Meses de todo tipo de comentarios, quinielas, pronósticos, cábalas (no de Madonna) y sarcasmos sobre el posible resultado de esta votación «de colegas o no tanto». Así lo veo yo. Un premio que ha ido perdiendo sentido y razón desde el momento en que Raúl, Xavi, Iniesta, Casillas, etc ni siquiera lo acariciaron por contra de lo ocurrido en la estantería del salón de Cannavaro. Por ello, ¿qué carajo votan los protagonistas cuando le presentan el boleto para rellenar? ¿Mérito individual o resultado colectivo?
El galardón lo votan seleccionadores, futbolistas y periodistas «acreditados». ¿Qué comparten todos ellos? La condición humana. Dicho esto, ya podemos hacernos una idea de que, realmente, no es un Premio objetivo. Al menos, casi nunca. ¡¡Si ni siquiera se votan entre los finalistas!! ¿Esperamos la objetividad?
El plazo de votación este año se amplió por motivos que unos tachan como «tongo» y otros como «justicia». Lo de siempre. Unos titulares rezan «merecido«, otros apuestan a «no ganó el mejor». Pero lo cierto y verdad es que, si atendemos a los méritos individuales del jugador en sí, el ganador de esta edición, para este que escribe, es justo vencedor. Muchos son los que defendían a Ribéry por la gran temporada que realizó el Bayern de Munich ganándolo todo, pero, les pregunto: ¿Realmente fue el francés el que lideró al equipo? ¿Se puede superponer sin riesgo al batacazo al amigo Franck por delante del conjunto engrasado que formaban igualmente los Schweinsteiger, Kroos, Müller, Robben, Alaba, Neuer, Mandzukic …? La respuesta se parece mucho a un «no«. Los títulos no sirvieron de referencia para que Luis Figo lo alzara ante los flashes en el 2000. ¿Por qué tenerlos en cuenta ahora?
Para premiar esos logros colectivos ya está el «Balón de Oro de entrenadores«. Ese profesional que se sienta en el banquillo, unas veces con la corbata más apretada que otra, es el principal responsable (al menos en cuanto a ser el primero en «desfilar») de que el equipo se conjunte, se entienda, defienda y ataque y, a la postre, consiga resultados en forma de títulos. ¿Por qué premiar dos veces en dos personas distintas un mismo fin? Sin duda alguna, Jupp Heynckes merecía este distintivo.
El «Balón de Oro» como tal lo concibo como el premio a los méritos INDIVIDUALES mostrados a lo largo de un año natural. Si es así, ¿Qué discusión hay en torno al ganador de esta edición? Lionel Messi ha estado lesionado durante meses si aglutinamos los intermitentes parones que sufrió. Que todo el mundo sepa que, en forma, seguramente, sea el mejor jugador del mundo (no el más completo a mi entender) resulta evidente. Pero no ha sido así. Que Franck Ribéry es un «jugadorazo» que ha explotado este año y nos ha mostrado su mejor versión tras años en la Bundesliga regateando rumores de traspaso, también es indubitado. ¿La diferencia entre los tres? No me voy a quedar con el fácil argumento de la ingente cantidad de goles que el luso ha marcado. ¿Con qué entonces? Con el hecho de haber sido el motor y alma, empuje y pilar sobre el que se ha basado todo el, a veces inexistente, juego del Real Madrid el último año (y más allá).
El engranaje perfecto que han mostrado tanto Barça como Bayern en nada es comparable a la anarquía de ideas y movimientos que ha reinado en el conjunto blanco los últimos tiempos. De ahí la importancia de tener un jugador adalid, franquicia (como llaman a este tipo de jugadores «más allá del charco«) y que soporte todo el peso del equipo cuando hace falta. Y ése, sin lugar a dudas, ha sido el portugués. Messi y Ribéry han estado arropados por un grandioso grupo de jugadores. Un «quid pro quo» entre las estrellas del equipo y sus lugartenientes. Ronaldo, a su vez, ha estado «solo» en muchos terrenos de juego.
Tal vez no haya convencido (tampoco era mi intención) a más de uno, o dos. Pero la realidad es que, desde hace décadas, la prensa se encarga de remarcar (a su antojo geográfico) qué mérito, logro o cifra de títulos o goles deben tenerse en cuenta a la hora de marcar la «x» en el boleto. Yo, insisto, mérito individual. La crema, se la dejo a otros. Enhorabuena Cristiano Ronaldo.
No Hay Comentarios