Son pareja de baile en estos dos últimos años. En cuanto suena la melodía de la Champions, ambos intuyen que comparten el mismo vals. Ya sea en grupos o en fase eliminatoria, últimamente dos de los mayores símbolos históricos del fútbol acaban desafiándose en el terreno de juego. Este miércoles la historia se repetirá con la apertura de la segunda ronda de los octavos de final.
En el norte de Italia el mal trago es de mayor calado a sabiendas de que la probabilidad de que la moneda siga saliendo cruz es muy alta. El resultado global de los últimos 6 enfrentamientos sonríe gratamente al conjunto español (el Milan ha rozado la victoria, pero siempre se ha tenido que conformar con otro resultado). En cualquier caso, este es un intento de acercarnos en la medida de lo posible al probable once que vestirá la maglia rojinegra dentro de unas pocas horas. Ya que los hombres que visten de blaugrana los tenemos bien memorizados, nunca viene mal un adelanto de la próxima presa culé.
En doce meses no ha dado tiempo para que el guión haya soportado demasiadas complicaciones; los rossoneri, sorpresivamente con el mismo entrenador al mando (uno de los hombres más despedidos virtualmente hablando: Massimo Allegri), cargan todas sus opciones del pase en un chaval de 20 años que, improvisadamente, se ha convertido en el bálsamo de aquel denostado Milan de principios de año. Si bien es verdad que el mercado de invierno ha obligado a que los focos tomen otra dirección, -en el ego de Balotelli no está escrito pasar desapercibido-, ‘Il Faraone’ conformará, pues parece finalmente que los problemas físicos que arrastra no lo impedirán, la total multiplicidad ofensiva del equipo milanista. Si todo va bien, Pazzini será quien le acompañe en la difícil travesía de superar la mecanizada defensa azulgrana. La duda está en si Allegri seguirá fiel al 4-3-3 de las últimas semanas (con Niang en la banda derecha), o bien se decante por un rombo con Boateng de trequartista (sacrificando así a Niang). En el caso de que opte por la primera variante, es decir, El Shaarawy, Pazzini y Niang arriba, es probable que Kevin Prince sacrifique su inquietud ofensiva para colaborar con Montolivo y Muntari/Ambrosini en la sala de máquinas.
Barcelona, Inter y Lazio son los próximos rivales del Milan. Champions, Derby de la Madonnina y Europa están en juego. En el mismo periodo, el Barça recibirá al Sevilla tras su visita a San Siro. Le seguirá el Real Madrid por partida doble (Copa y Liga).
Abbiati, cosecha del 77, trabajará desde la portería el nerviosismo de una zaga sobrada de errores. Mexes y Zapata, recelosos del buen hacer, estarán lateralmente apoyados por Abate (Lat. Derecho), Constant (Lat. Izquierdo) o De Sciglio (Lat. Derecho natural, pero también izquierdo con Allegri). Los tres han compartido minutos en el rectangular a lo largo de las últimas semanas, veremos por quién se decanta finalmente Allegri.
Lo más evidente y certero es que el Barcelona chocará con la idea del manager livornés, que siempre consistirá en la reducción de espacios y montar superioridades a partir de un alto nivel de dificultades varias. Pero no todo es tan sombrío, ni mucho menos. Sin tener un juego plagado de espectacularidad, el mejor momento de la temporada milanista ha coincidido con el periodo más crítico de la temporada. Si hubiera alguna posibilidad de que el Milan pasase de ronda, este es el momento acertado. San Siro, como la baza intangible más poderosa, deberá rescatar el brillo de las grandes noches aunque sea para los primeros 90 minutos del cruce.
No Hay Comentarios