como la italiana, los números así lo indican. La Azzurra ha ganado 4 mundiales, por debajo sólo de Brasil con 5, y han perdido apenas 2 partidos de eliminatoria dentro de los 90 minutos en toda su historia; los clubes italianos suman más títulos que las demás naciones europeas y son 10 los títulos obtenidos por entrenadores italianos levantando la Copa de Europa, por 9 españoles. Todo esto lo han logrado sin ser brasileños, sin bailar samba, sin ser los más altos o los más fuertes. El éxito de la cultura italiana en el fútbol se basa en jugar siempre de forma inteligente.
Hace un par de meses escribí un artículo analizando las distintas escuelas de fútbol existentes y elaboré argumentos que explican el porqué del éxito italiano (así como el de Brasil, Alemania y la actual España) a nivel de selecciones. Argumentos bastante similares fueron expuestos esta semana en un artículo de la revista online Goal para explicar justamente los factores que hacen al fútbol italiano el más competitivo del mundo. Teniendo eso en mente, la evolución de la actual Nazionale con Prandelli al mando podría crear un nuevo ciclo ganador dentro de unos años, pero no este año.
En el artículo que mencioné previamente, titulado Escuelas de Fútbol, critiqué al actual seleccionador italiano por abandonar la escuela tradicional italiana en favor de una más moderna que, por razones técnicas, difícilmente podrá alcanzar el éxito en el próximo mundial. La clave está en la mentalidad de los jugadores a disposición de Prandelli. Mi argumento establece que la generación actual no ha sido criada para jugar de forma asociativa como quiere Cesare, por lo que cometen siempre pequeños errores en situaciones críticas, y a este nivel esos errores cuestan la derrota, a veces lapidaria como en la final de la Euro 2012.
Para que el equipo de Prandelli logre el éxito necesitaría contar con jugadores que hayan sido madurados durante algunos años mediante los mismos métodos que el entrenador exige, preferiblemente desde categorías juveniles. Ese ciclo de maduración fue adoptado por España justamente, y no es sorpresa que muchos integrantes de la selección U-19 campeona de Europa en 1999 formen parte del bloque de la Roja campeona del mundo 2010 y bicampeona de Europa 2008-2012.
Pero no todo son malas noticias para los Azzurri. Afortunadamente la prensa indica que Prandelli podría renovar su cargo para transformarse en manager absoluto de la Nazionale. Eso quiere decir homogeneizar las categorías inferiores y acoplarlas a la mayor en cuanto a técnicas de entrenamiento, filosofía y estilo de juego se refiere. Si esto sucede no tengo dudas que los próximos 4 años serán de gran provecho para Italia y la generación que actualmente ronda los 21-25 años llegará a la plena madurez en el mundial 2018, perfecto para otra final mundial y cumplir así el “ciclo de 12 años” al que nos tiene acostumbrados Italia desde 1970. Por supuesto, el reto de Cesare será lograr encontrar ese equilibrio perfecto entre fútbol asociativo (ofensivo) y mentalidad italiana (defensiva) que les permita a los jugadores adaptarse al nuevo estilo sin perder el cinismo necesario para ganar el partido.
Será interesante ver cómo evoluciona la Nazionale de Prandelli si se da la tan esperada renovación. Volviendo a la actualidad, para el partido de esta noche el seleccionador italiano decidió llamar un total de 26 jugadores. Desglosando la lista encontramos indicios bastante claros de lo que podremos esperar en la lista final de 23 que irá a Brasil en 3 meses. Evidentemente hay 3 jugadores que deberán quedarse fuera, y los 3 porteros están ya en la lista así que tendrán que ser jugadores de campo los excluidos.
Estas son las dudas de Cesare según lo que puedo interpretar:
- Porteros: Buffon y Sirigu están seguros del puesto, dejando un duelo entre Marchetti, habitual en las listas más recientes, y Perin, el joven U-21 que podría aprovechar la oportunidad si el portero de la Lazio no recupera su nivel de aquí a final de temporada.
- Defensores: Prandelli llamó 9 defensores de los cuales hay 6 fijos: Maggio, Chiellini, Criscito, Abate, Barzagli, Bonucci. En caso de llevar 8 (dos por cada puesto) habría que considerar a De Sciglio fijo por su versatilidad en ambas bandas y uno entre Paletta y Astori se quedaría fuera, contando al ausente Ogbonna como posible candidato. Si son 7 los defensores, se quedan fuera todos incluyendo a De Sciglio.
- Centrocampistas: También son 9 los mediocampistas convocados, de los cuales 6 tienen puesto seguro: Candreva, Marchisio, Montolivo, Pirlo, Giaccherini, Cerci. El puesto que hoy ocupa Parolo le pertenece a De Rossi, otro fijo, dejando un duelo entre Verratti y Motta, compañeros de equipo en el PSG, por ser el 8vo. En caso de llevar 7 defensores Prandelli podría incluir ambos centrocampistas.
- Atacantes: Los delanteros en la lista son 5, de los cuales Gilardino y Osvaldo son los únicos fijos. Evidentemente a Balotelli le espera su camiseta 9, dejando vacante hasta última hora un puesto para el 4to delantero en caso de recuperación plena de Giuseppe Rossi. Tanto Insigne como Immobile y Destro estarían en preaviso para tomar su lugar, con el jugador del Napoli en ventaja por ser el que más se parece técnicamente a Pepito.
Todas las variantes de la lista son coherentes con la propuesta actual de Prandelli. Según sus propias palabras, no hay tiempo de hacer pre táctica para el amistoso de esta noche así que optará por el esquema que más ha repetido en su ciclo al mando de la Azzurra. El equipo probable de esta noche será un 4-3-2-1: Buffon en la puerta; Maggio, Paletta, Barzagli y Criscito en defensa; Montolivo, Motta y Marchisio en la media con Candreva abierto por izquierda y Cerci por derecha; Osvaldo arriba. El diseño de Prandelli traiciona un poco su propia filosofía pues conserva características típicas del clásico módulo italiano, comportándose como 4-5-1 al no tener la esférica, aunque la diferencia real esté en la mentalidad de los jugadores ante situaciones críticas. Por supuesto, siempre existe la posibilidad de improvisar un 3-5-2 “estilo Juve” en caso de necesidad, algo de lo que yo siempre he estado a favor.
Si la lista final de Cesare respeta lo que hasta ahora nos ha mostrado, el equipo que defenderá los colores del tricolore italiano en Brasil tendrá un promedio de edad de 28 años, con 5 elementos que formaron parte del equipo campeón en 2006 (Buffon, Gilardino, Barzagli, De Rossi, Pirlo). Lo de esta noche será una buena prueba para dilucidar las pequeñas dudas que arriba mencioné, pero de no haber lesiones desafortunadas, 20 de los 23 elegidos deben estar ya en la cabeza del seleccionador, esperando por Pepito Rossi.
Ante España será muy importante observar el comportamiento de la defensa que contará con una pareja sin precedentes (Paletta debuta), y un mediocampo con Motta protegiendo a Montolivo, conductor en ausencia de Pirlo (estará en la banca), una prueba de fuego que podría quemar la autoestima de algunos jugadores en caso de goleada, o reforzar lo visto el verano pasado en la ConfedCup.
Por su parte, el once probable de España según la prensa sería el siguiente: Casillas en la portería; Azpilicueta, J. Martínez, Ramos y Alba en defensa; Busquets, X. Alonso y Cesc en la media, con Pedro abierto por derecha e Iniesta por izquierda; Arriba, Diego Costa. El habitual 4-5-1 con Iniesta en ataque y esta vez Javi Martínez jugando en la defensa. Ya que ambos entrenadores han insistido en la seriedad de esta prueba preliminar, será obligatorio mantener bajo observación las interacciones de D. Costa y Osvaldo, brasileño el primero y argentino el segundo, ambos nacionalizados, frente a parejas de centrales experimentales como J. Martínez-Ramos y Paletta-Barzagli. De cualquier modo, tanto para Del Bosque como Prandelli, creo será el comportamiento y el compromiso profesional de los jugadores lo que más estará bajo la lupa en el Calderón.
La lista de Del Bosque está también completa al 90% aproximadamente, dejando según mis cálculos 3 dudas: Azpilicueta o Juanfran en defensa; Koke o Mata en el medio; Negredo, Torres, Llorente o Villa en ataque. Los demás deben ser los mismos que fueron a la ConfedCup 2013. Dejaremos los detalles sobre la lista de España para otro análisis y sacaremos conclusiones luego de ver el comportamiento del equipo español con Diego Costa en su debut, a un año de haber debutado a su vez en un amistoso con la verdeamarelha, también ante Italia, en un encuentro que terminó 2-2.
Prandelli dijo que anunciará su futuro luego del amistoso del Calderón. Sabremos entonces en qué dirección seguirá el camino de la Azzurra, deseando que se cumpla ese proyecto a largo plazo trazado por el seleccionador italiano, como dice el refrán, “a Cesare quel che é di Cesare” (al César lo que es del César). No queda más que disfrutar del espectáculo a orillas del Manzanares, un abreboca a 3 meses del evento deportivo más importante del planeta: La Copa Mundial FIFA. Que ruede la pelota.
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