Pepe Sarria - Ha finalizado la Copa de África con el triunfo, por tercera vez consecutiva, de la selección de Egipto. Hemos visto una competición que se ha caracterizado por el escaso fútbol combinativo y que nos ha vuelto a confirmar que las selecciones de este continente, aunque están evolucionando poco a poco, siguen presentando, en general, importantes problemas en la portería y en las defensas, así como a la hora de elaborar.
En medio de este escenario ha triunfado la que ha demostrado ser la mejor selección (eso sí, inferior a otras versiones de Egipto debido a las importantes bajas que presentaban). La final frente a Ghana fue un fiel reflejo de lo que fue el torneo, partido lento con los egipcios llevando el mando pero sin crear el más mínimo peligro y con los ghaneses aplicando el mismo planteamiento que les ha llevado a la final, es decir, no cometer errores defensivos y tratar de cazar alguna jugada aislada para hacer gol.
De Ghana tengo que decir que me parece un proyecto fenomenal. Bajas también importantísimas las que traían al torneo, por lo que el seleccionador Rajevac decidió dar la responsabilidad a una joven generación que tan buenos resultados había logrado en categoría sub-20. Sobre todo me han encantado el central Isaac Vorsah, el lateral derecho Samuel Inkoom y el mediapunta Kwadwo Asamoah, un zurdo con una inteligencia y una rapidez para ver el fútbol que seguramente dará que hablar en los próximos años. Lástima que no les hayamos visto en una versión algo más ofensiva, porque creo que si se lo proponen, tienen capacidad de sobra para llevar la iniciativa. El haber llegado a la final con sólo 3 goles marcados habla muy bien de ellos en cuanto a organización defensiva pero muy mal ofensivamente (sobre todo teniendo en cuenta las poquísimas ocasiones de gol que generaron a lo largo de la competición).
Volviendo con Egipto, es un equipo que ha vencido en las 3 últimas Copas de África porque, además de haber demostrado ser el equipo más completo, cumple con un requisito absolutamente indispensable para ganar cualquier torneo de este tipo: cuando juegan al 100% suelen incluso golear pero cuando no tienen el día bueno son capaces de sacar el partido adelante exprimiendo otro tipo de armas, como pueden ser el saber sufrir o simplemente porque sí, lo demostraron ante Camerún y lo volvieron a demostrar contra Ghana. Lo de Gedo es algo que quedará para la historia, difícilmente un jugador puede hacer tal cantidad de goles jugando tan pocos minutos pero lo cierto es que la pared que hizo con Zidan en el gol fue el único momento de inspiración de los Faraones en todo el partido y fue suficiente para conseguir la copa. No fue el mejor día de Ahmed Hassan pero lo que han logrado él y sus compañeros será recordado durante mucho tiempo. No puedo dejar de lamentar que este equipo no vaya a poder competir el próximo verano en Sudáfrica, pero son las cosas del fútbol, no siempre gana el mejor y hay que decir que el pase de Argelia fue totalmente justo, nos guste o no.
Lo que está claro es que el reinado de los Faraones llegará, como mínimo, hasta el 2012 y si para entonces continúa en el cargo su seleccionador Shehata, quién sabe qué sorpresas nos tendrá preparadas…
3 Comentarios
buah esta seleccion se ha llevado y se llevara muchos elogios. Como dices al menos hasta 2012.
Un saludo!
Ha demostrado ser una selección grande. No solo por el juego y por los campeonatos que ha ganado a lo largo de los últimos años, sino porque ha sabido reponerse a las importantes bajas que tenía y, aún así, ha superado obstáculos tan grandes como el de Camerún, quien logró anular por momentos a este equipo.
Saludos a todos!
Egipto es la gran paradoja del fútbol africano. Siendo la mejor selección, la más equilibrada, la que mejor juega, la que combina mejor sus tácticas e individualidades, es imposible pensar que esta selección, que ha ganado 3 veces seguidas la Copa de África, no esté en Sudáfrica.
Saludos desde http://ojeadorinternacional.blogspot.com/