Tras haber realizado la que probablemente haya sido la mejor temporada de su historia, el Campeón de Liga se encuentra ante el apasionante reto de consolidarse entre la élite europea y confirmar que su regreso a lo más alto del panorama futbolístico es definitivo. Para ello, será vital que las caras nuevas como Mandzukic, Griezmann y compañía hagan olvidar a los Costa, Filipe o Courtois y, sobre todo, que Simeone sea capaz de seguir transmitiendo de forma eficaz la filosofía de trabajo que tan buenos resultados ha dado. Partido a partido, el Atlético de Madrid irá con todo a por los cuatro títulos que disputará, con la incógnita de saber si la plantilla dará para tanto o si realmente lo del año pasado fue tan solo un espejismo.

Trabajo, esfuerzo, sacrificio y solidaridad volverán a ser las señas de identidad de un equipo que basa sus éxitos en la seriedad táctica y la solidez defensiva. Los hombres del Cholo se sienten muy cómodos sin balón, cediendo la posesión y saliendo vertiginosamente al contragolpe, aprovechando el error del rival. Sin embargo, esta temporada habrá algún matiz nuevo en el juego y no será extraño ver como los rojiblancos dominan la posesión durante largas fases de los encuentros con el fin de surtir de balones a Mandzukic.

El otro bastión sobre el que se cimentarán las opciones de lograr algo importante será el dominio de las acciones a balón parado. Si la pizarra sigue funcionando, y jugadores hay de sobra para ello, se conseguirán muchos triunfos gracias a la estrategia.

En cuanto al sistema de juego, Simeone volverá a optar por un 4-4-2, con dos medio centros posicionales y dos jugadores en banda con tendencia a jugar por dentro, para dejar vía libre a unos laterales con clara vocación ofensiva. En punta, una referencia fija en el área y otro atacante con mayor libertad de movimientos. Como alternativa, este sistema podría transformarse, en función de las necesidades de cada partido, en un 4-2-3-1, bajando uno de los atacantes al centro del campo para formar una línea de tres que aporte más juego asociativo y trabajo defensivo.

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Porteros

La salida de Courtois ha supuesto una baja muy sensible y difícil de reemplazar. El club se ha hecho con los servicios de Oblak y Moyá. El joven esloveno llega como una de las grandes promesas de futuro del fútbol mundial, mientras que Moyá jugará la carta de la veterenaía y la experiencia. Ninguno comienza como titular indiscutible y tendrán que ganarse la confianza del entrenador.

Defensas

La del Atleti ha sido la mejor defensa de las dos últimas ligas y mantener este estatus se antoja vital para seguir en lo más alto . La pareja Godín-Miranda se ha consolidado como una de las mejores del mundo gracias a su compenetración, velocidad, anticipación y juego aéreo, lo que les convierte en un muro prácticamente infranqueable. En los laterales, Juanfran volverá a ocupar el lateral derecho, haciendo gala de un gran despliegue físico tanto en defensa como en ataque, mientras que desde la izquierda, Siqueira aportará compromiso defensivo y buen trato de balón en el juego ofensivo. Como recambios de gran nivel, aportando una gran competencia en cada puesto, esperarán su oportunidad Giménez, Ansaldi o Gámez.

Centrocampistas

Con Gabi como auténtico líder, canalizador del juego tanto ofensivo como defensivo y con la vitola de indiscutible, la duda es quién acompañará al capitán en el doble pivote: Tiago o Mario. Ambos se repartieron minutos el curso pasado y presumiblemente volverá a ser así. El Cholo decidirá por uno u otro en función de si busca mayor posesión del balón (Tiago) o si por el contrario apuesta por un hombre con mayor presencia física y defensiva (Mario). Además, Saúl se quedará en la plantilla tras haber rendido a un alto nivel durante su cesión al Rayo.

En los costados, Arda y Koke volverán a ser imprescindibles. Esta campaña su aportación al juego será aún más importante si cabe que la de años anteriores, ya que son los futbolistas más talentosos del plantel y sobre ellos recaerá la responsabilidad de llevar a cabo el juego asociativo que pretende introducir el técnico para determinados momentos. Además, su trabajo en labores defensivas será crucial para que el equipo conserve la solidez defensiva que le ha caracterizado en los últimos tiempos. La llegada de Alessio Cerci aportará frescura, pues es un futbolista que puede jugar en ambas bandas y con cierta facilidad para ver portería contraria.

Raúl García volverá a ser determinante desde su rol de jugador número doce. Capaz de jugar en cualquier posición de medio campo hacia adelante y aportando gol desde el banco, contará de nuevo con muchos minutos. El Cebolla Rodríguez por su parte será el revulsivo perfecto para los partidos atascados gracias a su potencia y desborde por banda.

Delanteros

De nuevo, la delantera es la demarcación que más cambios ha sufrido, pero una vez más, los sustitutos despiertan la misma o mayor ilusión entre los aficionados que los que se han marchado. Mandzukic será el encargado de llevar el peso goleador del equipo. Fuerte, gran rematador, y dominante en el juego aéreo, el croata es un delantero de la vieja escuela y se espera que sus registros goleadores superen las 25-30 dianas .

Griezmann desembarca en el Manzanares como el gran fichaje de la temporada. Velocidad, desborde, técnica y definición son las virtudes del joven francés, cuya polivalencia será de gran utilidad para Simeone, que podrá ubicarle como segunda punta o pegado a la línea de cal. La terna de atacantes la completará Raúl Jiménez. El mexicano llega al Atleti para completar el fondo de armario y aportar fuerza, potencia y juego aéreo a la parcela ofensiva.

Pese a la desilusión con la que comenzó el verano, la calidad de la plantilla es igual o incluso mayor que la que se proclamó campeona de liga. Si el Cholo consigue sacar de nuevo el 150% de sus jugadores, las metas del equipo deben ser volver a llegar con opciones hasta el final en todas las competiciones, partiendo del objetivo inicial de que terminar la Liga BBVA en tercera posición y alcanzar los cuartos de final en Champions sería todo un éxito.