Santi Díaz, @Santi_Diazb – Hay futbolistas que sin ser los mejores, son conocidos por todo el mundo. Sus vidas fuera del campo, son más seguidas que las que se efectúan cuando estos juegan al balón. Son esos futbolistas que pese a que no marcan tantos goles, o hacen regates inverosímiles son reconocidos por la multitud y que cada pequeña noticia o rumor se transforma en tema de actualidad. Uno de estos futbolistas se llama Royston Drenthe.
Nuestro querido rapero holandés ha sido un personaje controvertido desde su fichaje por el Madrid de Calderón. En el caso de muchos futbolistas que llegan a un nuevo equipo, suele pasar que tienen un debut lamentable y que con el tiempo van aclimatandose y su rendimiento va aumentando en el equipo. El caso de Drenthe es inverso. Debutó con un magnifico golazo contra el Sevilla en Copa. La prensa se puso eufórica (como siempre sucede en estos casos) y Royston se ganó el cariño de la hinchada madridista.
¿Qué paso luego? Que Drenthe no cuajó, su partido contra el Sevilla fue flor de un día. Su escasa participación en el Madrid será recordada por sus torpes intervenciones, los raps que escribía en el banquillo y su loable amistad con Faubert.
Drenthe se pasó tres temporadas en el ostracismo, eso sí, cobrando un jugoso salario “solo” por sentarse a ver los partidos en primera fila. La actitud chulesca del originario de Surinam no ha contribuido a su relación con la afición. Su última declaración, manifestando que él pagaría la clausula para poder jugar el partido frente a su ex equipo así lo demuestra.
Creo que no me equivoco al afirmar que de no haber sido por la llegada de Mourinho, Drenthe habría seguido viviendo del salario que le adjudicó el iluminado Calderón. Su cesión a última hora al Hércules fue un respiro para un Mou que ya tenía suficiente con los Benzemás y Diarrás que ya de por sí eran un estorbo en la plantilla.
En Alicante, Drenthe se ha hecho pieza clave. Sin ser oportunista, yo siempre había creído que Royston era un jugador hecho para jugar en un equipo modesto. Su despliegue físico era muy oportuno para un extremo que jugará en un club defensivo. Ahora Drenthe es el que tira las faltas, el que arma los contraataques y el que siempre la pide. Su aclimatación en Alicante ha llegado hasta el extremo de que la prensa exponga como noticia relevante el “jugar o no jugar” de Drenthe en el próximo partido de Liga.
Parece que la carrera de Drenthe se está levantando. Una buena temporada en el Hércules lo puede llevar a un club de nivel medio de otra gran liga, en donde si apuesten por él. Porque facultades tiene, lo que necesita es la confianza en sí mismo que ya ha encontrado en Alicante.
1 Comentario
Cuando te dan confianza, si no eres cojo, la devuelves, tal y como está haciendo Drenthe, un pedazo de futbolista. Se lo merece.
Saludos desde La Escuadra de Mago