Echas de menos los días en los que eras el rey del mambo. Aquellos días en los que no tenías problemas para ligar cada vez que salías a pesar de tener a la mejor chica del instituto a tu lado, todo el mundo quería ser tu amigo y cada día superaba en emociones al anterior.
Sin embargo, de repente, y sin saber muy bien por qué, te conviertes en lo que antes tanto repudiabas. Tu encanto desaparece, tu novia te deja por el nuevo guaperas de turno, pareces invisible y para colmo no triunfas ni a las seis de la mañana cuando la vergüenza pasa al más allá. Pasa el tiempo y te conviertes en el hazmerreír del pueblo. Sí, dicen que te lo curras, dicen que eres un buenazo, dicen que incluso te lo mereces, pero nada, no hay manera, ni una conquista. Tus antiguas ‘amigas’ ahora van al lado de otros a los que antes mirabas por encima del hombro y aunque tratas de disimularlo, te duele.
Cambias de look, encuentras trabajo, tienes una familia que te quiere y al fin parece que estás en condiciones de comerte el mundo. Pero no, no llega. Pasa el verano y ni un colín. Pero claro, si cuando has perdido la esperanza, cuando ves que ha llegado el último día de verano y que no ha habido suerte, cuando incluso puedes creer que ya no lo necesitas, sin verlo venir, te encuentras con LA CHICA, te sonríe y volvéis juntos para vivir en tu nuevo piso del centro, crees que todo lo pasado (y sufrido) merece la pena.
No, no es el inicio de una novela que relata amoríos adolescentes, ni que en EFEI nos hayamos vuelto locos. Simplemente es como se puede resumir lo acontecido en el Arsenal desde los tiempos de ‘Los Invencibles’ hasta el flamante fichaje de Mesut Özil.
Acostumbrados a uno de los mejores equipos de la historia, la afición gunner pasó sin comerlo ni beberlo a animar a un equipo en decadencia, sin ambición, en el que cada verano la estrella abandonaba el club (Henry, Fàbregas, Van Persie) y que año tras año se quedaba lejos de los títulos. Sí, jugaba muy bien, de hecho ha sido uno de los equipos que mejor fútbol ha practicado en el viejo continente, pero cero conquistas en los últimos años y algún que otro sonado ridículo es lo que permanece en la memoria de cualquier aficionado al fútbol.
Mal se presentaba el inicio de temporada puesto que en todo el verano Arsène Wenger no invirtió libra alguna en fichajes (y eso que al fin disponía de recursos económicos elevados tal y como él mismo admitió). Bien es cierto que lo intentó. Pujó fuerte por Luis Suárez y no se concretó. Se escapó Luiz Gustavo por temas salariales (y morales) y éste acabó en la ciudad de la Volskwagen. La travesía gunner seguía con su inexorable dirección a la mediocridad hasta que inesperadamente se presentó una oportunidad grandiosa, incluso histórica. Y es que la jugada era maestra. Un gran magnate despechado (Florentino Pérez y el caso Neymar Jr) ansioso por añadir otro cromo a su fastuoso álbum, le quita la pieza diferencial a tu máximo rival por la UCL y además ocasiona el descontento de uno de los mejores jugadores del planeta que acaba por buscar salida.
Que Arsène tenía ganas de vaciar la caja fuerte era un hecho, pero sólo si merecía verdaderamente la pena. Y vaya si la mereció. Tal y cómo están los precios, los 45M€ pagados por Özil se antojan irrisorios por un jugador de tal calibre. Sí, por supuesto que deportivamente no es lo que más necesitaba el cuadro del norte de Londres. Claro que un central de jerarquía, un mediocentro defensivo y un ariete de tronío parecían las mayores carencias de la descompensada plantilla gunner, pero el fichaje de Özil supone un golpe (más que contundente) encima de la mesa. Y es que fichar a un jugador de tal calidad, tan joven y tan curtido en esa plaza tan difícil que es la de la capital de España, es un logro que debe suponer un cambio de guión definitivo en el porvenir del Arsenal. Ya no sólo futbolísticamente, sino que es una declaración de intenciones a todos los niveles (mediático, económico, social…).
Deportivamente Özil le ofrece un sinfín de variantes a Wenger. No vamos a descubrir a Mesut. Visión periférica, brillante último pase, conducción exquisita, potencia y velocidad con espacios, elegancia técnica…todo ello potenciado por una idiosincrasia futbolística que le va como anillo al dedo y por un ecosistema formado por jugadores como Cazorla, Wilshere o Ramsey en el que todos hablan el mismo idioma, el del culto al balón.
Todo invita al optimismo, Arsène tiene al fin una gran figura mundial a sus órdenes, el Emirates vuelve a tener a alguien a quien venerar y vuelve a sentirse orgullosa e ilusionada.
Los designios futbolísticos depararán cualquier resultado a final de temporada, pero lo que está claro es que Mesut Özil es el punto de inflexión que tanto necesitaba el Arsenal FC.
2 Comentarios
No le veo mucha lógica al fichaje. A veces da la sensación de que diversos clubs se mueven cercanos al capricho o al antojo, más que por las necesidades reales de la plantilla. Un Arsenal que en los últimos años se ha caracterizado por su fragilidad atrás y por ser un equipo blando, se dedica a reforzar una zona del campo que es la mejor cubierta. Es una clara apuesta por el futbol de toque, la posesión y la calidad. Pero esa apuesta no modifica en absoluto el actual status del Arsenal en la premier.
Buen artículo.
Las necesidades reales se intentaron cubrir y no se consiguió. Estoy contigo en que no es lo que más necesitaba el equipo pero también es cierto que Özil supera a cualquier jugador de la plantilla. Muchas veces, ciertos fichajes de relumbrón, además de ser buenos para el equipo, son buenos para el club y suelen atraer a otros grandes fichajes. Ahora mismo, parece que el ARS tiene más ambición y ya puede invertir, esto los jugadores lo saben y pronto le volverán a ver como lo que es, un grande con aspiraciones a todo.