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Al margen de errores puntuales, como el que Gerrard no podrá borrar de su cabeza, uno de los lastres que tuvo el Liverpool para no alzarse con la Premier la temporada pasada fue la falta de profundidad de su banquillo. A sabiendas de esta circunstancia, han invertido el dinero obtenido con la venta de Luis Suárez en numerosos refuerzos de notable nivel: Lovren, Lallana, Lambert, Markovic, Alberto Moreno… Y uno que no dejará a nadie indiferente: Mario Balotelli. Esto, unido a que mantienen el esqueleto de su plantilla (salvo el citado Suárez) en el tercer año de Brendan Rodgers en el banquillo, hace que vuelvan a ser candidatos a estar arriba. Las dudas: ¿conseguirán suplir los goles de Luis Suárez? ¿Hubiera sido mejor invertir el dinero de Suárez en dos o tres jugadores realmente desequilibrantes?
Vicente Soto