La tercera temporada consecutiva en la liga BBVA se presenta como la de la consolidación definitiva en la élite para los de Balaídos. La velocidad de crucero alcanzada en la segunda vuelta de la temporada pasada debe servir como modelo para intentar mantener un crecimiento sostenido. Aun con todo, el único objetivo real pasa por lograr la permanencia un año más. Las bajas de Luis Enrique y Rafinha se han convertido en el gran reto a superar para un equipo que se ha reforzado con rapidez y que parece haber cubierto casi todas sus necesidades sin esperar a las últimas fechas.
Eduardo Berizzo, defensor en el Celta a principios de siglo, llega desde Chile tras haber completado una gran campaña en O’Higgins, mientras que Carles Planas, Sergi Gómez, Pablo Hernández, Nemanja Radoja y Joaquín Larrivey buscarán hacerse con un hueco en el once titular. Además, el Toto mantendrá un ojo puesto en la cantera, con la posibilidad de que alguno de los jóvenes valores del Celta B disponga de oportunidades. De entrada, formarán parte del primer equipo David Costas y Santi Mina, dada la gran cantidad de minutos de los que disfrutaron en la temporada pasada, además de Rubén Blanco, tras un año de fogueo en el filial.
Las características del nuevo técnico auguran un proyecto claramente continuista. Mandará la filosofía basada en el fútbol de toque, si bien el Toto pretende realizar una presión lo más adelantada posible para recuperar pronto la pelota. Apuesta hermosa pero arriesgada. El técnico argentino partirá de la base de un 4-3-3 rayando un 4-1-4-1, aunque las piezas disponibles permitirán en cualquier momento variar a un 4-2-3-1 que posibilitaría la inclusión por detrás del punta de un diez como Pablo Hernández.
La defensa de cuatro no se tocará, con laterales que deberán mostrar sobriedad defensiva y capacidad de despliegue en ataque. Como extremos actuarán Nolito y Orellana, que en ocasiones podrían ceder su sitio a gente con más trabajo –Augusto– o más toque –Krohn-Dehli–, mientras que para la zona de pivotes llega el serbio Radoja, internacional sub-21, además de las consabidas opciones de Fontás y Krohn-Dehli. Los problemas de rodilla de Borja Oubiña podrían además brindar una oportunidad de oro a Borja Fernández, chaval de 19 años que ha cuajado una excelente pretemporada.
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Porteros
Con la salida de Yoel llega la gran oportunidad para Sergio Álvarez. Portero ágil y seguro bajo palos, su corta estatura supone un lastre en los balones aéreos, lo cual preocupa a Berizzo. Mientras, Rubén Blanco tratará de aprovechar sus oportunidades, especialmente en las eliminatorias de Copa del Rey. Un claro éxito del trabajo de base, que permite disponer de dos guardametas jóvenes y eficaces pero con margen de mejora. Si fuese necesario echar mano de un tercer portero se tiraría de Óscar Santiago, arquero del filial.
Defensas
Una línea que claramente necesitaba refuerzos. El Celta ha escogido gente joven a coste cero para apuntalar la estructura de zagueros que nuevamente comandará Andreu Fontàs. El gerundense partirá como titular en el sector izquierdo, quedando el otro puesto abierto a la lucha que protagonizarán Gustavo Cabral, Sergi Gómez y David Costas. Si el argentino repite su convincente segunda vuelta del curso pasado dispondrá de muchos boletos para mantenerse en el once, mientras que la elegancia del ex del Barça B también le convierte en candidato a disputar un buen número de minutos. En los laterales, Hugo Mallo y Carles Planas parecen apuntar a titulares, aunque competencia no les va a faltar. La solvencia mostrada por Jonny Castro en cualquiera de las dos demarcaciones sitúa el listón en un nivel muy alto.
Centrocampistas
Un sector que precisa una reconstrucción tras la baja de Rafinha. A Borja Oubiña no se le espera hasta diciembre, momento en que seguramente tendrá complicado entrar en el equipo. Nemanja Radoja es la apuesta de Torrecilla, director deportivo del equipo, para el mediocentro, aunque la sencillez y la ausencia de errores de Borja Fernández en pretemporada han enamorado al celtismo. A su lado deberían situarse Álex López o Lévy Madinda, el primero para buscar más llegada y el segundo si se pretende mejorar en cuanto a rapidez en la circulación de balón.
Asimismo se espera una bonita pelea entre el recién llegado Pablo Hernández y Michael Krohn-Dehli por hacerse con el puesto de segundo interior. La recaída del chileno de su antigua rotura fibrilar recomienda prudencia a la hora de incorporarlo al equipo, pero está llamado a convertirse en un hombre importante. Y, naturalmente, el subcampeón mundial Augusto Fernández, capaz de jugar en cualquiera de los dos interiores así como en el extremo derecho, se ganará la titularidad seguro.
Delanteros
Recursos ya contrastados y otros por explotar. Nolito y Orellana, dada su buena relación con el gol, partirán con ventaja sobre los centrocampistas de banda. Mientras, Charles y Larrivey tratarán de ganarse el puesto de nueve. Ambos se presentan con el mismo aval: 12 goles durante la temporada pasada. La capacidad de trabajo de Charles y su integración en el equipo podrían concederle una cierta ventaja, aunque las características físicas y técnicas de Larrivey le convierten en favorito a poco que las cifras goleadoras le acompañen. Tampoco habrá que olvidarse de Santi Mina, la gran perla de la cantera, que ya disfrutó de muchas oportunidades durante la temporada pasada y que a sus 18 años quiere continuar preparándose para una explosión que podría llegar en esta temporada.
En definitiva, un equipo que ha sabido reforzarse con arreglo a sus necesidades y que buscará seguir creciendo. Muchas alternativas individuales en torno a los dos sistemas que manejará Berizzo con la idea de mejorar el rendimiento en Balaídos y lograr una cifra de puntos que permita vivir con tranquilidad el final de temporada, tal y como sucedió en la 2013-2014. Eso sin olvidarse de la cantera, muy presente durante la pretemporada con Goldar, Samu, Jordan, Yelko Pino y Fernán que, al igual que Borja Fernández, sueñan con su oportunidad.
Eduardo Berizzo se formó como técnico al lado de Marcelo Bielsa en la selección chilena. Estudiantes y O’Higgins, ya en solitario, le han permitido dar el salto a Europa
Nolito - La presión adelantada de Berizzo potencia sus cualidades goleadoras
Pablo Hernández - Centrocampista ofensivo zurdo con llegada y buen toque de balón
Augusto Fernández - Un subcampeón mundial que garantiza polivalencia y trabajo constante
Momento Injusto
La final de la Copa del Generalísimo de 1948 enfrentaba al Sevilla y al Celta en Chamartín. Los de Vigo llegaban cansados tras haber necesitado dos partidos de desempate frente al Espanyol en semifinales, el segundo de ellos con prórroga. Al descanso el marcador reflejaba un empate a un gol pero en el minuto 70 todo se rompió. El guardameta céltico Simón se lesionaba en la jugada que suponía el 2-1 para los sevillistas, siendo reemplazado por el centrocampista Alonso, dado que no se permitían cambios. Exhaustos y en inferioridad numérica los vigueses acabaron claudicando por 4-1.
Pepe Sarria