¿Por qué casi todos los clubes están endeudados?

Muy fácil. Respuesta muy fácil tiene esta pregunta: los clubes han gastado por encima de sus posibilidades. La problemática surge cuando se quieren analizar los porqués de ese desmesurado desembolso.

Voy a tratar de ser muy didáctico. Cuando un club de fútbol gasta dinero, ¿en qué lo hace? Pues minoritariamente en el mantenimiento de las instalaciones, relaciones institucionales, y otros desembolsos que tengan que ver con temas sociales, de infraestructuras, etc. Todo esto para que las condiciones sean las idóneas para la actividad que su equipo va a llevar a cabo.

Ahí es donde está el gasto principal: la plantilla. No sólo en fichas (que vienen a representar un porcentaje muy grande de un presupuesto), sino también en traspasos, comisiones a intermediarios y agentes, etc. Todo esto para tener una mejor plantilla que permita que el equipo cumpla objetivos deportivos, que se coloque en un puesto más alto en la tabla, pueda acceder a competiciones europeas y, con ello, tener más sponsors, patrocinadores y, lo que más beneficios aporta, más dinero de las televisiones.

Todo está conectado. Es la pescadilla que se muerde la cola. En resumidas cuentas, todo se reduce a que si más gano de la televisión, más puedo gastar, más arriba posiblemente voy a quedar en la tabla y más voy a ganar de la televisión.

Dos son los principales motivos por los que un equipo de fútbol se endeuda, uno dependiente del otro. El principal depende de la pelota. Si no entra, el dinero gastado pasa a ser algo irrecuperable que no está dando sus frutos. Vamos, como haberse metido en una Preferente de alguna de las Cajas de Ahorros de este país. Y ahí es donde los buenos gestores, directores deportivos, secretarios técnicos y entrenadores valen mucho dinero, ya que acercan a los clubes a su objetivo con mayor asiduidad.

Para terminar, el motivo secundario por la que un equipo se endeuda es, sencillamente, lamentable: «Como somos un equipo de Primera, si debemos dinero, no va a pasar nada». Esto, en Italia, Alemania o Inglaterra, no pasa. Aquí, como los gestores no trabajan con su propio dinero, les dan igual las consecuencias de su mal desempeño… y así nos crece el pelo.