Como acertadamente reza el título de esta tan exitosa página web, el fútbol es injusto a veces. Pero también depende del concepto de justicia que tengamos en mente. Muchas veces nos referimos a partidos o resultados concretos, aquel tópico recurrente del equipo que tira una vez y marca gol, mientras que el contrario falla cientos de ocasiones claras. Saliendo de esos conceptos tan globales de justicia e injusticia, me quiero desmarcar con mi opinión personal. Realmente creo que no existe la justicia en el fútbol. Lo que si te ayuda es el trabajo, la constancia, el sacrificio y el tener una pizca de suerte, algo que le ha faltado en grandes dosis a nuestro protagonista, que ha sido noticia por otro infortunio en su carrera. Hablamos de Germán Lux.
Germán «Poroto» Lux es un buen tipo. Amante de su trabajo, de la portería, trabajador incansable a pesar de venir de una familia bien posicionada en su Argentina natal. Destacó rápidamente en River Plate, donde se hizo con la titularidad del arco «millonario» y gracias a ello, asumió la titularidad de la Argentina campeona y oro olímpico de Atenas 2004, donde fue imbatido en todo el torneo. La carrera del Poroto prometía pero, en 2006 la muerte de su hermano conmovió a toda su familia, y le impactó de tal manera que su rendimiento nunca fue el mismo. En River no renovó contrato y dió el salto a Europa en las filas del Mallorca, donde nunca pudo imponer sus cualidades. Primero Miguel Ángel Moyá, y después Dudu Aouate le cerraron el paso en la portería balear, donde en 4 años solo pudo sumar 29 partidos en total. Bagaje pobre para un internacional argentino.
Convencido de cambiar su suerte, firmó en 2011 por el Deportivo de La Coruña, recién descendido a la Liga Adelante. Los rumores situaban a su compañero Dani Aranzubía fuera de Riazor pero finalmente, siguió en el club ostentando la titularidad que ya tenía el riojano de anteriores temporadas. Las cosas no cambiaban para Germán, pero él siguió trabajando en la sombra como buen profesional. El Dépor finalmente logra el ascenso a Liga BBVA, Aranzubía la temporada siguiente continúa como primera opción de Jose Luis Oltra, pero una serie de malas actuaciones hacen que el entrenador le de la alternativa a Lux en Cornellá frente al Espanyol. El equipo coruñés cae pero el trabajo de Poroto es digno de alabanzas, parece que por fin llega su ocasión. Nada más lejos de la realidad, Oltra es cesado y automáticamente su sucesor, Domingos Paciencia le relega a la suplencia de nuevo. Otra vez la frustración de tener la oportunidad en la mano, y que se vaya tan rápido como vino.
Como todo el mundo sabe, la temporada finaliza con un nuevo descenso del Deportivo a la Liga Adelante, sin embargo, Lux anuncia su renovación, sabedor de que por fin, tras la marcha de Aranzubía rumbo al Manzanares, podría mostrar su más que sobrada calidad. Y esa oportunidad llega, y la aprovecha con actuaciones soberbias salvando los muebles de su equipo, con galones, liderazgo, dominio del juego aéreo e incluso del juego con el pie. Transmite una seguridad tremenda en todas sus acciones, lo que hace que, ayudado por el extraordinario empaque defensivo de su equipo, sea el portero menos batido de la Liga Adelante.
Días felices que se truncan en la pasada jornada…cuando parece que la justicia es realmente justa con Lux, una jugada fatídica en Córdoba hace que salten todas las alarmas. Las lágrimas del arquero argentino delatan la gravedad de la lesión, no puede apoyar la rodilla. Es increíble que un portero tenga tan mala suerte. Sin embargo, los galenos blanquiazules diagnostican un esguince de rodilla, apenas 4 semanas de baja, un alivio con lo que podría haber sido en la ya cruel carrera deportiva de Germán Lux. Un ejemplo de amor por el deporte, de lucha, de respeto por el compañero, de sacrificio. Un ejemplo para todos aquellos que enseñamos fútbol a los más pequeños, porque no todo está en los focos mediáticos, en los equipos humildes también tenemos cosas dignas de mencionar.
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