El partido más importante de los últimos 4 años

Pepe Sarria - Será este domingo en Johannesburgo. Y esta vez no vamos a ver en este partido ni a Brasil ni a Italia ni a Alemania ni a Argentina, ni siquiera a Inglaterra, Francia o Uruguay. Esta vez los protagonistas seremos nosotros y Holanda, con trayectorias bien diferentes pero con una ilusión común: ser campeones del mundo por primera vez.

Los holandeses han llegado haciendo poco ruido, al revés que otras veces en que deslumbraban con su fútbol pero siempre tenían un día malo que les mandaba para casa antes de tiempo. En la fase de clasificación ganaron todos sus partidos sin apenas despeinarse ante selecciones en horas bajas como Escocia o Noruega. En la fase final tuvieron un grupo poco exigente y dieron la sensación de ganar sin esforzarse demasiado, lo mismo que en octavos frente a Eslovaquia. En cuartos vencieron a una Brasil superior en uno de los partidos más extraños que recuerdo y en semis superaron a la Celeste con cierta solvencia. Si analizamos a la Naranja Mecánica actual nos damos cuenta de que es un equipo que lo basa todo en el trabajo de su doble pivote De Jong-Van Bommel sumado al de un Dirk Kuyt incansable y convertido en un auténtico obrero, siempre con la finalidad de que puedan aparecer Sneijder, Robben o Van Persie (aunque este último todavía no se ha presentado en Sudáfrica). La línea defensiva es correcta pero en absoluto notable, como se pudo ver en los desajustes sufridos contra Brasil o Uruguay, los 2 rivales de mayor nivel que han tenido. Quizá Mathijsen sea el más fiable de los defensores porque Heitinga no da sensación de seguridad, mientras que los laterales están pensados más para un hipotético aporte ofensivo que para cerrar filas.

Sin duda tiene más mérito que esta selección holandesa haya llegado a la final que el que pudo tener la selección del 74 o del 78, los mimbres son bastante más modestos y su fútbol colectivo no transmite la confianza ni la alegría de los 80 ni los 90. Pero esto tampoco es del todo nuevo, ya en la Eurocopa del 2004 y el mundial 2006 vimos una Holanda más bien apagada, aunque en el 2008 otra vez volvió el brillo con grandes actuaciones ante Francia e Italia y es por eso que quizá yo personalmente esperaba algo más. No comprendo la ausencia de Van Nistelrooy, sobre todo porque se podía prever que quizá Van Persie no iba a estar cómodo como referencia arriba, mientras que Huntelaar no parece contar con la confianza de Van Maarwijk.

Frente a Holanda estaremos nosotros. No hay mucho que decir de España, estamos hartos de verla y analizarla pero contra Alemania por fin hemos visto la España que nos enamoró hace 2 años y, sinceramente, espero que contra Holanda veamos más de lo mismo. Ver a una selección como la alemana, pujante y ambiciosa, que venía de destrozar a Inglaterra o Argentina, corriendo detrás del balón durante los 90 minutos y reducida a la mínima expresión, eso sólo lo puede conseguir España hoy en día. Después hay que traducir ese dominio en goles, que es lo que nos cuesta un poco más pero yo personalmente, si hubiéramos perdido así contra Alemania o perdemos así contra Holanda no podré ponerles ni un solo pero, creo que habremos intentado todo para ganar y no habrá salido, como tantas veces pasa en el fútbol. Las formas importan y mucho, por lo menos a mí me lo parece, no soportaría caer eliminado como lo hizo Brasil. Un día malo lo puede tener cualquiera y no por jugar con un estilo más defensivo vas a eliminar el riesgo de perder, ese riesgo se podrá minimizar pero nunca podrá ser cero, los jugadores no son máquinas y siempre pueden cometer algún error (que se lo pregunten a Julio César). Nosotros en cambio sí hemos superado nuestro día malo contra Paraguay, algo necesario para ganar un mundial.

El domingo somos favoritos (no lo digo yo, lo dicen las casas de apuestas) y creo que si salimos igual de enchufados que contra Alemania las opciones de ser campeones son muy grandes. Necesitamos a Xavi, a Iniesta, a Piqué, a Casillas y a todos los demás al nivel que les vimos en la semifinal. Pero debemos respetar a Holanda, una selección que también ha hecho sus méritos y que intentará llevarse la copa con sus armas, que son sobre todo dos: el trabajo incansable de su mediocampo y el veneno de Robben y Sneijder, futbolistas que quieren conseguir para su país lo que nunca hicieron los Cruyff, Neeskens, Gullit o Van Basten, ser campeones del mundo. Por una vez espero que Holanda no lo logre.