Aquella frase que dejó para la posteridad Gary Lineker hoy no es más que un recuerdo lejano para la nueva Alemania dirigida por Joachim Low, lejísimos de los arquetipos que encumbraron al fútbol germano durante los setenta, incluso irreconocible para algunos y, sin embargo, más temible que nunca en Brasil, donde «Die Mannschaft» confía levantar su cuarta Copa del Mundo para acabar de una vez con la sequía más prolongada de su historia desde la II Guerra Mundial, huérfana la vitrina de grandes títulos desde la Eurocopa de Inglaterra. Demasiado tiempo sin triunfos para un gigante como Alemania que ahora recibe los elogios de todos por su filosofía moderna, inimaginable en otra época, capaz de conjugar las virtudes de Bayern y Borussia, las tácticas de Guardiola, Klopp, e incluso algunos detalles de la España que articuló Luis Aragonés.
La cita de Brasil se perfila como una cita decisiva en el atrevido rumbo iniciado por Jurgen Klinsmann en el Mundial de 2006 bajo la atenta mirada de su entonces asistente, Joachim Low, hoy máximo exponente del renovado estilo de una selección que, a pesar de todos los cambios, jamás se ha retirado de la pelea por los títulos: Alemania ha alcanzado las semifinales en las dos últimas Eurocopas y los tres últimos Mundiales. Queda dar ese último paso trascendental y Brasil parece la última oportunidad para algunos históricos del combinado nacional, muy difícil imaginar a Lahm o Schweinsteiger a un nivel tan alto dentro de cuatro años. La exigencia por tanto es enorme -como siempre para un alemán- y en buena medida lógica por el tremendo fondo de armario del equipo más completo técnicamente de todo el campeonato, deslumbrante su fase de clasificación.
El gran interrogante que ronda la cabeza de Low es el aspecto físico, fundamental en Brasil por el clima, después de una temporada muy complicada. «Tres meses antes del Mundial hemos tenido a ocho o nueve jugadores fuera de ritmo por culpa de lesiones importantes. No estoy seguro de que todos puedan llegar a tope», advertía semanas atrás Jogi, señalado hace dos años por su nefasto planteamiento de la semifinal de la Eurocopa ante Italia. A pesar de ser -en términos generales- una figura respetada dentro y fuera de Alemania, su margen de error también es nulo, de ahí su preocupación por tener a todos en las mejores condiciones.
Las dudas de Low comienzan por Sami Khedira, eje del equipo, en blanco durante los últimos seis meses por una rotura de ligamentos. La evidente falta de ritmo del centrocampista, mediocre su actuación en la final de la Champions League, podría conducir al seleccionador a optar por Philipp Lahm en el centro del campo, un puesto ya natural para el capitán después del primer año de Guardiola al frente del Bayern. Pero Jogi cuenta con otras opciones, como colocar un doble pulmón en la medular con Toni Kroos y Bastian Schweinsteiger, indudable su sacrifico para dar estabilidad al equipo. En defensa tampoco está cerrada la pareja de centrales. Matts Hummels brilló en la pasada Eurocopa por su temple y su trato exquisito al balón, fundamental esa cualidad en un central en esta Alemania que bebe del balón casi tanto como España, pero su excesivo sosiego a menudo juega en su contra. Por eso Low seguramente se incline por la solvencia de Jérome Boateng, chico para todo, y la veteranía de Per Mertesacker. Neuer es indiscutible en la portería.
Lo que no ha cambiado es la habilidad de Alemania para machacar al rival, como quedó patente en su arrolladora fase de clasificación con 36 goles en 10 partidos, nueve victorias y solo una diminuta mancha por el espectacular 4-4 ante la Suecia del artista Ibrahimovic. En ataque las posibilidades de Low parecen infinitas, imponente el cartel de estrellas liderado por Mesut Ozil, de nuevo ante la oportunidad de brillar por fin en una cita de postín. No estará solo en Brasil. En principio estará acompañado por tres jóvenes brillantes que encarnan a la perfección el espíritu de la remozada Alemania, creativa, habilidosa, tan eficaz como siempre y sin complejos. Por un lado el versátil Thomas Muller, un futbolista de los pies a la cabeza, capaz de entrar por la banda -casi siempre la derecha- o actuar de falso nueve, especialmente inteligente para moverse entre líneas y leer los partidos. Pero, sobre todo, por el pincel del atrevido Mario Gotze, que no tienen problemas en declararse fan de Justin Bieber en un vestuario compartido con tipos como Schweinsteiger o Mertesacker. Eso sí, Alemania ha perdido por el camino a Marco Reus, del que se esperaba muchísimo en Brasil, por culpa de una lesión de tobillo en uno de los amistosos de preparación al Mundial.
En cualquier caso Low dispone de un arsenal suficiente para darle la vuelta a cualquier partido o administrar fuerzas en un campeonato tan exigente como el de Brasil, por eso se antoja decisiva la aportación desde el banquillo del talento -a veces intermitente- de Podolski, la pegada de Julian Draxler, la velocidad del sorprendente Andre Schurrle, el coraje de Kevin Grosskreutz o los goles del eterno Miroslav Klose, que a sus 36 primaveras amenaza el récord de 16 goles marcados en los Mundiales de Ronaldo, impresionado hace solo unas semanas al enterarse en un programa de la televisión brasileña que sigue en activo y al máximo nivel. Igual que Alemania, candidata a todo en Brasil si el físico acompaña y, sobre todo, si el equipo aprende a no partirse por la mitad ante rivales de primera línea como Portugal, contrincante en el debut. Alemania quiere graduarse en Brasil.
Grupo G
Selección | PJ | G | P | E | GF | GC | +/- | PTS | ||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
1 | Alemania | 2 | 1 | 0 | 1 | 6 | 2 | 4 | 4 | |
2 | Estados Unidos | 2 | 1 | 0 | 1 | 4 | 3 | 1 | 4 | |
3 | Ghana | 2 | 0 | 1 | 1 | 3 | 4 | -1 | 1 | |
4 | Portugal | 2 | 0 | 1 | 1 | 2 | 6 | -4 | 1 |
Victor Pérez
Licenciado en Periodismo y Comunicación Audiovisual. Fundador de FIFAChampions y administrador de El Fútbol es Injusto
Portugal tiene motivos para creer que este Mundial de Brasil puede traer noticias agradables de los suyos, sus grandes estrellas llegan en el mejor momento de sus carreras, el punto de ebullición perfecto para poder aspirar a todo lo que se imaginen. Motivos tienen para ello.
Los lusos llegan con una motivación alta, pese a no haber realizado una buena fase de clasificación y tener que llegar a la repesca, allí, frente a la Suecia de Zlatan Ibrahimović se vio la mejor versión de su principal estrella: Cristiano Ronaldo —actuación que probablemente le supuso los votos definitivos para obtener el Balón de Oro 2014— donde consiguió un hat-trick en un partido memorable para el fútbol portugués. Es inevitable que Brasil centre su atención en él, cada gesto y cada movimiento será televisado, es uno de los focos especiales de este torneo y por este motivo su país, y el resto del fútbol siempre le exigirán a Portugal un poquito más de lo que sea capaz de dar en esta cita, tener a uno de los mejores jugadores del mundo tiene esos ‘inconvenientes’.
Aparte de eso, la selección y el país viajan con una carga sentimental importante, este año nos ha dejado Eusebio, seguramente el mejor jugador del fútbol portugués y con el que la selección alcanzó su mejor registro en un Mundial con aquel tercer puesto en Inglaterra ‘ 66. La motivación por tanto será extra, el país consciente del grado de calidad de sus estrellas se verá doblemente motivado por la idea de hacer algo bonito en la cita mundialista como el mejor homenaje posible a la desaparecida estrella lusa.
Portugal posee un bloque sólido en el que Paulo Bento no ha dado sorpresas demasiado significativas. En la portería Rui Patricio (Sporting), se perfila como el guardameta titular, tras él, Beto (Sevilla) y finalmente Eduardo (Sporting Braga), que fue titular en el Mundial de Sudáfrica. En la defensa, como laterales derechos tenemos a Joao Pereira (Valencia), que será indiscutible, un lateral de largo recorrido y gran golpeo de balón. André Almeida (Benfica), reforzaría el puesto, aún joven pero con talento por delante y muy disciplinado tácticamente. Pepe (Real Madrid), se encuentra en un momento muy dulce de su carrera, incontestable su contundencia y titularidad en el once. Bruno Alves (Fenerbahçe), pese a ser un central venido a menos con el paso de los años aportará esa dosis de veteranía y fuerza aérea necesaria. Neto (Zenit), es una joya en bruto, un central con una calidad en los pies sublime que más pronto que tarde estará como un fijo. Fabio Coentrao (Real Madrid), uno de los mejores laterales zurdos del campeonato, se incorpora bien al ataque y tácticamente muy seguro.
En el centro del campo, Miguel Veloso (Dinamo Kiev) forma parte de los imprescindibles para el entrenador, sacrificio y oficio en el centro del campo. William Carvalho (Sporting), toda una revolución este año en su equipo, potencial asombroso pese a su juventud. Joao Moutinho (Monaco), es una pieza fundamental en el eje del equipo, distribuye todo el juego luso. Raul Meireles (Fenerbahçe), centrocampista todoterreno que también forma parte de la vieja guardia de Paulo Bento y rinde a un fantástico nivel, titularísimo. Ruben Amorim (Benfica), ha tenido un gran papel durante la segunda vuelta en su equipo que le ha llevado a ganar el título, tendrá minutos.
En la delantera, tendremos a Nani (Manchester United), no ha sido titular por culpa de las lesiones y temporada convulsa en su club, en su selección cambiará seguramente el chip. Cristiano Ronaldo (Real Madrid), el hombre por el que pasará todo el ataque y peligro de la selección, reciente Balón de Oro y uno de los mejores del torneo. Helder Postiga (Lazio), ha tenido problemas con las lesiones y llega algo mermado, aunque seguro que dará todo en el ataque luso. Hugo Almeida (Besiktas), fuerte y veterano delantero de la confianza del entrenador, siempre cumple con su selección. Silvestre Varela (Oporto), extremo que gusta del uno contra uno, rápido desborde, idóneo para segundas partes y abrir partidos cerrados. Eder (Sporting Braga), pese a su lesión ha ido convocado, muy del agrado del seleccionador que lo ve como una esperanza y gran alternativa al ataque. Rafa (Sporting Braga), una de las revelaciones de su equipo, se ha ganado la convocatoria por méritos propios, difícil que cuente con muchos minutos pero lo veremos habitualmente en próximas citas. Vieirinha (Wolfsburgo), será otro extremo diestro para intentar abrir el campo, muy polivalente ya que puede jugar incluso de delantero.
El esquema táctico de Paulo Bento se muestra firme y seguro, podemos apostar que de salida utilizará un 4-3-3. Un lateral diestro de llegada, un hombre en la sala de máquinas acompañado de un box-to-box como Meireles y otro de toque como Moutinho. Utilizará dos extremos donde irán intercambiando posiciones Ronaldo y posiblemente Nani, para jugar con un delantero centro, normalmente de corte y estilo clásico, de aquellos que tienen buen remate.
Pese a las ilusiones y el buen plantel, Portugal ha quedado encuadrada en el grupo G, junto a Alemania, Ghana y Estados Unidos. Un grupo con una potencia mundial, y otros dos equipos que no son cenicientas, ya conocemos el potencial africano que tantas alegrías y sorpresas ha dado últimamente, y una selección americana que cada vez demuestra que el soccer gusta más, y la calidad de sus jugadores es mayor con el paso de cada cita mundialista. No será por tanto un grupo cómodo ni mucho menos para una selección que aspira a llegar lo más lejos posible, impulsados por el ahínco de saber que están ante una maravillosa generación, que ha llegado la hora y el momento de demostrar su potencial y que tienen mimbres de sobra para ello.
Grupo G
Selección | PJ | G | P | E | GF | GC | +/- | PTS | ||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
1 | Alemania | 2 | 1 | 0 | 1 | 6 | 2 | 4 | 4 | |
2 | Estados Unidos | 2 | 1 | 0 | 1 | 4 | 3 | 1 | 4 | |
3 | Ghana | 2 | 0 | 1 | 1 | 3 | 4 | -1 | 1 | |
4 | Portugal | 2 | 0 | 1 | 1 | 2 | 6 | -4 | 1 |
Yasser Tirado
Escritor que pretende hacer del fútbol una literatura de mesilla de noche, un enfoque distinto entre la densa niebla. Podéis ver mis proyectos en www.memoriasdeunbar.com
«Veintitrés estadounidenses van a jugar el Mundial y ninguno de ellos es Landon Donovan». La frase resume a la perfección la sorpresa mayúscula ante la lista definitiva de Jurgen Klinsmann, que ha dejado fuera del equipo al mejor futbolista de la historia de Estados Unidos, una selección que parece desde hace meses sin rumbo y que en Brasil tendrá que afrontar un reto mayúsculo porque tienen uno de los calendarios más complicados posibles, de ahí que muchos pronostiquen su regreso a casa sin un solo punto en la fase de grupos.
El bautizado como «experimento Klinsmann» ha elevado la presión y, en cierto modo, la expectación sobre el rendimiento de la selección de las barras y estrellas en Brasil. La conmoción de la prensa por la ausencia de Donovan ha dado paso en las últimas semanas a un análisis más sosegado que viene a refrendar la decisión del seleccionador, que ha dado oportunidades de sobra a un jugador que ya había pasado de jugar como titular por decreto a suplente, en parte por su evidente falta de compromiso. Donovan se ha quedado fuera de la selección al perder la confianza de Klinsmann, panorama idéntico al de hace seis años cuando el alemán pensó en él para el Bayern de Múnich y reculó al ver de cerca el trabajo del que todavía es el máximo goleador de la historia de Estados Unidos.
Aunque su papel fuera menor que en campeonatos pasados, es evidente que Estados Unidos notará la ausencia de Donovan, sin duda el jugador con más talento del país. Pero eso no ha de ser necesariamente negativo para un equipo necesitado de un golpe de efecto para recuperar el norte, algo que sabe muy bien Klinsmann, elogiado por todos por su capacidad para motivar a sus futbolistas. Los argumentos para refrendar ese cambio sobre el césped parecen de todas formas bastante limitados, por mucho que el equipo derrotase a Alemania en un amistoso el verano pasado. Klinsmann todavía tiene mucho trabajo por delante para convertir a Estados Unidos en una selección regular, que no se diluya en cuarenta minutos como le pasó el pasado abril frente a México.
Sin Donovan en el campo todos los focos miran a Michael Bradley, un jugador notable curtido en Europa que se ha pasado por la Bundesliga, Premier League y Serie A antes de iniciar su aventura canadiense en el Toronto FC. Bradley representa la tenacidad y la naturaleza trabajadora de su país, incansable en el plano físico con su infinita entrega, fundamental en la presión, quizás menos hábil en el regate que Donovan pero con una enorme capacidad para conducir el ataque. Se mueve por todo el campo y, sin ser el jugador más veloz del planeta, es lo suficientemente inteligente para imprimir velocidad en los contragolpes. El problema para Estados Unidos es que si Bradley está tapado todo el esquema de juego se viene abajo, un motivo de preocupación enorme ante selecciones serias.
Las dudas continúan en la línea ofensiva, la más temible de todo el equipo, por la pérdida repentina del olfato goleador de Jozy Altidore, desaparecido en el Sunderland, aunque en cierta manera la balanza se equilibra por la buena forma de Clint Dempsey. El verdadero dolor de cabeza para Klinsmann es que no tiene defensa, mediocre como mucho la línea de cuatro, sin experiencia y muy lenta, que defiende la meta de un notable Tim Howard. Demasiados obstáculos para una selección que encima se jugará la vida desde el minuto uno contra Ghana: una derrota condenaría a los americanos porque luego esperan nada menos que Portugal y Alemania.
Los medios estadounidenses confían en la enorme convicción de sus deportistas en las grandes citas para dar la campanada, pero lo cierto es que no parece razonable. Caer a las primeras de cambio tampoco tiene que ser un drama para Estados Unidos, sobre todo porque Klinsmann trabaja a medio plazo para que la selección tenga un estilo identificable -como lo tienen Brasil, España, Alemania u Holanda- que a estas alturas todavía no ha calado. Estados Unidos es un enigma.
Grupo G
Selección | PJ | G | P | E | GF | GC | +/- | PTS | ||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
1 | Alemania | 2 | 1 | 0 | 1 | 6 | 2 | 4 | 4 | |
2 | Estados Unidos | 2 | 1 | 0 | 1 | 4 | 3 | 1 | 4 | |
3 | Ghana | 2 | 0 | 1 | 1 | 3 | 4 | -1 | 1 | |
4 | Portugal | 2 | 0 | 1 | 1 | 2 | 6 | -4 | 1 |
Victor Pérez
Licenciado en Periodismo y Comunicación Audiovisual. Fundador de FIFAChampions y administrador de El Fútbol es Injusto
Ghana se presenta a este mundial como una de las mejores representaciones africanas. Después de su destacado, pero agrio papel en el último Mundial de Sudáfrica, Ghana llega a Brasil dispuesta a luchar contra todos.
La tercera participación de los Ghaneses, viene precedida por una primera participación de este país en Mundial, fue en el de Alemania 2006 y no pudo pasar de octavos de final, siendo eliminada por Brasil con un contundente 3-0. Su segunda participación, fue más exitosa y pudo superar la competida fase de grupos que disputó y así alcanzar los octavos de final dónde eliminó a Estados Unidos por 2-1. No tuvo fortuna en los cuartos de final, ya que con el resultado de empate, Asamoah Gyan erró un penalti en el último minuto de la prórroga que llevaba el partido a la tanda desde el punto fatídico, siendo así eliminada por Uruguay.
Tiene Ghana en este mundial de Brasil, la oportunidad de resarcirse. Ghana, llega con un equipo muchas más sólido, más rocoso y más completo que en el anterior Mundial. El equipo viene comandado por Kwesi Appiah, que ha mezclado veteranía con jóvenes talentos que vienen apretando fuerte desde atrás como se ha podido comprobar en las participaciones mundialistas de la selección de Ghana sub-20 y sub-17 y en los resultados obtenidos.
El técnico es un minucioso estudioso de los métodos modernos de entrenamiento y durante un tiempo estuvo formándose con el visionado de los entrenamientos del Manchester City. Appiah, fue segundo entrenador de Ghana durante un tiempo, así como técnico de categorías inferiores. Importante reto para el Ghanés, el de mejorar la última participación con Goran Stevanovic que fue cesado tras la eliminación de las “ Black Stars “ en la Copa de África 2012 cuando perdieron frente a Zambia.
Appiah se ha decantado por formar un equipo bajo un sistema 4-3-3 o 4-2-3-1 con un rocoso medio campo formado por jugadores con experiencia en grandes equipos europeos cómo el caso de Muntari, Asamoah, Essien o Wakaso y buscando el talento y la velocidad en sus jugadores ofensivos cómo Kevin Prince Boateng, estrella de esta selección que vuelve a la misma o el delantero del Al Ain, Asamoah Gyan. También mencionar a la joven estrella emergente, Jordan Ayew el alto delantero del Sochaux que junto a su hermano Andre, son el futuro de esta selección.
Quizás su punto débil sea la parte defensiva, más basada en los aspectos físicos que en los tácticos. Una selección valiente, con ganas de dar espectáculo y valiente en ataque, esto puede perjudicar a su tarea defensiva y pasarle factura, ya que al dejar espacios atrás puede salirle muy caro el bajo nivel de sus defensas. Un equipo que no goza de gran calidad para la construcción de juego elaborado, más bien apostará por el juego directo, por hacer daño a la contra con la velocidad de sus hombres de arriba.
Ghana, dispone de buenos jugadores en la parte de arriba para complicarle el partido a cualquiera de las selecciones de su grupo, es un equipo joven y con jugadores de las ligas europeas acostumbrados a competir a buen nivel. Uno de los aspectos destacados, es el poderío físico de los “Black Stars“, que unido al calor de Brasil, puede ser un punto de ventaja frente a otras selecciones.
Si hablamos de los puntos débiles de los ghaneses, obviamente no podemos dejar de lado la falta de calidad para la elaboración de un juego asociativo que les permita superar al rival con facilidad, además de una débil defensa, que pese a ser físicamente fuerte muestra muchas carencias técnico-tácticas.
El grupo en el cual está encuadrado Ghana, no le ayuda en nada, al revés; se va a enfrentar a equipos de muy buen nivel como Alemania o Portugal, con buenos delanteros que pueden hacer daño en el punto más débil de Ghana, la línea defensiva. Además de un combativo conjunto estadounidense, buen equipo con dosis de talento que harán que la clasificación de Ghana para la siguiente fase sea bastante complicada.
Por lo tanto, nadie se puede confiar ante esta selección, capaz de plantarle a cara a cualquier rival, pero encuadrada en un grupo bastante duro, tiene opciones reducidas de clasificación.
Grupo G
Selección | PJ | G | P | E | GF | GC | +/- | PTS | ||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
1 | Alemania | 2 | 1 | 0 | 1 | 6 | 2 | 4 | 4 | |
2 | Estados Unidos | 2 | 1 | 0 | 1 | 4 | 3 | 1 | 4 | |
3 | Ghana | 2 | 0 | 1 | 1 | 3 | 4 | -1 | 1 | |
4 | Portugal | 2 | 0 | 1 | 1 | 2 | 6 | -4 | 1 |
Luis Rubiano
Técnico deportivo Nivel 2. Actualmente entrenador del Juvenil C Tavernes Blanques.