¿Sabes cómo, a veces, sientes la necesidad de decir algo sabiendo que no va a servir realmente de nada decirlo pero lo dices igualmente? Esta es una de esas veces. Esta columna es mi pérdida de tiempo por una noble causa.
El pasado 4 de junio se cumplió el 25º aniversario de la Masacre de Tiananmen. Recuerdo a mi padre hablarme de ello desde que era pequeño. Él lo vio, como millones de personas, en directo por la televisión. Vio a miles de estudiantes chinos juntarse en una plaza para pedirle a su gobierno reformas que aumentase sus libertades de expresión. Vio a tanques del ejército aplastar -literalmente- las protestas. Yo vi documentales sobre el incidente. Pero al releer las noticias estos días, no pude dejar de pensar en Brasil y el Mundial.
Desde que se le dio el Mundial a Brasil en 2007 (recordemos que solo Colombia era el otro candidato para albergar el torneo, pero al retirar su candidatura fue automáticamente Brasil el ganador) han salido noticias en distintos medios de todo el mundo sobre los métodos del gobierno brasileño para montar el torneo. Pero llegaré a ellos más adelante. Ahora solo quiero alejarme de Brasil, ver desde la distancia y considerar si deberíamos mirarnos en el espejo respecto a lo que estamos provocando de una manera muy directa y muy inconsciente.
FIFA es una organización con mentalidad de empresa privada. Fácilmente podría ser el sueño erótico de Gordon Gekko, en la película de Oliver Stone ‘Wall Street’. Se vende al mundo como una especie de ONG que solo obra el bien allá por donde vaya. Se ve como el portaestandarte de la virtud que esparce justicia y prosperidad ahí por donde pisa. Una especie de Attila el Huno pero versión Disney.
El historial de la hipocresía y polémica de FIFA es bien conocida y está bien documentada, pero parece que no queremos prestarle atención. O, al menos, poco nos importa mientras tengamos nuestro torneo. Cuando digo «nos» no me refiero a cada uno de nosotros como individuos, sino como sociedad. Tenemos la suerte de pertenecer a un país en el que la libertad de expresión está más o menos aceptada (hay grotescas excepciones, lo sé) y El Fútbol Es Injusto es un lugar sagrado en el que los términos «libertad» y «expresión» van de la mano, junto con «respeto». Esto es lo que hace a esta web algo grande y por lo que me uní a ella y la familia EFEI. Este es un foro en el que podemos hablar de la FIFA y la lacra que es para el fútbol.
Teóricamente la FIFA es el protector del fútbol a nivel mundial. Teóricamente la FIFA debe velar por los intereses del deporte y los aficionados de todo el mundo para que disfrutemos de él al máximo. Teóricamente, claro. Porque sabemos que en la práctica la FIFA se echa para atrás en todo lo referente a mejorar al deporte -incorporación de la tecnología y esas cosas-. Desgraciadamente, el desastre deportivo nace del mayor desastre de todos, el humano. ¿Sabes a qué me refiero, verdad? ¿No? Pues a cosas como…
Argentina ’78
Hablando en plata: La FIFA permitió que se jugase un mundial de fútbol en un país con una dictadura. La junta militar de Videla, Massera y Agosti, que violó los derechos humanos de millones de argentinos con su censura, tortura, represión y terrorismo de estado, albergó el torneo más popular del mundo. Posiblemente sea la mancha más oscura en la historia del la organización. No nos olvidemos del trato que recibió Argentina en la final contra Holanda y las trabas que les pusieron a los holandeses. Desde la escayola de van der Kerkhof hasta retrasar la salida de vestuarios de la selección albiceleste.
Korea-Japón ’02
Los octavos de final y cuartos de final en los que Corea del Sur eliminó a Italia y a España, respectivamente, no han sido a día de hoy reconocidos como amaños, pero cualquier persona inteligente que haya visto ambos partidos, y más, sabe que la asignación de árbitros de naciones de fútbol menores es el modus operandi de la FIFA para asegurar que sus torneos vayan como quieren. En este Mundial, la idea era abrir el mercado asiático e introducir el fútbol en él hasta en la sopa. No es casualidad que los grandes equipos europeos hagan giras casi todos los veranos por el este asiático. La NBA también se apuntó esta hoja de ruta y ya están planeando hacer giras por India. Si era necesario engraciarse con la nación hospedadora más potente, la coreana, sacrificando a sus dos rivales en ambas eliminatorias, que así sea. La prensa mundial publicó libros de opiniones y sospechas de escándalo desde la FIFA, que no tomó ninguna medida, y solo se excusó en el cliché «errar es humano». A Italia y a España de poco les valió esa excusa.
Sudáfrica ’10
De nuevo con lo de siempre. Pero esta vez lo trágico no fue solo lo que ocurrió en el campo, como lo que le ocurrió a Inglaterra contra Alemania, sino lo que ocurrió fuera de él. Jimmy Mohlala , D.E.P.
Ahora tenemos Brasil ’14. Un país cuya población vive el fútbol con un fervor de leyenda. Pero no por ello es estúpida ni va a quedarse de brazos cruzados mientras su gobierno ha gastado más de 11.500.000.000 de dólares en la construcción de estadios, terrenos de entrenamiento, infraestructuras deportivas a la vez que ha recortado en sanidad, educación y transporte. En las grandes ciudades de Brasil se están organizando manifestaciones en contra del Mundial y los recortes. Había una huelga programada de los controladores aéreos y de los conductores de metro para el día 12, pero fue desconvocada in extremis.
Lo que quiero decir con todo esto es que no debemos ignorar lo que ocurre en este tipo de eventos y que deberíamos concienciarnos de ello. Ojalá en un futuro este tipo de textos jamás tengan que ser reproducidos de nuevo. Pero con el próximo Mundial, que se jugará en Rusia con sus leyes homófobas, su censura de la prensa y limite de expresión, y el siguiente en Catar, construido con el sudor de esclavos, dudo mucho que sea así. Creo que habrá que actualizar este mismo texto. Por desgracia.
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