Tan de moda como están los centrocampistas en el fútbol actual, hasta el punto de llegar incluso a actuar como delanteros o falso 9, no puede pasar por alto el maravilloso nivel que ha alcanzado Arturo Vidal, uno de los mejores, sino el mejor, centrocampista del mundo. El «Gladiador» chileno se ha convertido en la máxima estrella de un grande como la Juventus de Turín por delante de campeones del mundo como Buffon, Pirlo o Fernando Llorente y no se concibe el equipo de Conte sin él. De hecho los propios aficionados bianconeri le han elegido las dos úlitmas temporadas como el mejor jugador del equipo.
El chileno es el jugador contextual del equipo que domina con mano de hierro la Serie A italiana, la extensión en el campo de su entrenador y una copia mejorada de lo que fue Antonio Conte en su época. Todocampista con una llegada al área brutal, gran despliegue físico y muy bueno técnica y tácticamente. Prácticamente puede jugar en todas las zonas del campo ya que en su época en Colo-Colo comenzó como central y líbero, para pasar a ser pivote en el Bayer Leverkusen e interior o incluso mediapunta en la Vecchia Signora.
Su evolución como futbolista es evidente y los números no engañan. En sus cuatro temporadas en Leverkusen consiguió 20 goles, cifra que roza cada año con la Juve. Esta temporada cuando aún siguen vivos en Europa League (marcó ante la Fiore) y les quedan varias jornadas de para alzarse con el Scudetto, ya lleva 18 goles y en dos temporadas y media en el Piamonte ha marcado la friolera de 40 goles, justo el doble que en su época alemana.
La única espina que tiene clavada el «guerrero» es la pobre participación de su equipo en la Champions League donde sólo fueron capaces de ganar un partido, al Coppenhague, en casa, con un hat trick del chileno, y cayeron eliminados en un grupo con los daneses y el Galatasaray, equipo al que no fueron capaces de derrotar en ninguno de los dos encuentros. Sin embargo, Vidal sí dio la talla y con 5 goles fue el máximo goleador de su equipo e intentó por todos los medios evitar su prematura eliminación. Su soberbia actuación en el Bernabéu sosteniendo a su equipo tras la expulsión de Chiellini le presentó en sociedad a la afición española que no le conocía. Con la liga prácticamente ganada el objetivo prioritario de Vidal y de su Club es volver a reinar e Europa y para ello han puesto sus mirar en la Europa League, cuya final se jugará en su estadio, el maravilloso Juventus Stadium.
El broche de oro a su temporada lo pondrá el Mundial, donde se cruzará con España en el grupo más difícil. Vidal también dirige las operaciones en la durísima y competitiva selección chilena de Jorge Sampaoli, repleta de jugadores de calidad y curtidos en Europa o Sudamérica como Claudio Bravo (Real Sociedad), Mauricio Isla (Juventus), David Pizarro (Fiorentina), Jan Beausejour (Wigan Athletic), Matías Fernández (Fiorentina), Jorge Valdivia (Palmeiras), Francisco Silva (Osasuna), Fabián Orellana (Celta de Vigo), Marcelo Díaz (Basilea), Gary Medel (Cardiff City), Alexis Sánchez (Barcelona), Eduardo Vargas (Valencia) o Mauricio Pinilla (Cagliari).
España y Holanda deberán tener especial cuidado con un jugador que defiende, presiona, recupera balones, participa en la creación del juego ofensivo, se incorpora al ataque, lanza penaltis, sirve goles y los marca. Estas son las leyes del rey Arturo.
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