Nuevo año y, por lo tanto, nuevo paso en Italia para que la Serie A continúe su camino de volver a recuperar el tono competitivo de años atrás. Sus hermanos ingleses y españoles -y en menor medida los alemanes-, siguen estando un escalón por encima en el podio europeo por diferentes razones.
Poco a poco los equipos de la zona alta están logrando que la supremacía juventina llegue a su fin y la lucha por el Scudetto deje de ser cosa de un solo equipo. Nuevo entrenador, masa social desencantada con la marcha de Antonio Conte, nuevos fichajes, presión por mejorar el papel en Europa… No son pocos los condicionantes que pueden hacer peligrar la temporada de la Vecchia Signora. Y ahí es donde el Napoli, y sobre todo la Roma, entrarían en escena para intentar arrebatarle la cuarta liga consecutiva a los de Turín. La ambición del equipo romanista es indudable después de la inversión realizada en el mercado de verano, donde se ha apostado por la experiencia (Ashley Cole, Keita), talento con proyección (Iturbe, Uçan, Sanabria) y profundidad de armario (Astori, Emanuelson) para encarar una temporada en la que la Champions obligará a una estricta gestión de minutos. En cuanto a los napolitanos, Benítez confía en que la regularidad se adueñe de su segundo año como entrenador celeste y, para ello, apenas ha retocado la plantilla. En cualquier caso, al César lo que es del César: el cartel de favoritísimo sigue estando en manos de la Juventus de Allegri,
En la pelea por alcanzar Europa, ya vimos el año pasado que el número de solicitantes es demasiado alto para tan solo dos plazas (tres en caso de que el campeón de Coppa sea uno de los tres primeros clasificados, como el año pasado el Napoli). Parma, Torino, Inter y Milan estuvieron hasta las últimas jornadas del campeonato peleando por la quinta y sexta plaza, ya que la Fiorentina se consolidó en la cuarta posición. De cara a la 2014-15, se espera que equipos como la Lazio y el propio Milan aprieten aún más la tabla.
Por la zona baja, como en cualquier liga, a los recién ascendidos, Palermo, Empoli y Cesena, les basta con sobrevivir el primer año de estancia en primera, aunque propietarios como Maurizio Zamparini, el célebre dirigente del Palermo, sueñan desde el primer día con meterse en Europa League. Hay cosas muy estimulantes por la zona media-baja de la clasificación, como el Cagliari de Zdenek Zeman, que a buen seguro tendrá entretenidos a los cerdeños con su carismática filosofía de juego, el Udinese de Stramaccioni, que vuelve a intentar hacerse hueco en primera división tras su paso por el Inter, el Genoa de Gasperini, que se ha reforzado con nombres interesantes (Tomás Rincón, Greco, Tachtsidis, Sturaro, Iago Falqué, Rosi…), el siempre combativo Chievo de Corini, el divertido Atalanta de Colantuono, con su trío Bonaventura-Denis-Moralez, la épica de Di Francesco en su Sassuolo, Mandorlini buscando volver a ser una de las revelaciones de la liga con el Hellas Verona… En definitiva, motivos para acabar con la falsa creencia de que la Serie A se resume en el “cerocerismo”.
Xabi Esnaola