Acariciando la gloria

Existe una delgada línea que separa el éxito del fracaso y en esa tesitura se ha motivo el Benfica ésta temporada. Lo que era un final de temporada apasionante, con el primer puesto de liga a falta de dos jornadas para el final, la final de la Europa League y la final de la copa de portugal, se acabó convirtiendo en pesadilla.

Mayo de 2013… Los aficionados del Benfica lo esperaban ansiosos por ver a su equipo coronarse como campeón de un triplete que tenían a tan solo tres partidos.

Vamos por partes como diría «Jack el destripador» y comenzamos por la liga. A falta de dos jornadas, iba por delante de su perseguidor y con el que se enfrentaría. Un partido de nervio, una final en toda regla que finalmente se llevaría el Oporto con un gol del brasileño Kelvin en el último minuto de partido. Todo un jarro de agua fría, ya que esa derrota le ponía por detrás con tan solo una jornada por disputar. Finalmente, el Oporto no perdió la oportunidad y el Benfica maldeciría ese fatídico minuto.

Tras la liga, quizás haría mas ilusión la final de la Europa League contra un Chelsea que iba como favorito. Solo unos días mas tarde de perder un partido clave contra su máximo rival por la liga, también perdería la final de éste trofeo en el último minuto con un gol de Ivanovic. Volvía ha recibir un duro golpe el Benfica casi en idénticas circunstancias del que recibió días antes contra el Oporto.

Para salvar la temporada, solo le quedaba la final de copa portuguesa, que disputaría contra el Vitoria Guimaraes. Pues como le ocurrió en liga y en la Europa League, el discurso de éste partido también estuvo escrito por algún alma perversa. Comenzó ganando el Benfica y en el último cuarto de hora el Guimaraes remontó en tan solo 2 minutos, desatando la locura de sus aficionados que obtenían su primera copa portuguesa y una mezcla entre decepción e incredulidad entre la afición benfiquista. Tal fue el descalabro, que su estrella, Oscar Cardozo, recriminó al final del partido el mal planteamiento de su entrenador Jorge Jesús, que entre otras elecciones, decidió sentar en el banquillo al propio jugador paraguayo cuando iban por delante en el marcador.

Una temporada que podía haber sido la mas exitosa del club,pasará a la historia por lo que pudo ser y no fué. Aún así, yo no calificaría la temporada del Benfica como fracaso,es más, yo diría que fue muy buena, aunque a sus aficionados se les habra quedado la miel en los labios, ya que estaban a nada de tocar el cielo y finalmente se quedaron en la orilla. Y es que como titula la web, el fútbol es injusto…