Después de mes y medio, y una larga e infinita lista de posibles incorporaciones, parece que la Real Sociedad por fin se dispone a oficializar el primer fichaje (sin contar la renovación de Jose Ángel) de la temporada 2013-14. Algo tarde (de ahí el mosqueo de gran parte de la afición) para ser el club español que más tiene algo en juego en el próximo mes de agosto. La previa de la vieja Copa de Europa no queda demasiado lejos y hasta ahora el “revuelo Illarramendi” ha sido la única causa que ha copado todas las miradas del entorno realista.
Desde hace ya varias semanas el club viene declarando la intención de sumar un nuevo delantero a la plantilla y todo indica que finalmente Haris Seferovic (Fiorentina) será el afortunado de jugar en el equipo que, el año pasado por momentos, llegó a practicar el mejor fútbol de la Liga BBVA.
El refuerzo cobra sentido desde el momento en que la Real llegó a jugar “sin delantero” la primera mitad de la temporada del año pasado. En la jornada 18 el contador de goles de Ifrán y Agirretxe sumaban 4 goles (1 y 3 respectivamente). La mejor cara de Vela, Griezmann, el resultadismo de Anoeta y a base de pequeños golpes la Real sobrevivió sin delantero centro. Fue en 2013 cuando Imanol dio un pase al frente y Montanier encontró no sólo un goleador, sino un generador de goles. A base de confianza y minutos descubrimos un tremendo delantero al que curiosamente se le exigía menos que al supuestamente más talentoso (Ifrán).
A priori mantener el nivel del último tramo será harto difícil para “Imagol”. Eso implica tener que traer nueva competencia; carne nueva que mantenga vivo el hambre del “9” de Usúrbil. En este caso se ha optado por el producto extranjero; un hombre con proyección de poder luchar por la titularidad, pero siendo consciente que su internacionalidad suiza no le priva de ocupar un hueco en el banquillo.
A pesar del titubeo veraniego por parte de la directiva, la decisión final de contratar a Seferovic no dejaría de ser un movimiento muy inteligente. El club necesita la continuidad colectiva de la temporada pasada y el jugador busca un club que le ofrezca equilibrio. La jovialidad (21 años) no tiene por qué ser un impedimento. El jugador ha demostrado que cuando la regularidad llama a su puerta, él la cuida con mucha delicadeza. Obviamente la Serie B italiana (donde ha disfrutado de su mejor versión en el Novara) no es comparable a la Primera española, y mucho menos a cosas tan serias como una competición europea. El peor hándicap, como todos los que vienen de fuera, es el periodo de acoplamiento. Sin embargo, su zurda ya llama a ser un fijo en la selección de Ottmar Hitzfeld (con más motivo tras su gesta contra Chipre) y no es casualidad que su talento haya llamado la atención de varios equipos europeos a lo largo de estos dos últimos años.
Pero vayamos a lo importante: ¿Cómo juega Seferovic?
El mejor de los análisis se puede realizar a partir de las siguientes palabras:
«Buscamos un jugador que no sólo sea un terminador o una referencia en ataque estático arriba, sino que también sepa combinar fuera del área y se ofrezca a sus compañeros. Algo parecido a Agirretxe, que ha ofrecido un gran nivel y esperamos que nadie le discuta como nueve de la Real» Javi Pérez, secretario técnico de la Real.
Me imagino que cuando estas palabras salen de la boca de Javi Pérez es porque tiene a Seferovic entre ceja y ceja. De lo contrario, dibuja involuntariamente un retrato del delantero suizo. Haris en ningún caso llegaría a discutir la referencia de Agirretxe, por lo menos hasta que éste transmita síntomas de flaqueza. Sus casi 190cm le convierten en una fotocopia del canterano, aunque probablemente se trate de un delantero (y con delantero, me refiero a varias posiciones de la última línea atacante) de mayor profundidad.
Los –escasos- minutos en Florencia y el efecto de su llegada a Novara son las pistas más recientes para conocer sus recursos. Su hábitat es ocupar todo el frente. Siempre ha partido desde el centro, aunque no tiene inconveniente a visitar las bandas. Jagoba Arrasate tiene varias opciones en este aspecto.
Independientemente de cuál sea su función posicional en el equipo, sus características “base” son un fuerte disparo lejano, notable habilidad cabeceadora y buen arranque en velocidad para tener semejante envergadura.
Cuando el partido obligue a la Real tener el balón, Seferovic tan pronto fijará centrales como buscará el espacio del mejor desmarque. Al igual que Agirretxe, salir de posición y combinar en zonas cercanas a la medular no supone un problema. Se siente cómodo contactando con el balón. Aparece, echa la pared, y desaparece cuando tiene que hacerlo.
En la versión vertical del conjunto ‘txuri-urdin’ (uno de los más efectivos de Europa con Montanier en el área técnica), Arrasate puede encontrar en Seferovic una opción más de combinación. Ya hemos dicho que no carece velocidad, tiene un buen primer toque.
Obviamente hablamos de 21 años. Hablamos de exigencia desconocida para alguien con una corta carrera. Es un refuerzo que complementa, y que de momento no supone un salto cualitativo demasiado brusco. Pero es un refuerzo de urgencia tras la nueva lesión de Ifrán (baja 6 meses).
El fichaje no ilusiona, pero tiene condiciones para hacerlo. Veremos si el primer año no es demasiado pronto para ver lo mejor de esta excelente promesa. Ya es hora de que la afición deje de vivir bajo la preocupación constante de posibles marchas, y comience a disfrutar de un año de ensueño después de tanto tiempo en estado de somnolencia.
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