Bajo lupa, desde el Presidente hasta el utillero. Arrancó y acabó la temporada pasada en un clima enrarecido durante meses por la marcha de Guardiola y la enfermedad de Tito, y no parece que la normalidad se haya instaurado del todo este inicio de curso, tras su recaída y la venta de Thiago. Cambio forzoso y apresurado en el banquillo que hace que, una gran incógnita rodee al equipo esta pretemporada. Aterrizado Neymar, el central se hace prioritario ante las dudosas garantías que ofrecen las piernas del eterno capitán Puyol. Valdés con la cabeza en otra parte y un ex Presidente preparando su regreso al «Trono de Velcro«. Tres décadas han pasado desde que, precisamente un «Flaco» de Rosario, entrenara en can Barça. Con todo esto, tenemos emplatados una mezcla variopinta de ingredientes que veremos cómo cuecen y compactan sabores a la hora de pelear por los títulos. Buen olor, parece desprender. Pero ojo con especiar demasiado.
La plantilla, a día de hoy, según la web oficial del Club es:
Porteros: Valdés, Pinto y Oier.
Defensas: Alves, Piqué, Mascherano(*), Alba, Montoya, Puyol, Bartra, Adriano(*)
Medios: Xavi, Iniesta, Busquets, Song, Jonathan Dos Santos, Cesc, Sergio Roberto.
Delanteros y/o extremos: Messi, Neymar, Pedro, Alexis, Afellay, Cuenca, Tello.
Un total de 25 fichas que se quedaran en 23 si, como parece, Afellay y Cuenca, emigrarán nuevamente. Lo que hace igualmente pensar en ¿Quién será la próxima ficha libre si viene el tan ansiado central? He querido remarcar con (*) tanto al «Jefecito» como al lateral/extremo brasileño al no estar convencido de que Tata Martino los vaya a utilizar como lo hacían sus antecesores.
Portería: confiar o no en la profesionalidad de Valdés. Ésa ha sido la pregunta que ha torturado el cráneo a Andoni Zubizarreta durante los últimos meses. Lo que resulta evidente es que, no habiendo fichado a otro guardameta, las esperanzas culés deben pasar por este, muy a menudo, infravalorado portero. El que Pinto sea la segunda opción es un misterio hasta para Iker Jiménez, aunque, ya se sabe, los veteranos siempre son del gusto de los «trainers». Oier, simplemente testimonial. Hoy ya se habla de Nahuel Guzmán. Lo mismo hasta tenemos sorpresa de última hora.
Defensa: Es una de las líneas con más problemas o que, a simple vista, más quebraderos de peluca traerá al «Tata». Sinceramente dudo que Mascherano siga ocupando el puesto de central con el de Rosario. Máxime si, como parece, David Luiz o Agger llegarán antes del 31 de agosto. De hecho, me llega un aroma de doble pivote con Xavi y «el Jefecito» en más de una tarde. Las rodillas de Puyol parece que no van a aguantar para recobrar el puesto de titular. ¿Y el lateral izquierdo? Con plena confianza de que Alba lo juegue casi todo, ¿estará Adriano dispuesto a asumir ese rol otra vez? ¿Y Alves? ¿Estará al nivel de inicio de temporada anterior o de la recta final? Montoya tiene muchas opciones este año. Bartra debe seguir aprendiendo, por lo que Piqué parece que queda como único central de garantías. Habrá que comprobar donde ejerce la línea de presión el equipo para ver si esta línea sufre tanto como el año pasado. Lo que resulta evidente es que Song no es una alternativa para esta vía de agua.
Como decía, se habla de David Luiz o Agger, dos centrales absolutamente distintos. Con el primero, el Barça ganará salida de balón y poder aéreo, pero el «clan brasileño» elevaría sus miembros a cuatro. Nunca he sido partidario de núcleos. Con el danés, el equipo obtendría contundencia e, igualmente, poderío aéreo, pero más tosquedad en la salida, aunque la sobriedad europea. Personalmente, me decanto por este último.
Centrocampistas: El estado físico de Xavi, y más teniendo en cuenta el silencio sepulcral que rodea a los galenos del equipo, es el detalle más importante a tener en cuenta en esta línea. Ya se empezó a observar el año pasado. Cesc ha demostrado que ésa no es su posición y, malgastar a Iniesta en esos metros cuadrados, me parecería una mala opción. Parece que depositan la confianza en otros chavales, Sergio Roberto o el propio Dos Santos, pero estoy convencido, y no es nada descabellado, que Song, Busquets y Mascherano pueden coincidir en el césped dependiendo del rival. De un modo u otro, la venta de Thiago creo que puede condicionar mucho el futuro del equipo este año. No encuentro soltura y claridad en esta línea si Xavi Hernández no está.
Delantera: parece evidente que Messi y Neymar jugarán por decreto y, por tanto, habrá que aguardar al sistema elegido por Martino para ver si incluirá otro extremo para el 4-3-3 o se quedará con un 4-4-2 variando el dibujo únicamente en la línea medular. Alexis ha decidido quedarse y para Pedro no ha habido contratación peor que la del brasileño. Afellay, un gran jugador que en la CIudad Condal no ha tenido suerte, emigrará aún no sabemos a dónde. Y Cuenca, ese otro extremo polvorín descubierto por Guardiola, va camino de ser el próximo trotamundos Bojan. No perdería de vista la situación de Tello (a pesar de haber sido renovado recientemente). Creo que este chaval no va a tener sitio con Martino. Demasiadas vallas en el camino. ¡Y qué vallas!
Con todo, la humilde opinión de este empobrecido escriba, es que podemos estar ante un año de transición en Can Barça. Sí, habéis leído bien, de transición. Soy de los que piensan que dos cracks deben y pueden jugar juntos, pero soy de los que comulgan con la idea «un gallo para cada gallinero«. Los partidos «fáciles o asequibles» no supondrán problema alguno (véase el Santos). Serán los grandes retos los que marquen el nivel de complicidad que ambos tengan. Además, la figura del Tata Martino tampoco me ofrece confianza para timonear este crucero. Veo un choque de culturas tarde o temprano. Su filosofía y, sobre todo, su origen «futbolero», rival en mentalidad a su vecino inventor de la samba, me hacen discurrir hasta un posible batacazo. El esfuerzo físico que va a requerir su fútbol puede ser el detonante de una plaga de lesiones musculares. Hasta el mismo Villa, desde su periplo sudamericano de su nuevo Club, ha sido tajante con lo exigido por «el Cholo» en cada entrenamiento: «Nunca había sufrido tanto en una pretemporada«. El tiempo me dará o quitará la razón, como a todo y todos. Pero, hoy día, en este mismo momento en que termino el café, es lo que siento. Y el fútbol, el bueno, lo mueve el corazón.
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