Todo en esta vida tiene sus orígenes y el fútbol no puede ser menos. Cuando pensamos en los inicios del deporte rey a todos nos viene a la cabeza Inglaterra. Qué bonito país. Pero pese a ser los pioneros, pese a tener siempre grandes jugadores y grandes equipos, a los ingleses se les resisten los torneos a nivel de selecciones. Ni una Eurocopa en su palmarés y, eso sí, un Mundial. El de 1966. Ese en el que fueron anfitriones y ganaron la final en la prórroga con un gol fantasma de Geoff Hurst. Ese. Pero para una selección con la historia de Inglaterra, sabe demasiado a poco que solo tengan un trofeo en sus vitrinas. Y es por eso que hay tantas ganas y se respira tanta emoción por las calles inglesas cada vez que llega un Mundial. Y que menos.
La selección de los “Three Lions” llega a Brasil con un lavado de cara considerable, ya que Roy Hodgson ha optado por renovar la plantilla y ha dejado fuera a gente como Michael Carrick, Ashley Cole y John Terry, entre otros. Pero aun así, siguen teniendo a sus Three Lions. Esos tres jugadores que nos vienen a la mente ipso facto al pensar en esta selección. Si, son los que están pensando, los tres capitanes: Stephen Gerrard, Frank Lampard y Wayne Rooney. A cual más grande. Leyendas del fútbol inglés, británico, europeo y mundial. Pero junto a los tres guerreros estarán una serie de jugadores (unos más veteranos que otros) en los que la afición inglesa tiene depositada una gran confianza. Gente como Sturridge, Baines, Cahill o Hart. Este año sí. Como dice el slogan de Inglaterra para el Mundial: “The dream of one team, the heartbeat of millions” (El sueño de un equipo, el latido de millones).
Pero ¿cómo juega el conjunto de Hodgson? Desde que se hizo con las riendas del equipo en 2012 tras el adiós de Capello, el técnico inglés ha optado por probar una gran variedad de sistemas. El que más ha parecido gustarle ha sido el esquema de Rodgers en el Liverpool, un aparente 4-3-3 con muchísimas variantes y que dependiendo los trances del encuentro pasa a ser un 4-1-4-1, 4-2-3-1 o incluso 4-4-2. Y es por eso por lo que ha convocado a la columna vertebral de los Reds, a todos los seleccionables ingleses del once titular; y es que el Liverpool es el equipo con más representación para los Pross con hasta 5 jugadores. Un estilo de juego muy completo, capaz de ser contragolpeador cuando toca o conservar más la pelota si lo requiere el partido. Para ello necesita jugadores polivalentes en el centro del campo y de eso va sobrado “el equipo de la rosa”. No tendrán a Suárez (aunque se enfrentarán a él y a su Uruguay en la fase de grupos) pero si a Rooney, la estrella de esta selección. En la portería Hart es indiscutible y también parece bastante claro que la defensa será Johnson, Cahill, Jaglielka y Baines. Al dejar fuera a Carrick y Barry, Gerrard será indiscutible como pivote y podrían acompañarle Lampard, Wilshere o Henderson. Arriba, Rooney y Sturridge también parten como seguros y Lallana, Sterling, Welbeck y compañía lucharán por entrar en el once de Roy.
Es cierto que Inglaterra no llega como una de las grandes favoritas para el Mundial, pero no hay aficionado inglés que no sueñe con ver a Gerrard levantando la Copa del Mundo. Saben que es difícil pero no es imposible, que tienen un gran equipo completamente compuesto por cracks que juegan en la Premier, una de las mejores ligas del mundo. Pero en el fútbol no ganan los favoritos. Los favoritos no tienen por qué acabar siendo los mejores. Y más en un torneo de solo siete partidos (como máximo), donde tener un bloque serio y compacto es vital. El sorteo no fue del todo benevolente con los Pross, que se verán enfrentados ya en la primera frase a dos grandes selecciones como Italia y Uruguay. Claramente el grupo de la muerte, ese grupo que nunca puede faltar, la auténtica bomba de cada sorteo. Una de estas tres grandes selecciones va a quedar fuera en la fase de grupos y podría ser cualquiera (todo esto con el máximo respeto hacia el cuarto equipo integrante en este grupo, Costa Rica, que de clasificarse para octavos lograría una de las mayores proezas para su historia).
Para combatir a estas selecciones tan físicas y poderosas que le esperan a Inglaterra en el grupo D, Hogdson ha confiado en los nuevos talentos a la hora de realizar su convocatoria de 23. Jugadores como Sterling, Shaw, Henderson, Wilshere, Barkley, Jones, Chamberlain, Smalling, Welbeck…mucha juventud. Todos ellos nacidos en la década de los 90. Es obvio que la mayoría no formarán parte del once inicial ya que Roy optará más por los veteranos, pero alguno de ellos sí que va a disfrutar de titularidades durante el torneo y otros es muy probable que sean utilizados como revulsivos. Y es que se lo han ganado a pulso. Hodgson no confía en los jóvenes por qué sí. Estos chavales han demostrado tener nivel de sobras para ser el futuro de la selección y que menos que empezar ya a rodarse con los Three Lion.
Pero en esta lista no solo faltan los ya nombrados veteranos que se han quedado fuera por el “plan renove de Roy”. Además de los 7 jugadores que están como reservas por si se lesiona alguno de los 23 (Ruddy, Stones, Flanagan, Carrick, Cleverley, Defoe y Carroll ) hay dos grandes ausencias por lesión, dos jugadores que hubiesen ido al Mundial si no llega a ser por culpa de las dichosas lesiones. Theo Walcott y Jay Rodríguez. Sobretodo el Gunner, que estaba llamado a formar una delantera de ensueño junto a Rooney y Sturridge. Una auténtica pena. Aunque estas lesiones han abierto las puertas a gente joven como Sterling o Barkley, e incluso también al veterano Ricky Lambert, que debutó en Premier no hace ni dos años a la edad de 30 tras pasar por todas las divisiones inferiores inglesas. La alternativa a Walcott en el once inicial podría recaer sobre Adam Lallana, que llega de realizar una temporada estratosférica con el Soton. Lo que está claro es que los Pross llevan una selección muy competitiva a Brasil dispuesta a plantarle cara a cualquiera y demostrar por qué ellos inventaron el fútbol. Por qué ellos iniciaron la leyenda del deporte rey.
Grupo D
| Selección | PJ | G | P | E | GF | GC | +/- | PTS | ||
|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
| 1 |  | Costa Rica | 2 | 2 | 0 | 0 | 4 | 1 | 3 | 6 |
| 2 |  | Italia | 2 | 1 | 1 | 0 | 2 | 2 | 0 | 3 |
| 3 |  | Uruguay | 2 | 1 | 1 | 0 | 3 | 4 | -1 | 3 |
| 4 |  | Inglaterra | 2 | 0 | 2 | 0 | 2 | 4 | -2 | 0 |
Nacho Fariñas Ribes
1993. Estudiante de Periodismo en @FCBlanquerna. Columnista en @Futbolesinjusto y redactor en @ISMagazine_. También Premier en @EPL_es y @Tercerequipo. Radio cada sábado al mediodía con @minaminuto.
Cuando vimos salir en camilla al bueno de Theo Walcott el pasado enero a todos nos vino algo a la cabeza: el Mundial. Faltaban apenas 6 meses y una lesión grave podía dejar a la bala inglesa sin ir a la gran cita mundialista. Y, desgraciadamente, así fue. En aquel partido de FA Cup ante el eterno rival, el Tottenham, en un apasionante derbi del norte de Londres que se llevaron los Gunners, Walcott sufrió una rotura de ligamentos en la rodilla izquierda. Mínimo seis meses de baja, adiós Mundial. Sin duda un varapalo tremendo para la selección inglesa, pero aún más para él, que desde luego no ha tenido suerte con las lesiones.
En Inglaterra ya se frotaban las manos con una delantera formada por Walcott, Sturridge y Rooney. Sin duda iba a ser uno de los tridentes del torneo, al menos sobre el papel. El joven extremo es uno de los jugadores más rápidos del planeta y en los últimos años ha mejorado y mucho sus registros goleadores, siendo cada vez un delantero más completo. El pasado año fue el mejor de su carrera y este iba camino de seguir mejorando aún más. Pero las lesiones se han cebado y de que manera con Theo, que tendrá que ver el Mundial desde su casa. Ahora habrá que ver quien será su substituto. Lallana es uno de los que ha sonado con más fuerza, pero no el único: Sterling, Young, Chamberlain, Welbeck. Hodgson tendrá muchas variables para cubrir la baja de Walcott, aunque ninguno como él.
Pero esto no tiene por que hundir a Walcott, ya que a sus 25 años seguramente aún le quede como mínimo otro Mundial que jugar. En el próximo tendrá 29 años y será un futbolista mucho más maduro que seguro que podrá aportar grandes cosas a los Three Lion. Pero este no iba a ser su primer Mundial, con Theo hay una curiosidad importante. Fue seleccionado por Sven-Goran Eriksson para el Mundial de 2006 cuando apenas había jugado en primera división y tenía 17 años recién cumplidos. Una barbaridad aunque no llegó a debutar. En cambio no fue incluido en la lista de Capello para el Mundial del 2010, algo que el técnico italiano ha comentado más de una vez reconociendo su error. Así que entre una cosa y otra, Walcott podría estar yendo a su tercer Mundial con tansolo 25 años (récord total) y en cambio va a tener que esperar cuatro años más para poder jugar su primer partido en una fase final de la Copa del Mundo. Pero tranquilo Theo, el fútbol te espera, estarás en Rusia 2018.
Nacho Fariñas Ribes
1993. Estudiante de Periodismo en @FCBlanquerna. Columnista en @Futbolesinjusto y redactor en @ISMagazine_. También Premier en @EPL_es y @Tercerequipo. Radio cada sábado al mediodía con @minaminuto.
Si pensamos en la selección Inglesa seguramente lo primero que nos viene a la mente es ese delantero medio pelirrojo con cara de niño travieso. Pero no es un delantero cualquiera. Es un delantero total. Técnica, velocidad, potencia, habilidad, visión de juego, gol: lo tiene todo. Sí, obviamente, hablamos de Wayne Rooney.
Donde más a gusto se siente el bueno de Rooney es jugando de segundo punta, con libertad absoluta de movimientos para crear e inventar magia a través de sus botas. Pero aún así, su gran polivalencia y sus infinitas cualidades le permiten caer a banda, jugar en punta o incluso de mediocentro organizador.
‘Wazza’, que es ya el quinto máximo goleador de la historia de los Pross con 38 goles, será el encargado de liderar el ataque de una selección que lleva demasiados años sin ganar nada. De la vieja guardia inglesa de inicios del siglo XXI (Terry, Lampard, Gerrard, Ashley Cole, Beckham, Ferdinand, Owen, Neville, Scholes…) a penas quedan un par en activo en la selección y parece ser que una de las mejores generaciones de los Three Lions se va a quedar sin ganar nada y además, sin dejar un buen papel en ninguna competición. El cambio de ciclo ya empezó a hacerse en la Eurocopa de 2012 y ahora seguirá en el próximo Mundial. Pero un cambio de ciclo que liderará Rooney, el cual no tardará en hacerse con el brazalete de capitán, ya que es posible que este sea el último torneo de selecciones de Lampard y Gerrard. Wayne es un líder, un jugador estrella, un crack mundial. Y lleve el brazalete o no, liderará a Inglaterra en Brasil para tratar de hacer un buen papel de una vez por todas. Roy Hodgson confía ciegamente en él, al igual que toda Inglaterra.
Después de un año complicado en el United, con la transición después de la era Ferguson donde Moyes no ha sabido enderezar al equipo, Rooney llega al Mundial tras haber marcado 19 goles (17 en liga y 2 en Champions) y dar 14 asistencias (9 en liga y 5 en Champions). Unos números muy buenos teniendo en cuenta que ha estado lesionado varias veces esta campaña y que el equipo no ha jugado nada bien. Pero Rooney sigue siendo el mejor, sea un año bueno o no, el diablo rojo siempre está ahí. Sabe que es el Mundial de su carrera, que en el próximo ya tendrá casi 33 años y a saber cómo estará de forma. Es cierto que aún se piensa en Rooney como líder del futuro de esta selección, que aún le queda cuerda, pero este Mundial le llega en el punto clave de la carrera de un futbolista. Será su tercera participación en una Copa del Mundo tras 2006 (cayeron en cuartos) y 2010 (fuera en octavos). ¿A la tercera va la vencida? ¿Será este el año de Wayne y, por extensión, de los Three Lions?
Nacho Fariñas Ribes
1993. Estudiante de Periodismo en @FCBlanquerna. Columnista en @Futbolesinjusto y redactor en @ISMagazine_. También Premier en @EPL_es y @Tercerequipo. Radio cada sábado al mediodía con @minaminuto.
Corría un 30 de Julio de 1966 en Wembley, Londres. Los anfitriones, de la mano de Bobby Charlton, se plantaban en la final tras quedar primeros de grupo para después eliminar a Argentina en cuartos y a la todopoderosa Portugal de Eusebio en semifinales. Hasta 9 goles marcó en aquella edición el delantero portugués. Pero fueron insuficientes para hacer campeona a su selección, que tuvo que conformarse con un tercer puesto ganándole la final de consolación a la Unión Soviética liderada por Lev Yashin.
En el otro lado esperaba la Alemania Federal, que también quedó primera de grupo y posteriormente había eliminado a Uruguay en cuartos y a la ya nombrada Unión Soviética en semifinales. Por aquel entonces era el menudo delantero Uwe Seeler quien capitaneaba a la Die Nationalelf. Un equipo donde ya jugaba un joven Franz Beckenbauer, titular en el centro de la zaga con tan solo 21 años y que marcó 4 goles durante el campeonato.
La final se presentaba con un gran espectáculo futbolístico, dos grandes selecciones europeas se enfrentaban cara a cara en el mágico Wembley. Alemania había ganado su primer Mundial (y por aquel entonces único) 12 años atrás en Suiza y querían revalidarlo ante una Inglaterra que llegaba por primera vez a una final.
La final no defraudó lo más mínimo. Helmut Haller, máximo goleador de aquel Mundial para los suyos con 6 tantos, adelantó a los alemanes a los 12 minutos, pero en el 18 empató Geoff Hurst, el hombre de aquella final sin duda. En el 78, Martin Peters desataba la locura en Londres con un gol que daba el título a los anfitriones, pero Wolfgang Weber empató en el 89. El mazazo fue terrible, y Alemania llegaba mucho más motivada a la prórroga con el gol in extremis del defensa del Koln.
Ya en la prórroga llegó el lío. Justo pasaba el minuto 100 de partido. En ese momento nació lo que hoy en día conocemos como “gol fantasma”. Alan Ball, el 7 de los three lions, se sacó un centro desde la banda derecha que bajó de manera sensacional Hurst dentro del área, con el 10 a la espalda, y se revolvió para enchufar el derechazo de su vida. El balón se estrelló en el larguero y botó en la misma línea de gol. Roger Hunt, que andaba por ahí en busca del rechace, ni se molestó en ir a por el balón y asegurarse que entraba, lo celebró teniendo claro que había sido gol. Pero el árbitro no lo tenía nada claro y rápidamente se dirigió hacia el asistente. Un simple linier que iba a cambiar la historia de todo un país. 96.924 espectadores en Wembley con el corazón en un puño esperando el veredicto de aquel juez de línea, nunca mejor dicho. Y Tofik Bakhramov dijo sí. Aquel linier azerbaiyano se convirtió en un mito en la historia de la selección inglesa de fútbol al concederle el 3-2 a Hurst ante las quejas de los alemanes. Ya en el último minuto de la prórroga, el propio Geoff Hurst puso la guinda al pastel con el 4-2 definitivo para los ingleses convirtiéndose en el único jugador hasta el momento en haber marcado un hat trick en una final de la Copa Mundial de Fútbol.
En aquel campeonato, podemos decir sin duda que el fútbol fue injusto para Alemania Federal, que vio como un linier le “regalaba” el gol de la victoria a los ingleses concediendo como legal un balón que nunca entró.
https://www.youtube.com/watch?v=0Uhe_l1h3w8
Nacho Fariñas Ribes
1993. Estudiante de Periodismo en @FCBlanquerna. Columnista en @Futbolesinjusto y redactor en @ISMagazine_. También Premier en @EPL_es y @Tercerequipo. Radio cada sábado al mediodía con @minaminuto.