Dani Navedo – Coruña, 20:45 de la tarde. Pese al radiante sol justiciero que brilla sobre la ciudad, sus habitantes tienen una cita bajo cubierto y no en la arena de la playa. El encuentro es en un Palacio de los Deportes de Riazor que se queda pequeño, pues la gente se amontona detrás de las porterías como si de asientos improvisados se trataran, y uno de los protagonistas es el mismo que el de la pasada semana. Después de vencer al Madrid, el Súper Dépor afrontaba su choque contra el Barcelona con la liga presente, pues el que ganase sería el campeón.
En la alineación de Arsenio Iglesias, Songo´o era la baja más importante del partido, pues no pudo acudir y Elduayen tomaría todo el protagonismo en la portería blanquiazul. Los convocados eran el susodicho Elduayen, Jaime, Manuel, Fran, Romero, Manjarín, Barral y Nando; quedándose fuera el hermano del gran capitán, Jose Ramón, con el que todos contaban en principio. A disposición de Óscar García Junyent y ocupando el banquillo visitante, una plantilla un poco más extensa con Bonano, Cuéllar, Milla, Sergi, Nadal, Busquets, Albert Tomás, Luis Cembranos y De Quintana.
El Barcelona se intentaba quitar la presión del Deportivo y del público a base de tocar el balón y mantener la posesión, como hizo el tricampeón frente al Manchester. Los visitantes se ponen por delante, pero enseguida empata Manuel que, aunque sea de rebote, también vale. El choque había empezado loco, con claro protagonismo para Manuel, que lograba los cuatro tantos para delirio de los aficionados presentes, dejando el electrónico con un 4-2 antes de entrar en un periodo de menos intensidad. Cuando parecía estar un poco más calmado el balón, Jaime cazaba un balón al borde del área y se iba de uno, de dos, de Bonano, de defensa más y otra vez de Bonano, pero el balón acaba fuera… habría sido un gol fantástico. La presión muy adelantada del Deportivo, al estilo de la del Manchester en Roma, no deja carburar a los Nadal y compañía, pues en un campo tan estrecho, el efecto de este tipo de defensa es mayor. Romero empieza la carrera, Jaime lo ve y le mete un pase medido para que el ex lateral recorte a Bonano y haga el quinto, un bonito tanto que lleva ya la locura, ya que el partido recordaba al de la anterior jornada, con un rival que se ponía por delante y al que se le remontaba antes del descanso. Pero el Barcelona está siempre enganchado y granito a granito, gracias a Luis Cembranos, empata la «final». Riazor empuja de nuevo y su equipo se adelanta otra vez gracias al 10, con su diestra y sorprendiendo. El Barsa volcado y el Dépor encuentra hueco, Fran está en la esquina y sorprende a Bonano mandando el balón contra la publicidad y dándole un pase perfecto a Manuel, resulta increíble ver jugar a «O Neno», pues parece llevar toda la vida jugando apoyándose en la publicidad. Al finalizar el primer tiempo, el Barsa está a un tanto, pues el marcador refleja un 7-6 que hacía presagiar una segunda parte de infarto.
Luis Cempranos ponía el empate a la salida del descanso, para añadir más picante. Llegaba la polémica del partido: Manuel se llevaba el balón con la mano, pero al árbitro, Raúl García de Loza, le tapaba un futbolista del Barsa y no pudo verla, por lo que dejó seguir y el jugador deportivista marcó. Las protestas de los blaugranas acabaron con la expulsión de Busquets, por lo que Bonano tenía que volver a la portería. Pero la cosa no acabaría ahí, ya que Busquets no se quería retirar y el colegiado decidió no volver a poner el balón en juego hasta que se retirase del banquillo. Cinco minutos después, el padre del reciente campeón de Europa se iba, después de una bonita charla con el colegiado. Cuellar hacía al reanudarse el empate, pero de nuevo con polémica, pues un hombre del Dépor estaba tendido en el suelo. Manjarín marcaba el 9-8 con diez minutos por delante, la tensión era tremenda y el estadio estaba encendido tras la polémica. Fran seguía comandando a su equipo y era la víctima de la dureza de los blaugranas. Nando, que había recibido amarilla después de revolverse ante Cuellar en una jugada posterior al gol, era expulsado al llegar a destiempo en una nueva jugada. Poco a poco las cosas empezaron a torcerse para los locales, pues los jugadores estaban cansados y el Barsa se volvía a poner por delante por segunda vez en el partido con un 9-10 que se convertiría con el paso de los minutos en un 9-12 insuperable. Bonano se lucía en un par de disparos lejanos para acabar con la reacción de los locales, para al final, tras los siete minutos de descuento, el marcador reflejase un 11-13 que daba el título al Barcelona.
8 Comentarios
Ya habia ambiente a las 6 de la tarde en Riazor,que para ir hasta la Uned por alli tuve que pasar.
Cuando un club esta en racha,le sale todo bien.
Un saludo.
Estos partidos de la liga indoor son muy intensos y algunos jugadores se tienen muchas ganas .
Un saludo
Otra vez será. Saludos, te espero en mi blog.
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Yo estaba convencido de que ibamos a ganar,pero no siempre la suerte está de nustra parte,Saludos Dani =)
FORZA DEPOR
Me gustaría acudir a un partido de esta disciplina.Espero que tengáis suerte para la próxima.
Un abrazo!
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Un saludo,
Damsam
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Bueno, sin duda el futbol indoor también tiene su encanto. Esta es la temporada del Barça.
Saludos
Estuve viendo parte del resumen en la tele y por lo que se veía el ambiente era enorme, esta bien que la gente responda a estos eventos, la verdad tengo ganas de ver un partido de la liga indoor.
Un saludo
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