Actualmente, ¿quién puede imaginarse a Hungría optando a cualquier título a nivel internacional? La primera mitad de la década de los 50 fue memorable para este país, en lo referente al deporte Rey. Su situación social era complicada, recuperándose de los daños causados por la guerra. El fútbol y el deporte una vez más serviría de bálsamo para todos los nativos de este país, sumidos en la pobreza.
Es curioso resaltar que la gran mayoría de los componentes de esta selección eran amigos de la infancia. La estrella por excelencia, Ferenc Puskas, inició su carrera en el Kispest Honvéd, club en el que su padre colaboraba y dónde le introdujo. Puskas atravesó esta fase con su gran amigo József Bozsik, pieza clave también del combinado nacional. Antes de centrarnos en el Mundial al que se hace referencia, os situaremos respecto a esta selección.
Los conocidos como Magiares Mágicos o Equipo de Oro, comandados por Gusztav Sebes, consiguieron varios éxitos inigualables. El mayor de ellos y que tuve más eco y repercusión fue sin duda ganar a Gran Bretaña en el Estadio de Wembley. El grado de mérito es mayor cuando se conoce que hasta esa fecha ningún equipo no británico había conseguido vencer a Gran Bretaña en sus dominios. Este hecho tuvo lugar en noviembre de 1953, un año después de que Hungría cosechará los Juegos Olímpicos, en un estadio abarrotado, en torno al centenar de miles de aficionados. Cabe destacar que no solo ganó, sino que mostró un estilo de juego novedoso (sistema 1-4-2-4) adoptado posteriormente por la gran Brasil de Pelé. Este sistema, basado en la velocidad en el juego, iba encaminado a no recibir goles, a la par que materializarlos. Hasta la fecha nadie cuidaba el aspecto defensivo. El partido lo venció por 6-3 y grandes nombres de este deporte como Bobby Robson cayeron rendidos a ellos, desconocidos para el mundo. De esta forma se bajó de la nube a los inventores del fútbol que ni se molestaron en conocer a su rival, dada su supuesta superioridad. Esto les llevó a guiarse por los dorsales de los jugadores y confundir demarcaciones durante el encuentro.
Previamente al Mundial de 1954, que se disputaría en Suiza, este combinado encadenaría una racha de 32 victorias consecutivas en 6 años, hasta la final de dicho Mundial.
El fútbol demostró en la final del Mundial de 1954 que no está escrito, que aunque lleves la condición de favorito o invencible esto no siempre es así. Hungría se presentó en la final tras contar su partidos por victorias. 25 goles a favor y 7 en contra en 5 partidos. Tendría lugar entonces el conocido como Milagro de Berna. 4 de julio, Berna, Suiza, se enfrentan selección de Hungría, repleta de estrellas de este deporte y Alemania Federal, la cual había sido derrotada en la primera fase por los Magiares Mágicos por 8-3. He aquí lo bonito del fútbol, la final comenzó con lo que hacía presagiar un paseo militar para Hungría, minuto 8 victoria 2-0 para el equipo de oro, goles de Puskas y Czibor. El conjunto alemán empataría antes del descanso y Rahn en el minuto 84 pondría la guinda al pastel germano con su segundo gol y el de la victoria. 2-3 definitivo, Hungría perdió de forma inesperada e injusta, se quedó con el consuelo de ser los campeones morales como así afirmó su capitán Ferenc Puskas. Con la miel en los labios y el éxito merecido a un solo paso, el cual no se pudo dar. Esto no fue suficiente consuelo.
A pesar de este duro golpe, Hungría siguió haciendo las delicias de los espectadores. Encadenó 18 victorias consecutivas. En esta colección de nuevas victorias se produciría de nuevo una contra Inglaterra ( 7-1) esta vez en Budapest. Siguió dando la cara en los diferentes Mundiales aunque siendo eliminado de forma prematura, tuve que hacer frente a la par a una dura situación política. Su última vez en participar en un Campeonato del Mundo fue en México de 1986. No hay duda que Hungría volverá a tener una camada de jugadores como los de aquella generación. Desde luego esta selección permanecerá en el recuerdo de todo aficionado al fútbol, cualquiera que sea su edad.
https://www.youtube.com/watch?v=vJFQ5wB9jns
Carlos Romero
Graduado en Estadística. Estudiante UEFA - A Level, Nivel II de Entrenador de fútbol. Jugador y entrenador en el @aducarrascal. "Si una persona avanza con seguridad en la dirección de sus sueños para vivir la vida que ha imaginado, se encontrará con un éxito inesperado en horas comunes" - Henry David Thoreau