Hace algunos días se hizo oficial la renovación del contrato que une a Xabi Alonso con el Real Madrid hasta junio de 2016. Dicen que el tolosarra ha dudado mucho sobre la conveniencia de renovar o no. Y que el origen último de esta indecisión no eran las condiciones contractuales, sino su propio estado físico y saber si estaría, durante todo el plazo de vigencia de su nuevo contrato, en las condiciones que exige el puesto de medio centro en el Real Madrid.
Sin embargo, la recuperación definitiva de las dolencias físicas que le han venido lastrando desde final de la temporada pasada (pubalgia y lesión en el dedo del pie), las declaraciones unánimes de todos los estamentos del club (presidente, entrenador y compañeros) reivindicando lo vital de su desempeño y la notable mejoría del equipo con su concurso (el porcentaje de goles encajados por el Real Madrid ha disminuido casi en medio tanto por partido una vez ha vuelto a jugar los 90 minutos de forma asidua) parecen haber sido las causas del ‘sí’ definitivo de Xabi Alonso para permanecer en el club de Concha Espina hasta el verano de 2016.
Esta renovación tiene dos principales beneficiados: uno, obviamente, el propio Real Madrid que no tiene, a fecha de hoy, un sustituto con un nivel de prestaciones siquiera similar a las del vasco. Nadie va a discutir la calidad e influencia en el juego del Real Madrid de los últimos años de Casillas, Ramos o Cristiano pero, seguramente, Xabi Alonso sea el titular de la plantilla del Real Madrid cuya ausencia resulta más significativa para el equipo (o el jugador con menos soluciones alternativas en caso de ausencia).
Y el segundo gran beneficiado de la renovación de Xabi es Asier Illarramendi. El Real Madrid fichó a este el pasado verano por lo que algunos entendieron un precio desorbitado por un jugador ¿en formación? (Lo escribo entre interrogantes porque a uno es al primero que le da un cierto pudor admitir que se han podido pagar cerca de 40 millones de euros por un jugador no completamente formado).
Pero es probable que el Real Madrid pagase esa cantidad el verano pasado y no dejase que madurase en la Real Sociedad uno o dos años más para evitar el error que muchos dicen se cometió, precisamente, con Xabi Alonso en la temporada 2003/04. Se dice que el Real Madrid se planteó seriamente su fichaje esa temporada y que, al no decidirse, el jugador acabó yéndose al Liverpool con Rafa Benítez en el verano de 2004. Cinco años más tarde, en el verano de 2009 sí que recaló en el Real Madrid y muchos piensan que los que pasó en Liverpool fueron cinco años en los que el equipo blanco “perdió” al futbolista.
El caso es que Illarramendi ya forma parte de la plantilla blanca y, con la renovación de Xabi Alonso, tendrá dos años y medio para convivir con un maestro excepcional. Un maestro que le haga aprender el duro oficio de mediocentro del Real Madrid. Asier ya ha demostrado muchas virtudes, tanto en la Real Sociedad como en la selección sub-21: su pase, su visión de juego, su capacidad organizativa… pero, tal vez, le falta todavía algo de físico y bastante de eso que algunos entrenadores llaman “el otro fútbol”: saber estar siempre en el sitio adecuado, servir siempre de apoyo al compañero en apuros, cortar en innumerables ocasiones las líneas de pase del contrario, hacer la falta táctica adecuada… Y, sobre todo, tener galones. Y galones merecidos y ganados a pulso en el campo. Que tus compañeros confíen en ti, que sepan que “siempre estás ahí”…
Dos años y medio con Xabi Alonso en cada entrenamiento y en muchos partidos le vendrán de fábula a Aiser Illarramendi. Parafraseando el título de la novela de Mitch Albom, serán muchas tardes con mi viejo profesor.
No Hay Comentarios