La descripción no es mía, pertenece a un articulista inglés anónimo que decidió definir así su trayectoria. Y la verdad es que la representación le viene como anillo al dedo para el futbolista que vamos a descubrir en las próximas líneas. Detrás de “nómada” vienen sellados nombres ilustres –y también otros no tan conocidos- que han formado parte de su pasado: Tottenham Hotspur, Dulwich Hamlet, IFK Hässleholm, Queens Park Rangers, Portsmouth, Aston Villa, Norwitch City, Southampton, Liverpool y Stoke City. Repitiendo por lo menos una vez más en dos de ellos (Tottenham y Portsmouth).
Los altos en general, yo en particular, no hemos podido evitar que en algún pachangueo de nuestra vida alguna vez nos hayan reclamado un balón aéreo gritando el nombre propio de nuestro protagonista. Si encima eres de tez blanca, y digamos que ocupas poco volumen, no hay razón para que nunca te hayan apodado con su nombre. Actualmente cumple de embajador de aquellos que nunca llegamos a correlacionar la altura con un deporte determinado: “El fútbol es para los que juegan con el pie, y los altos para palmear bajo la canasta”. Un concepto muy común en la calle que no deja de ser una pequeña mentira.
Por ese motivo me hice muy de Peter -James- Crouch cuando compartía vestuario con los David James, Kaboul, Glen Johnson, Lass Diarra, Utaka, Nugent, Beljadj, Bouba Diop, Lauren, Defoe, Ben Sahar, Sol Campbell, Distin… y Nwankwo Kanu. Me dejo muchos nombres de aquella escuadra fetiche dirigida por Harry Redknapp, pero Kanu debe ser especialmente remarcado por ser otra de las leyendas de larga estatura.
Un grande entre gigantes
Desde Liverpool, punto álgido de su carrera, dábamos por perdida su faz de futbolista con recursos. Su segundo paso por el Tottenham no fue llamativo. Pero tras fichar por el Stoke City en 2011, la realidad es que el “Espárrago” más conocido del mundo ha marcado terreno en la entidad ‘Potter’. Los gestos técnicos van acompañados de goles (10 la temporada pasada, 4 de momento en esta), causa por la que fue nombrado mejor jugador del año dentro del club. Su influencia en el campo, dado el estilo extremadamente directo del equipo de Tony Pulis, va a tono con la manera de jugar del equipo. A buen tono además.
Pulis ha encontrado su tótem, la cabecilla que lidera la armada del Britannia. 10 millones de euros (traspaso más caro de la historia de la entidad) invertidos en un jugador que corona una idea contrarevolucionaria entendiendo el fútbol tal y como se ve hoy. Una especie de pulso a los detractores de un estilo que parece no tener cabida en los parámetros del neofútbol. Una marca que, por cierto, sirvió para clasificarse a Europa el año pasado, y los mantiene luchando en la actual temporada contra equipos como el Swansea: ideología contrapuesta e igual de efectiva. Quién se lleva la fama ya lo sabemos todos.
#SoldadodeCrouch
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