Copa de África: poco ruido y muchas nueces

Pepe Sarria - Para mí este es el titular que resume la segunda jornada de grupos de la Copa África. En general se puede decir que los favoritos se han recuperado de los pinchazos del primer día pero sin mostrar demasiada mejoría en su fútbol.

Comenzando por lo sucedido el jueves, Argelia logró una victoria sin demasiada brillantez (1-0) ante Mali gracias a que esta vez no hubo los errores garrafales del primer día ante Malawi y supieron convertir en gol una jugada de estrategia. A ver si este triunfo les da un poco de confianza y pueden crecer en su juego, la verdad es que me parecen un equipo que colectivamente podrían jugar con algo más de velocidad porque son de las selecciones quizá mejor dotadas técnicamente para dar el balón al pie. En la última jornada, eso sí, deberán ganar a Angola para asegurar su pase.

No falló tampoco la anfitriona esta vez y ganó con cierta comodidad a Malawi (2-0), que no pudo repetir la hazaña del primer día. Flavio y Manucho siguen haciendo de las suyas y prácticamente ya están en cuartos, aunque la lesión de Flavio mantiene preocupado a todo el país.

Del Costa de Marfil-Ghana tengo que decir que el resultado (3-1) no se corresponde con lo visto sobre el campo. Para mi sí es justa la victoria de los Elefantes pero vimos muy poco fútbol para tantos goles. Una Ghana muy mermada por las bajas tuvo su momento de entrar en el partido cuando, tras la expulsión de Eboué (vaya entrada, lo de este hombre ya me empieza a parecer de psiquiátrico) disfrutó de una clarísima ocasión que acabó en el palo. De los ghaneses me gustó sobre todo el zurdo Asamoah, pese a las pocas intervenciones que tuvo. Respecto a los marfileños me gustaría ver más tiempo sobre el campo a Kader Keita, la jugada que nos dejó en el tercer gol es una reclamación clara de minutos (personalmente yo sacrificaría al mediocentro Tiote, retrasaría a Yaya Toure y colocaría a Keita, creo que mejoraría la fluidez en ataque).

El sábado tuvimos oportunidad de ver a Nigeria, que recuperó su esquema con 2 pivotes y que, sinceramente, fue un manojo de nervios. En la primera parte me quedo con la oportunidad que tuvo Yakubu a pase de Kalou Uche que refleja el tipo de jugada que está faltando a las grandes potencias africanas en esta competición. Por una vez vimos la intervención de un hombre actuando como mediapunta y suministrando un balón claro de gol al delantero, aunque luego este falle. Fue lo único destacable de las Águilas Verdes, a las que en la segunda parte invadió el pánico y poco faltó para que se dejasen una victoria necesaria (1-0) ante una floja Benín.

Muy poco que contar del Egipto-Mozambique (2-0). Victoria anodina, casi por inercia de los Faraones, que siguen afilando cuchillos a la espera de rivales más fuertes en cuartos. Tampoco se vio gran cosa en el Gabón-Túnez (0-0). Decepcionantes los del norte de África ante una selección que apunta buenas maneras pero que tampoco me da la sensación por su juego de estar entre las mejores.

Y me queda Camerún, que consiguió una victoria (3-2) ante Zambia que no puede esconder el preocupante nivel que nos están ofreciendo los Leones Indomables, personalizado en Rigobert Song, que ha tenido un día para olvidar. Siguen con un juego de lo más atascado y sólo las increíbles facilidades que le regaló en defensa su rival le permiten seguir con vida.

Finalmente no puedo acabar sin resaltar el desastroso nivel que siguen teniendo los porteros en África. Prácticamente se puede decir que no hay partido donde no veamos alguna “cantada” monumental, es un problema generalizado de casi todas las selecciones que mientras no se solucione será complicado que puedan pensar en enfrentar a las potencias de otros continentes, lo mismo que los errores defensivos de bulto (el ejemplo más exagerado lo tenemos en el Camerún-Zambia, pero son demasiados los partidos en los que está sucediendo esto).