El triplete que le endosó al Nápoles (3-2) en el día de ayer le convierte en el jugador de la jornada de la Liga de Campeones. Sus goles sirvieron para dejar encarrilada la clasificación del Bayern de Munich para los octavos de final de la competición. Si gana al Villarreal la próxima jornada en el Allianz Arena lo tendrá hecho.
Mario Gómez está realizando una temporada sensacional. Ha marcado 19 goles en 17 partidos oficiales. En la Bundesliga encabeza la tabla de goleadores con 12 tantos en 10 partidos, y en la Liga de Campeones comparte el liderato de los máximos realizadores con 5 goles en 4 partidos junto a un tal Leo Messi. Si continúa a este ritmo romperá todos sus registros goleadores, superando lo realizado en la campaña pasada donde fue máximo goleador de la Bundesliga con 28 goles, a pesar del discreto papel realizado por el equipo bávaro.
Esta temporada está disipando las dudas que generó en su primera temporada en el Bayern, la 2009-10. En su debut acusó la presión de los 30 millones de euros que el Bayern pagó al Stuttgart por su traspaso, el más caro en la historia de la Bundesliga. Incluso pasó a un segundo plano por la gran actuación de otro recién llegado como Ivica Olic y por la aparición en el primer equipo de Thomas Müller. Muy discutido en la temporada de su estreno con la camiseta del Bayern ha conseguido darle la vuelta a la tortilla a base de goles. Ahora es indiscutible en su equipo y en la selección alemana, donde le ha costado hacerse con el puesto de titular.
Mario Gómez responde al típico modelo de delantero alemán. Un tanque alto, fuerte y corpulento que es muy difícil de parar. Su juego está muy alejado del que impera ahora en muchos equipos con delanteros pequeños, habilidosos y con mucha movilidad que aparecen por todo el frente del ataque. Mario vive en el área, de donde se aleja en muy pocas ocasiones. Allí espera los buenos servicios de sus compañeros. Las asistencias de hombres como Ribery, Robben, Kroos, Müller o Schweinsteiger son su materia prima, de excelente calidad, que él transforma en goles. Dentro del área no tiene piedad y siempre está al acecho para cazar cualquier rechace o balón suelto para empujarlo a la red. Lo que se dice un cazagoles en toda la extensión de la palabra.
A sus 26 años se encuentra en el mejor momento de su carrera deportiva. Tiene ante sí una campaña excitante en la que intentará a base de goles llevar al Bayern a conquistar la Bundesliga y a la final de la Liga de Campeones que se disputará en el Allianz Arena, todo un reto para Mario Gómez y su club. Y también luchará por brillar con su selección en la fase final de una gran competición, en este caso la Eurocopa de Polonia y Ucrania. Hasta ahora no ha podido hacerlo ni en la Eurocopa del 2008, donde a la hora de la verdad acabó en el banquillo, ni en el Mundial del 2010 donde estuvo a la sombra de Klose y Cacau.
No Hay Comentarios