El fútbol necesita siempre nuevos héroes. Sangre fresca que fluya por las centenarias arterias del deporte rey. Cada vez identificamos a nuevos cracks de forma más prematura. Los analistas de fútbol pasean por los hospitales revisando ecografías para predecir su grandioso futuro. En cualquier parte del mundo aparece un «El nuevo…», y sólo los futbolistas que terminan siendo «el nuevo ellos mismos», creando un genuino espejo sobre el que mirar y comparar a las jóvenes promesas, son los que triunfan.
Nacido el 14 de febrero de 1997 (sí, habéis leído bien) en Camerún, Breel Embolo emigró a Suiza, donde actualmente milita en el FC Basel. Fue en 2010 (con 13 años) cuando Embolo ingresó en la cantera del equipo más popular del país. Tras ganar con los reservas sub-16 los campeonatos ligueros de la temporada 2011-12 y 2012-13, ese último año sería elegido mejor jugador joven del club helvético y a las tres semanas de cumplir 16 años ya había firmado su primer contrato profesional con el Basel. Su debut tuvo lugar el 13 de marzo de 2014 en los 16vos de final de Europa League (entrando desde el banquillo). Sólo tres días después, su entrenador le hacía debutar en liga (de nuevo como suplente) y Embolo marcaba su primer gol a los cuatro minutos de saltar al césped. Esa temporada (la 2013-14) ganaría la liga con el Basel. En la campaña actual, Embolo es noticia porque el pasado 4 de noviembre, a la edad de 17 años, marcó su primer gol en Champions en el 4-0 frente al Ludogorets (encuentro donde fue elegido MVP). Su carrera internacional le ha llevado por las categorías inferiores suizas sub-16, sub-17, sub-20 y sub-21, siendo aún elegible tanto por la selección absoluta suiza como por la de Camerún.
Embolo es un atacante que puede jugar tanto de delantero (su posición natural), como acostado en banda derecha o de enganche retrasando su posición. Con su 1,84 de altura y el dorsal 36 a la espalda, es un ariete que está constantemente atacando y percutiendo sobre los espacios que deja la defensa rival o que él mismo busca y encuentra. Su víctima preferida, el hueco entre ambos centrales y el espacio entre central y lateral derecho. Una de sus jugadas más arquetípicas es la diagonal a la espalda de un central, síntoma de la inteligencia táctica a pesar de su juventud. Embolo es un jugador potente físicamente, que va bien de cabeza (para disputar balones, siendo una virtud ideal en el juego directo) y aguanta muy bien las acometidas del rival. Prefiere jugar como ‘9’ partiendo desde el sector izquierdo, para tirar diagonales y disparar con su pierna buena (la derecha) arrastrando el marcaje del central derecho (e incluso del lateral diestro) moviéndose de forma instintiva como el alfil del ajedrez.
Sus defectos más visibles: es diestro cerrado (en ocasiones prefiere definir con el exterior a hacerlo con la pierna izquierda) y le falta evolucionar en su juego durante las próximas temporadas para ser un delantero más completo. No es todavía un ‘9’ tradicional de guardar el balón bajo llave de espaldas a portería ni tampoco un artista de la gambeta. Es un atacante de espacios y diagonales. Su principal mandamiento son los dos toques: control (con una superficie que varía desde la bota al pecho, pasando por la pierna) y definición o asistencia a un compañero. Sus números esta campaña: un gol y una asistencia en cuatro partidos de Champions, seis tantos en tres lances de la Swiss Cup y una diana en siete encuentros de liga suiza.
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