Dos alineaciones que asustan solo con verlas. Ferguson optaba por salir con dos puntas, algo poco habitual en los partidos importantes del Manchester United. Compensando, el espectáculo en el banquillo y el trabajo sobre el campo, extremos Park (este si que no falla en los encuentros decisivos) y Valencia, pareja incansable. Referencias, Chicharito y Rooney, con Wayne donde más le gusta, suelto por detrás del jugador más adelantado. En el otro bando, Ancelotti sentaba a Torres, sorpresivo por lo que se pagó por él, menos viendo su rendimiento, y a Anelka, a quien si extraña más ver en el banquillo en el asiento de Kalou.
Old Trafford hasta la bandera, como siempre, y entre cánticos comenzaba el encuentro con la presión tanto en las gradas como sobre el césped. 34 segundos tardó en hacer efecto la salida fulgurante del Man. Utd. Balón entre líneas de Park cazado por Chicharito. No falla. 20 minutos tardarían en aparecer los Blues, cuando la presión asfixiante cesó y los locales se empezaban a equivocar buscando el balón largo constantemente. Poco duraría la situación. Saque se esquina, Giggs demuestra su calidad, brillando desde 1991, como rezaba una pancarta en la grada, y aparece la cabeza de Vidic. 2-0, medio título en el bolsillo.
Llega el descanso con una diferencia de dos tantos en el electrónico y un abismo entre ambos sobre el campo. El Manchester United con las cosas claras a nivel técnico y mental. Presión fuerte, ahogando las salidas del Chelsea e impidiendo que los jugadores más habilidosos del rival reciban el balón con espacios para poder encarar. Mientras tanto, los visitantes no puede hacer más que improvisar ante la ausencia de un enlace entre delantera y medio campo. Los extremos son la mejor opción, pero el constante peligro de los puntas locales impiden las subidas de los laterales rivales, por lo que el 2×1 es el contrario de los intereses de Carlo Ancelotti, con Park y Valencia ayudando constantemente en defensa. Pesadilla el coreano para los Blues, inconmensurable Park Ji-Sung.
Segunda mitad y misma tónica. El Chelsea sin recursos para poner en apuros a un Van der Sar que podría seguir cinco años más bajo palos. Howard Webb no vería una mano dentro del área de Lampard, un Frank desaparecido por completo durante todo el encuentro a excepción de para meter el pie para marcar el 2-1 en una jugada completamente aislada. Antes, había salido Torres en lugar de Kalou para acompañar al mejor jugador del encuentro por parte del Chelsea, un Drogba de nuevo brillante. Contemplativo el United durante toda la segunda mitad, algo que le pudo costar caro, pues la superioridad de los Red Devils quedaba plasmada en cada una de las ocasiones que salía a buscar gol en lugar de retener el esférico, sin embargo, el marcador no se volvería a mover.
Final del partido y final de la Premier League en su disputa por el título a falta de confirmación oficial en el próximo encuentro. El Manchester United demostró todo su potencial en un encuentro clave en esa lucha por el campeonato, demostrando una vez más que en “El Teatro de los Sueños” a día de hoy es harto complicado conseguir algo positivo como visitante. Gran encuentro de los pupilos de Sir Alex Ferguson, demostrando que no es casualidad su puesto de finalista de Champions, pese a no haber hecho demasiado ruido hasta llegar allí. Próximo destino, Wembley.
No Hay Comentarios