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El equipo de Rudi García ha generado tanta expectativa que nadie se atreve a quitarle el cartel de favorito. Junto a la Juventus, el 4-3-3 romanista constituye la esperanza de un fútbol italiano que está en pleno lavado de imagen. Este año, además, Roma volverá a escuchar el himno de la Champions, que no suena desde la temporada 2009/10 en la capital. Para tal acontecimiento, la directiva ha trabajado para vestirse de gala. Además de invertir (Iturbe, Nainggolan, Astori, Manolas…), han evitado salidas importantes (Pjanic y Strootman) y la directiva ha conseguido mantener el bloque por lo menos un año más. Tener dos hombres por posición es un factor diferencial para encarar un año en el que hay que alternar en tres competiciones. Sin embargo, las quinielas del verano son todo menos significativas, por eso jugadores y entrenador han repetido semanalmente que los objetivos se cumplen en el campo.
Xabi Esnaola