El nivel del arbitraje en España es bastante bajo, eso creo que es indiscutible, sin entrar a valorar si se equivocan a favor de alguien premeditadamente o si se equivocan porque los árbitros son malos per se. Algunos parecen ser miopes, otros parecen buscar el protagonismo en el partido, para justificar el dinero que ganan por arbitrar un partido cada cierto tiempo. No es que me vaya a poner en plan Mourinho ennumerando a los árbitros que no dan la talla para estar en la que según los medios es la ‘mejor Liga del mundo’. Es que esta semana pasada se ha retirado una leyenda de los que van de negro. Eduardo Iturralde González ha dejado de arbitrar por desavenencias con el Comité de Árbitros.
El colegiados vasco se ha visto forzado a retirarse. Durante la primera mitad del Betis - R. Madrid, el trencilla notó un pinchazo en la pierna, lo que le hizo no arbitrar durante la segunda mitad. Completó el partido como 4º árbitro, pero no recibió ningún parte de baja tras su lesión. El problema viene cuando el Comité de Árbitros le exige un parte de alta para volver a arbitrar. Iturralde considera que moralmente no puede pedir una parte de bajo para que le hagan uno de alta, porque sería trampa. De modo que dos meses antes de lo que debería, el bueno de Eduardo se ha visto obligado a retirarse.
Desde 1995 ha estado recorriendo los campos de España, con su particular pelo rizado, y su personal manera de arbitrar, caracterizada por el diálogo y el buen rollo con los jugadores, incluidos los más protestones y cargantes, como Eto’o. Aficionado a la buena música, como Barricada y Metallica (soy incapaz de hablar mal de alguien con esos gustos musicales), y muy amigo del linier Rafa Guerrero, el bueno de Iturralde ha dejado su sello en la Primera División, para bien y para mal, ya que además del buen rollo con los jugadores, estaban los aficionados desde la grada que frecuentemente se acordaban de sus familiares.
Un tipo normal fuera del campo, con el que merece la pena tomarse una caña, a buen seguro. Aquí os dejo una entrevista imperdible a Bilbovisión, cargada de humor, y un tanto surrealista. Gente así es imposible que te caigan mal…
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