¡Cuántos futbolistas han estado entre los mejores del mundo jugando en esa posición! Ronaldinho, Zidane, Totti, Del Piero… o los más de moda Özil, Silva o Juan Mata. Pero, ¿qué es exactamente un mediapunta?
Primitivamente, se empleaba para definir a ese futbolista, que solía subir desde la cantera, cuya apariencia física estaba aún muy arraigada a la adolescencia. Por contra, el delantero centro, propiamente dicho, tenía que cumplir un perfil más corpulento. Tipo Salva Ballesta, Lubo Penev, Patrick Kluivert y un largo etcétera.
Después, y de una manera que aún se mantiene, se definió así al delantero más rápido; al que caía a las bandas y era menos rematador que su compañero akluivertado que jugaba en punta de ataque para, últimamente, ser la etiqueta de esos centrocampistas con llegada y gol, que juegan por delante del pivote, doble pivote, trivote o los votes que quieran poner sobre el césped determinados entrenadores (con jocosidad tengo en mente a la inmensa mayoría de los centrocampistas del Racing que con Fabri – recién destituido – sí que funcionan como auténticos botes. Como si pusieran tarros de mermelada de fresa. Seguro que a partir de ahora, con la salida del gallego, parecerán más futbolistas que botes de Hero).
Como vemos, la etiqueta de mediapunta se ha asignado desde futbolistas más ofensivos, primeramente, a menos, variando y cambiando sus características, aunque dicha variación haya sido pequeña… pero ¿eso ocurre realmente con las demás posiciones? Parece que no, ya que el lateral con más recorrido se renombra como carrilero, el centrocampista puede ser defensivo, ofensivo, volante… al extremo o interior también se le renombra dependiendo del sistema de juego, etc. algo que parece no ocurrir con el mediapunta, que abarca durante un partido más campo que cualquier otro futbolista.
Y llegamos a donde quería: ¿por qué actúa en más metros cuadrados el «mediapunta» que ningún otro jugador? Para mí, tiene una respuesta muy sencilla, para darla, parafraseo al entrenador Marcelino García Toral: El mediapunta, ni es medio, ni es punta. No puedes pedirle que sea el cerebro del equipo: que circule el balón, que sirva de balance ataque-defensa del equipo, etc. ni mucho menos que sea el goleador del equipo, pero sí se le pide colaboración en la salida de pelota y que llegue al punto de penalti en las jugadas ofensivas. Mucho pedimos.
En resumidas cuentas, el mediapunta debe tener una visión que no tiene el resto. Ser el faro de sus compañeros. La creatividad superior que haga que su equipo sea más equipo.
El Real Madrid juega con tres, el Barcelona no utiliza ninguno. Cada maestrillo tiene su librillo, pero que una cosa quede clara: el mediapunta es un futbolista diferente.
No Hay Comentarios