Un partido entre selecciones nacionales enmarcadas dentro de un mismo Estado siempre es algo extraordinario. Cuando los dos combinados disputaron el primer partido internacional de fútbol del que se tiene constancia, la magia que envuelve el choque se convierte en aún mayor. Casi tan grande como la rivalidad histórica entre Escocia e Inglaterra.
En ambas naciones se respira un aire de patriotismo tangible con sólo poner un pie en su territorio. Por mucho que pertenezcan al Reino Unido, unos se consideran escoceses y los otros se consideran ingleses. Esta divergencia tuvo su punto álgido el pasado mes de septiembre con la celebración de un referéndum independentista por parte de Escocia. Pese al rechazo democrático a la secesión, las urnas reflejaron ese sentimiento patriótico, ya que hasta un 45% de los votantes manifestó su voluntad de no depender del Reino Unido.
El debate está en la calle. Muchos son los escoceses que no dudan en hacer un guiño en cuanto pueden a su querida Irlanda, ejemplo de nación independiente dentro de las islas. Es común encontrar la camiseta de la selección de Escocia en todas las tiendas deportivas a precios relativamente populares – las equipaciones oficiales de todos los equipos del planeta son más baratas allí -. Sin embargo, es realmente difícil encontrar una camiseta con el escudo de los Three Lions. El uniforme del Auld Enemy, tal como se denomina a la selección inglesa en Escocia, no tiene cabida en territorio de William Wallace.
La última discusión entre ambas federaciones data del 2012, con motivo de los Juegos Olímpicos. En dicho certamen no se permite competir a naciones, sino a Estados soberanos. Ante tal situación, la F.A. abogó por presentar una selección integrada por jugadores de toda Gran Bretaña, lo cual indignó a las federaciones escocesa, galesa y norirlandesa, por miedo a perder el derecho a competir en la FIFA como selecciones independientes. Finalmente, ningún jugador escocés entró en la lista.
El precedente más reciente de un choque entre ambos seleccionados lo encontramos en 2013 y se saldó con una victoria por 3 a 2 del combinado inglés, ante la atenta mirada del estadio de Wembley. Este martes a las 21:00 hora española, la rivalidad se volverá a citar en Glasgow, como aquel 30 de noviembre de 1872.
No Hay Comentarios