Alejada del fulgurante brillo y popularidad de la Premier League y de los estadios llenos y la rentabilidad económica de la Bundesliga, la Liga BBVA pasa por una etapa de depresión en la que solo el poder de Real Madrid y FC Barcelona, junto a la lucha encomiable del Atlético de Madrid, parecen ser los únicos alicientes que posee una competición española cada vez más desnivelada.
Sin embargo, que los árboles no nos impidan ver el bosque. En nuestro país disponemos de un talento bruto, como demuestra el hecho de que jugadores de la talla de Mikel Arteta, Borja Valero o Bruno Soriano no cuenten en los planes de Vicente Del Bosque, cuando serían piezas clave en muchas de las principales selecciones. España es un buen ejemplo del trabajo de cantera que permite la formación de jóvenes promesas, demostrado en equipos como el RCD Espanyol, el Villarreal o el Athletic Club de Bilbao.
Una vez llegados al fútbol profesional, no solo de Madrid y Barça vive el aficionado futbolístico español. Esta temporada, como durante las anteriores, podemos comprobar la gran variedad táctica que hay en la Liga BBVA. De ello tienen gran parte de culpa los entrenadores nacionales. Lucas Alcaraz, Unai Emery, Joaquín Caparrós o Paco Jémez son un buen ejemplo de que, ya sea cambiando de esquema a mitad de temporada, siendo un maestro en las jugadas a balón parado, potenciando al máximo los recursos por limitados que sean, o siendo fiel a una idea innegociable, desde el banquillo se pueden ganar partidos
El fútbol español está en auge. Los éxitos que ha cosechado la selección española en el último lustro son la mayor evidencia. Hoy, en toda Europa, el futbolista español juega un papel importante en la mayoría de ligas y equipos de nivel. Aunque no es oro todo lo que reluce, pues el principal problema es la gestión. Una liga con unos repartos de los derechos televisivos absolutamente injustos, que permiten abrir más la brecha entre los equipos de mayor nivel económico y el resto de conjuntos modestos. Unos horarios que benefician a las televisiones y perjudican al aficionado, quien, además de esto, se ve obligado a pagar cantidades ridículamente caras por asistir al estadio a animar a su equipo. Esto, sumado a una competición de Copa que sigue anclada en el pasado, con eliminatorias a doble partido que solo dificultan aún más si cabe a los equipos de menor presupuesto y categoría, y el plato estrella de todos los años: la discusión para elegir la sede de la final de la Copa del Rey.
Debemos cuidar a los aficionados, los realmente importantes de todo esto. Nuestra Liga y nuestro fútbol tiene muchas cosas buenas por las que hinchar el pecho orgullosos, pero que los éxitos de los últimos años no eviten reconocer nuestros errores. Si miramos al resto de Europa, podríamos aprender a vender nuestro producto y atraer todas las miradas, como hacen los ingleses, o ser un ejemplo de economía limpia, como los alemanes. De esta forma, todos ganaríamos, evitando equipos en quiebra al borde de la desaparición, algunos de ellos históricos que han brindado tardes de gloria a nuestra competición.
Mientras esperamos a que esto ocurra, sigamos disfrutando de nuestra liga, una competición que abarca mucho más que los regates de Messi o los disparos de Cristiano Ronaldo. Los centros de Ibai Gómez, las paradas de Kiko Casilla, los goles de Javi Guerra, la clase de Sergio García, la pizarra de Unai Emery, el fútbol del Villarreal, los contraataques de la Real Sociedad comandados por Griezmann y Carlos Vela… hay que mejorar la gestión y cuidar a los aficionados, pero que no se nos olvide que la Liga BBVA tiene mucho nivel.
1 Comentario
Tienes toda la razón, existen muchos modelos de organización, y debemos coger de cada uno lo mejor, aunque esto a veces no es fácil y primero hay que mirar nuestras condiciones.
Hace un par de semanas escribí un post interesante sobre diferentes modelos de fútbol, echalós un vistazo a ver que te parecen:
http://www.myspanishleague.com.....014/02/14/
http://www.myspanishleague.com.....014/03/13/
Muchas gracias