Los paralelismos entre este FC Bayern Munich y el legendario barco británico se me agolparon en la cabeza la noche del martes cuando el trasatlántico germano se hundía tras chocar con el iceberg madridista ante la pasividad y aura de indestructibilidad del capitán del barco.
Edward John Smith cenaba tranquilamente en los lujosos salones del Titanic con ricos y famosos pasajeros la noche del 14 de abril de 1912 cuando fue avisado de que el buque había chocado con una mole de hielo. El capitán, con más 30 años de experiencia en la navegación, no le dio importancia al asunto confiado en la leyenda de que el barco era «indestructible» y siguió con su agradable velada. Cuando quiso reaccionar ya era demasiado tarde y el resto es historia. Algo parecido le ocurrió a Pep Guardiola cuando le «avisaron» en el Bernabéu de que su barco había chocado contra un muro. Confiado en la infalibilidad de su sistema no varió nada y sólo sus ojos vieron que fueron superados únicamente por un equipo de atletas que no dieron tres pases seguidos. Lo que el resto de los mortales vimos es que los jugadores del Madrid se plantaron tres veces solos delante de Neuer (sólo acertaron una) y no sentenciaron la eliminatoria de milagro mientras que el ogro alemán no inquietó en ningún momento la portería del Madrid. Se jugó a lo que quiso Ancelotti.
Guardiola (y todo el entorno muniqués) confiaban ciegamente en la invencibilidad de su equipo arropados por su ruidosa afición en el partido de vuelta y restaron méritos a la victoria en la ida del Madrid. Subestimaron a un equipo con mejores y más determinantes jugadores que los suyos. Pep seguía con su discurso y, en una rueda de prensa indigna para su persona, mostró su nerviosismo el día antes del partido, pero sólo modificó una parte mínima del casco de la embarcación (Müller por Rafinha) y el buque seguía perdiendo agua. Mientras intentaba disfrutar de la velada, el Madrid (como el iceberg) iba haciendo su camino y cuando de verdad se convenció de que su equipo se hundía, reaccionó (entraron Javi Martínez y Götze), pero ya era demasiado tarde y no había botes salvavidas para todos.
Con todo perdido y con la gente desfilando, su equipo seguía tocando y tocando hasta el último segundo, como la orquesta del Titánic.
2 Comentarios
Buen artículo Juanvi (y bien escrito – como siempre)….
Aunque no comparto la crítica. Me explico: cuando fichas a Guardiola, fichas exactamente eso; no fichas a un entrenador que vaya a cambiar su fútbol por su plantilla, el rival, el club o las circunstancias. Por ejemplo, Mou lleva más de 10 años en la élite haciendo el mismo fútbol, que nunca cambia (gane o pierda) y cuando ha hecho algún planteamiento que se ha calificado como bochornoso por gran parte de crítica y prensa siempre se ha dicho «es Mou, es así, ya sabían lo que se fichaba y jugando así ha tenido éxito – ¿por qué tiene que cambiar?». Y esto vale para muchos de los grandes entrenadores (Cappello, Wenger,…).
Pep lleva cinco años de carrera con cuatro ligas y dos champions, creo que haría un flaco favor al fútbol renunciando a sus valores. Creo que es bueno que los entrenadores tengan un sello propio y que «sepas lo que fichas».
Sin despreciar a los entrenadores que manejan más registros. Ahí tenemos a Ancellotti, capaz de hacer un fútbol control o dar una lección con 8 encerrados atrás y 3 corriendo como balas (en Múnich por ejemplo).
De todo tiene que haber, pero no veo justo criticar a alguien por ser un enamorado de sus ideas y de su forma de entender el juego.
Hasta el próximo artículo!
Hola compañero, muchas gracias por seguirnos.
Yo creo que todos están expuestos a la críticas y Pep también. En mi opinión, es un error comparar el Barça de Pep con cualquier otro equipo en general y con este Bayern el particular porque no tienen jugadores ni parecidos y por supuesto no tiene a Messi. Aquel equipo es irrepetible y creo que en esta eliminatoria Guardiola de ha dado cuenta. Está claro que Pep tiene su estilo, que le ha dado éxitos y no lo va cambiar, pero sí que me parece que la ausencia de plan B cuando las cosas no van, es criticable porque en el Barça el plan B era Messi, pero aquí no lo tiene. Llevar las ideas al máximo a mi no me parece inteligente. Por ejemplo, puso a Mandzukic los dos partidos y no colgó ni una pelota al área y eso es perder a un jugador ya que Mario ni se asocia ni cae a bandas ni arrastra centrales, es un rematador puro y duro y no lo alimentaron en ningún momento. Yo estoy hablando de una eliminatoria en concreto en la que a mi modo de ver, le faltaron reflejos para cambiar cosas cuando era evidente que el plan inicial no era bueno.
Pero en la diversidad de opiniones está la riqueza.
Gracias por seguirnos