Alberto84, Una de Champiñones - Ya no recuerda tanto el submarino amarillo al equipo por el que Pirès, Riquelme y compañía dejaron su sello a base de juego. La tónica de este año difiere de lo que nos han tenido acostumbrados. Hay una clara apuesta por mezclar la juventud de las categorías inferiores con la experiencia presente y llegada desde otros lugares, así como sacar el máximo de los jugadores que el año pasado militaron cedidos en otro club. Confiando en la sabia nueva y en los minutos acumulados, el Villarreal, a quien la FIFA le ha asignado una plaza en Europa, volverá a intentar codearse con los grandes con una plantilla algo desconocida en el Madrigal.
Porteros: Diego López, Juan Carlos y Oliva
Defensas: Marchena, Ángel, Capdevilla, Gonzalo Rodríguez, Joan Oriol, Català, Mario, Kiko y Mussachio.
Mediocampistas: Borja Valero, Bruno, Cani, Cazorla, Matilla, Cristóbal y Senna
Delanteros: Marco Rubén, Altidore, Nilmar, Montero y Rossi
Va a ser Juan Carlos Garrido quien siga al frente del Villarreal. Lo que empezó con un 4-4-2 acabó siendo un 4-3-3. La línea clásica de cuatro defensores daría paso a un medio campo compuesto por un organizador y otros dos jugadores más ceñidos a la banda. Arriba, una línea de ataque de tres con infinitos movimientos condicionaría también la precedente. Los experimentos del Míster dirán si se mantiene el sistema. A priori, la composición de la plantilla invita más a pensar en el segundo sistema que en primero.
Así están conformadas las líneas del Villarreal para esta temporada
Portería: Diego López vuelve a llevar los galones bajos palos. Sin ser el mejor portero del mundo, ofrece seguridad en los balones altos y una experiencia que no ha dejado de ir en aumento desde que disfruta los minutos que no le ofrecieron en el Real Madrid. Oliva seguirá a la espera de su oportunidad, posiblemente en Copa del Rey. Juan Carlos, del filial, es el elegido para cualquier contingencia inesperada en principio.
Nota: 8/10
Defensa: Ligeros cambios en la teórica titularidad es lo que presenta el Villarreal de este año. La baja de Godín lleva a la contratación de un experimentando central, como es Marchena, de quien se presume que puede formar el centro de la defensa junto con Gonzalo Rodríguez. Ángel y Capdevila, campeón del mundo, se postulan para las bandas derecha e izquierda respectivamente. Tampoco hay que olvidar a Mussachio, campeón con el River Plate que parece llamado a disputarse el puesto con Gonzalo en un claro ejemplo de la mezcolanza de este año: veteranía ante juventud. Los recambios no son otros que una prole de canteranos elegidos para dosificar a los que más jueguen.
Nota: 7/10
Medio campo: Quizá, la línea que más cambios ha experimentado. Este año volverá a estar capitaneada por otro campeón, en este caso de Europa: Marcos Senna. La experiencia se consolida otro inicio de temporada más con Cazorla, también componente del bloque ganador de la Eurocopa, y Cani. La fuga de centrocampistas trae consigo la contratación de Borja Valero, un centrocampista curtido en minutos obtenidos tras abandonar la cantera del Madrid. Su experiencia será vital para que la mediapunta del equipo funcione correctamente. Se vuelve a sumar la juventud de un par de canteranos junto a otro joven que en su día también jugó en el “B”: Bruno. Esta línea tiene un marcado corte de experiencia antes que canterano, con lo que el medio del campo debería permanecer seguro.
Nota: 7,5/10
Delantera: Se presenta con dos claros referentes en ataque: Rossi y Nilmar. El primer cuenta con experiencia dentro del equipo y cierto olfato goleador, mientras que el segundo viene de realizar una temporada que no ha cumplido sus expectativas ni la de muchos aficionados. Los teóricos recambios, como se presupone, no son fichajes. Se trata de jugadores pertenecientes al club que han regresado de sus cesiones. Antes que en las nuevas caras, se confía en que tanto Marco Rubén, Altidore y Montero hayan adquirido la suficiente experiencia y rodaje como para suplir con garantías a los que ya estaban. Se puede optar por la regularidad del primero, potencia física del segundo o juventud del tercero. A decir verdad, su rendimiento en el club pasa, de entrada, por ser una incógnita.
Nota: 7/10
En conclusión, el Villarreal pierde cierta consistencia respecto a lo que hemos visto en otras temporadas. La escasez de fichajes abre la puerta a los canteranos a la arriesgada jugada de rendir en partidos importantes con el primer equipo. La experiencia del medio del campo dictará qué rumbo toma el equipo en un año en que se encuentra con tres competiciones que disputar y una plantilla que deja ciertas dudas, más que nada por lo novedosa y la extraña mezcla que presenta. El objetivo principal de este año va a ser alcanzar la UEFA Europa League, al menos para que el equipo no pierda ese ritmo de competición al que nos viene acostumbrando desde Riquelme y compañía.
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