En los años 90 se iba a hacer muy popular entre la juventud de la época una serie televisiva de dibujos animados, donde se relataba las aventuras de un grupo de niños japoneses que soñaban con convertirse en futbolistas, y los más osados o soñadores, con llegar a competir con los mejores jugadores del panorama futbolístico.
Estos dibujos popularmente conocidos como “Oliver & Benji” fueron todo un fenómeno de la época, alcanzado grandes cotas de popularidad, y marcando la juventud de tantos y tantos niños japoneses, que seguro veían reflejados en los sueños de esos chicos, los suyos propios.
Al final de la serie, este grupo de adolescentes conseguía su sueño, viajaban a Brasil, a Alemania, Italia o a España, y se convertían en futbolistas reconocidos y profesionales, jugando con las grandes figuras del deporte rey y vistiendo con orgullo la camiseta de la selección nipona.
Muy posiblemente muchos niños japoneses descubrieron por primera vez el amor a este deporte, y comprobaron que aunque en su país el fútbol fuera minoría (de hecho no contó con una liga profesional hasta 1992), que los sueños son sueños, y como tales y aunque fuera través de la ficción de la pequeña pantalla, se podían alcanzar.
El fútbol en el país del sol naciente como hemos comentado no se hace profesional hasta 1992, fecha en la que se crea la J-League (Nihon Soccer Pro League), por lo que podemos apuntar que es un deporte relativamente joven. En esa época y ante el empuje de dicho deporte entre la población, se decide darle un impulso con la creación de dicha liga, que sustituirá a la Japan Soccer League (JSL), competición de carácter amateur, creada en 1965, y donde la mayoría de los clubes pertenecían a empresas, hecho que provocaba que gran parte de los jugadores fueran empleados de las mismas.
Para estos inicios además se decide contratar a grandes jugadores internacionales como Zico, Ramón Ángel Díaz, Dragan Stojković, Dunga, Julio Salinas, o Txiki Beguiristain, buscando otorgarle notoriedad y cierta relevancia.
Muy posiblemente la inspiración y el amor por el juego de “Oliver & Benji”, el impulso de la creación de liga propia, y la llegada de grandes astros que hasta ese momento solamente se podían seguir en muchos casos por noticias en los periódicos, hayan sentado las bases para que algunos de los protagonistas que encontramos e hoy en día en una liga tan poderosa como la Bundesliga alemana, tengan en su documento de identidad como lugar de nacimiento, Japón.
Aunque hay que decir que el primer japonés en aterrizar en la liga alemana data de los años 70, fecha en la que Yasuhiko Okudera llegaba al 1.FC Köln (1977), para después pasar por el Hertha de Berlín y Werder Bremen entre los que terminó jugando 269 partidos, la gran apuesta por el fútbol japonés se ha producido estos últimos años.
Makoto Hasebe iba a ser el que iniciara el camino de este desembarco de compatriotas, llegando hace seis temporadas al VFL Wolfsburg, donde se convertiría en el segundo japonés en jugar y ganar la Bundesliga.
Pero ha sido posiblemente con el aterrizaje de Shinji Kagawa, con el que se ha producido este fenómeno o moda por el futbolista oriental.
Un Kagawa que después de fichar por el Borussia Dortmund por apenas 200.000€ procedente de la segunda división de su país, ha sido vendido este verano, dos temporadas después, por 17 millones de € al Manchester United.
Él con su juego, su habilidad, técnica, dinamismo, capacidad para desequilibrar etc…Ha sido un factor fundamental para multiplicar las miradas de la afición alemana hacia el referente asiático.
Los equipos germanos han pasado por tanto de explotar el mercado sudamericano y africano, por el asiático y más concretamente el japonés, allí están encontrando futbolistas respetuosos, trabajadores, humildes (no protagonizan escándalos ni son habituales de los lujos excesivos), y en los últimos tiempos incluso más económicos que los de otros mercados.
Como diría FelixMagath no hace mucho: “Nunca tuve dudas de que los jugadores japoneses podían integrarse rápidamente en la Bundesliga. Su disciplina es comparable a la de un jugador alemán”.
Por eso desde la llegada de Hasebe, la explosión y moda de Kagawa, estamos disfrutando ahora mismo de talentos como Takashi Inui de 24 años.
Actualmente en el Eintracht de Frankfurt al que llegó este verano procedente del VfLBochum a cambio de 2 millones de €, se está convirtiendo en la gran revelación de este inicio de temporada. Jugador menudo, técnico, habilidoso, rápido, y con una depurada calidad individual. Se está confirmando como el motor del equipo revelación de la temporada.
Junto a Inui otro de los más destacados está siendo Hiroshi Kiyotake (22 años), centrocampista creativo con una enorme visión de juego, llegado este verano al Nürenberg procedente del Cerezo Osaka, se está revelando como un enorme pasador, no en vano es uno de los máximos asistentes de la competición, y al que no faltan aficionados que ya le cuelgan el cartel de «nuevo Kagawa».
En otro grande de la competición como es el Schalke 04, encontramos a Atsuro Uchida (24 años), lateral diestro rapidísimo, alegre en el juego ofensivo pero disciplinado a la hora de recuperar terreno en sus subidas, cumple su tercera campaña en Gelsenkirchen, y en esta definitivamente se ha hecho con un puesto de titular.
Gotoku Sakai (21 años) y Shinji Okazaki (26 años) ambos compatriotas y compañeros defendiendo los colores del Stuttgart. El primero llegó este verano para reforzar la zaga del conjunto rojiblanco, asentándose hasta ahora como el lateral derecho titular. Okazaki es un delantero al que le gusta jugar por la izquierda que llegó en el mercado invernal de la temporada pasada, y es un habitual en cada partido, bien siendo titular o entrando desde el banquillo. Jugador intermitente, pero muy querido entre los aficionados, y decisivo si está enchufado en la línea de tres cuartos.
Otros como Hosogai centrocampista de 26 años de edad, fichado esta campaña por el Bayer Leverkusen después de un periodo de formación y adaptación de dos campañas en las filas del Augsburg en la 2 Bundesliga, e HirokiSakai, lateral diestro que también puede actuar por la izquierda, quien con tan sólo 22 años y desde este verano defiende los colores del Hannover 96, donde ha dejado ya en estos escasos meses de competición, sus primeras pinceladas.
Y como no olvidarnos del talentoso centrocampista ofensivo Takashi Usami (20), que tras una temporada formándose en todo un Bayern Múnich, y jugando eventualmente con su filial ha decidido probar fortuna este año en el 1899 Hoffenheim, donde se está confirmando como uno de los referentes del equipo. Usami es además el benjamín de los representantes japoneses de la Bundesliga.
Una representación cada vez más amplia, en la que llama poderosamente la atención la juventud de la que gozan, ya que la gran mayoría, incluidos Kagawa, tiene edades comprendidas entre los 20 y los 24 años, algo que pone de manifiesto la buena salud de la que parece estar disfrutando la cantera nipona.
No sabemos si seguirán llegando más jugadores en las próximas fechas, pero viendo el coste de estos (menos de 6 millones todos juntos), su rendimiento, edad, y la rentabilidad que ya han dejado algunos, y que dejarán otros, es de suponer que Alemania continuará mirando al país del sol naciente en su búsqueda de talentos que hagan más grande su liga, porqué al igual que estos diez jugadores mencionados, por los campos japoneses tienen que estar corriendo otros muchos chicos que como ellos crecieron admirando y soñando con emular las aventuras de “Oliver & Benji”.
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