Hoy os hablaré de uno de mis estadios modernos favoritos: el Cornellà-El Prat, feudo del RCD Espanyol. O Power8 Stadium que es como se llama actualmente por motivos de patrocinio. Tuve la oportunidad de visitarlo hará un par de inviernos, en enero de 2013, cuando se enfrentaron Catalunya y Nigeria en el ya habitual amistoso que disputa cada año la selección catalana. Los precios de las entradas eran bastante asequibles y yo ya llevaba tiempo queriendo ir a ese estadio del cual me habían hablado maravillas, así que decidí ir con Tania y su hermano pequeño Iván.
El partido en sí tampoco fue nada del otro mundo (1-1). Quizás lo más destacado fue que Sergio González (precisamente el actual técnico del Espanyol) se despidió de la selección y del fútbol marcando un gol de penalti y llevándose la ovación de todo el estadio. Colgó las botas para adentrarse en el mundillo de los entrenadores y de momento no le va nada mal. Curiosamente también aquella fría noche se retiraba de los banquillos un hombre muy querido en Barcelona, pero más por parte del sector azulgrana: Johan Cruyff. Fue su último partido como seleccionador y supuso su retirada definitiva del mundo de los banquillos.
Me encantó la sensación de poder vivir el encuentro desde tan cerca. Estábamos a ras de césped, en primera fila. Acostumbrado al Camp Nou, donde mi asiento no está precisamente muy abajo, se me hizo hasta extraño ver el partido desde tan cerca. Pero me gustó mucho. Ese olor a césped característico, el ver el estadio cantar y celebrar por encima de ti, es una sensación muy emocionante.
Es cierto que en esta visita no hay una curiosidad especial como si podía haberlas en las historias de cuando visité otros estadios como Craven Cottage o Eden Arena, pero la verdad es que me gustó muchísimo. El Estadio por fuera me parece un pasada, aunque ya lo había visto varias veces al pasar por la autopista de al lado o al ir al Splau, el centro comercial de enfrente. Pero por dentro no tenía ni idea de como era y me encantó también. Bastante moderno todo pero sin ser demasiado extravagante y exagerado como sí le pasa a algunos de los estadios construidos en los últimos años. El estilo combina de manera extraordinaria la seriedad y el modernismo, un estadio muy digno del cual estoy seguro que todos los pericos se sienten orgullosos de ver jugar ahí a su equipo. Y no quiero olvidarme del espacio memorial dedicado a Dani Jarque, muy emotivo e interesante. Tuve el placer de verlo hace ya tiempo pero nunca está de más recordarlo.
Quería comentaros este viaje al Cornellà-el Prat porque, además del tema de Sergio González y Cruyff, también en este estadio se jugó hace apenas dos semanas el famoso UD Cornellà-Real Madrid de Copa del Rey. El Espanyol cedió su estadio al equipo de la ciudad baixllobregatina para que así pudiese albergar a mucha más gente, dada la diferencia abismal de aforo que hay entre el Nou Municipal y el Power8 Stadium. Estoy seguro que mucha gente visitó aquella noche por primera vez el estadio blanquiazul y se sentirán identificados, y es por eso que también me apetecía a mi comentar la experiencia de mi primera vez en el Cornellà-El Prat, donde sin duda espero volver. Y a los que no hayan ido todavía, sin duda os lo recomiendo. Os encantará. Repito que para mí es uno de los estadios más bonitos en cuanto a los modernos se refiere. Obviamente como los tradicionales, los antiguos, los clásicos, como esos no hay ninguno, por muy impresionantes que sean los nuevos. Pero igual que el Emirates también me gustó mucho a pesar de no ser un estadio con historia o clásico, el Cornellà-El Prat no fue menos. Al contrario, me gustó incluso más. Un estilo muy original y único. Es un estadio diferente.
No Hay Comentarios