Cuando el fútbol se convierte en arte

Dani Navedo - Quedan apenas unas horas para el partido más esperado de la temporada. La final con la que el futbolista sueña, el choque deseado por todos, el encuentro esperado a lo largo de 365 días, el duelo que corona al maestro de Europa, el desafío que separa la gloria de la frustración del segundo, el único evento capaz de paralizar ciudades enteras… la final de la UEFA CHAMPIONS LEAGUE.

Ya no hay que tachar más días en el calendario, sino descontar poco a poco horas, minutos y segundos hasta llegar al gran momento en el que ambos clubes saltan al césped. Los expertos ya han dejado su análisis y han dado su favorito, sin embargo, intentaré dar otra vuelta de tuerca a la final y dar otro punto de vista de un partido llamado a hacer historia:

Una mentalidad clásica, donde el fin casi justifica los medios, pensamiento maquiavélico, pero sin llegar a tal extremo de crueldad. La escuela de Manchester da tan solo dos lecciones para encarar un encuentro: ganar o dejarse el alma sobre el terreno de juego en el intento, todo aquel que escoja otro camino, no es digno de ser un Red Devil.

El fútbol como arte si dicha posibilidad se ofrece, pero sin rodeos a la hora de dejar el lujo a un lado si la situación se complica. Cuando los once hombres situados al otro lado del campo dan miedo, sale a relucir la cara más profesional, esa que no suele gustar al espectador, pero que es tan necesaria como efectiva: defensa sólida, sin una sola fisura y una organización perfecta, donde los medio campistas y los extremos ayudan constantemente a la hora de hacer las coberturas y adentrarse con el balón controlado es una quimera.

El maestro: Sir Alex Ferguson
Una leyenda viva y, lo que es más impresionante, todavía ejerciendo como entrenador. Hablar de Sir Alex es hablar de las reglas del Manchester United, de la forma de pensar y de actuar de una persona que se refleja sobre la hierba, de un hombre capaz de casi todo con tal de lograr su objetivo: desde su lado de luz, presentándose en el cumpleaños de un juvenil para convencerlo si hace falta; hasta su lado más oscuro, hablando de forma no del todo educada cuando ve un peligro cerca, bien sea porque le quieren robar a uno de sus pequeños diablos o porque no tiene buenos augurios acerca de un partido.

Odiado por quienes tan solo leen la prensa sensacionalista, amado por aquellos que le deben una docena de títulos, mientras que tan solo unos pocos saben no dejarse influir y lo admiran por el increíble trabajo que es capaz de llevar a cabo año tras año.

Talento y humildad al servicio del deporte rey: la unión entre el don recibido al nacer o el adquirido con la experiencia y la mayor de las virtudes, llevada a su máximo esplendor. El genio Johan dejó un legado que el barcelonismo recordará para toda la eternidad.

Todo futbolista salido de las categorías inferiores del Barcelona ha aprendido a jugar en equipo, a olvidarse de las individualidades y a disfrutar con el balón en los pies, eso si, siempre con los tres palos en mente. Un simple “toca y vete” en su máximo grado de perfección. Si alguien está pensando en fundar un club, tiene en la mentalidad de Johan y en la organización de este Barsa las directrices a seguir: futbolistas jóvenes (Bojan, Messi, Busquets…), jugadores de casa (Valdés, Xavi, Iniesta…), unos pocos profesionales serios (Puyol, Touré, Eto´o…) y un plus con alguien veterano que disfrute como nunca y que transmita esa alegría al resto del equipo (Henry).

El Maestro: Pep Guardiola
Define en tres palabras al Barcelona: cantera, talento y humildad. Define en tres palabras a Pep: cantera, talento y humildad. Cualquiera que hable de Guardiola acabará hablando del Barcelona y viceversa. Llegó para tomar el mando un hombre recatado que no conoce el sentimiento de poder haber hecho más, pues se deja hasta la última gota de sangre en cada partido. Tampoco sabe lo que es ser novato en un banquillo, pues con todo lo que ha aprendido sobre el campo y su gran capacidad para reconvertirlo a trabajo táctico, consigue aparentar ser un sabio a la hora de llevar a todo un equipo plagado de estrellas como el Barcelona y hoy lo demostrará una vez más.

Los barcelonistas anhelaban los tiempos del Dream Team, cuando el fútbol recompensaba su siempre delicado estilo, cuando el «jogo bonito» acababa en goleadas, cuando entrar en la máxima competición europea no tenía que depender de un gol de chilena… hasta que llegó el aventajado alumno Pep Guardiola para tomar el mando, cumpliendo no solo su sueño, sino el de miles de culés: volver a ganar con ese arte llamado fútbol.