Es precisamente lo que necesita el actual Manchester United: unión. Esta temporada más que en los últimos años; la llegada de David Moyes y la falta de recursos no invitan a pensar que, como el año pasado, los goles de Van Persie serán suficientes para ganar la Premier League (objetivo prioritario, aunque muy caro dadas las circunstancias).
Siete jornadas han servido para comprender que los vigentes campeones de Inglaterra se encuentran en un escenario de clara desventaja. Remar a través de fuertes oleajes parece que va a ser algo habitual en esta 2013/14 (ya suman 6 puntos de diferencia respecto al líder). La diferencia con los rivales que optan al título (en principio City y Chelsea) es que aún desconocemos realmente cuál es el margen de mejora de este nuevo United. Así como Mourinho y Pellegrini tienen en su mano el borrador de lo que quieren ser en enero, Moyes no parece haber llegado a esa fase previa. Lógico por otra parte, ya que el asiento del mánager en Old Trafford aún tiene marcada la silueta Sir Alex. Pero no por ello la exigencia desaparece.
La primera pauta para generar mejorías es necesario empezar por el final. Porque el primer asunto, el de mayor importancia, es el acoplamiento de la última pieza; aunque Marouane Fellaini no sea el timón ideal, este Manchester debe crecer a partir del centro del campo y el belga es el único que ha llegado. Quizás como interior sea la ubicación intermedia (mitad construcción, mitad ataque) ideal para el internacional de la melena. En cualquiera de los casos, el ManU debe girar en torno a “algo”, una razón por la que creer aparte de RVP, el olfato holandés. Para ello es necesaria una idea de ser, un sentido común. Que los movimientos tengan significado, y no una suma se sinsentidos como en el 4-1 del Etihad Stadium hace 2 jornadas. Depender de un chaval de 18 años (como en el último partido de Sunderland) tampoco parece razonable, aunque visto el panorama es un bálsamo saber que por detrás hay quien quiere poner al club en el estatus que se merece.
Piezas aparte, como ha quedado claro en la primer línea, generar confianza en forma de valores colectivos es el síntoma más importante de todos. Solidez por encima de las individualidades (que también tendrán que recurrir a ellas, pero equipos como Chelsea, City, Liverpool , Tottenham o Arsenal –en menor medida- se pueden “permitir” abusar del talento individual de forma asidua).
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