Ha llegado el momento. El sueño colombiano se acerca. La ilusión de todo un país que esperaba sentirse partícipes de algo importante desde hace tiempo, va en aumento. Lejano queda ya en el recuerdo aquel glorioso año 2001, en el que logró alzar la Copa América de la que eran anfitriones, venciendo todos los encuentros sin encajar ningún gol. Tres años antes, más lejos aún, fue la última Copa del Mundo en la que Colombia participó, el Mundial de Francia de 1998. Dieciséis largos años en los que un pueblo no se sentía representado en un campo de fútbol. Hoy, los cafeteros sonríen. Sería más que una sorpresa que su Selección levantara la famosa copa de Jules Rimet el próximo 13 de julio en el legendario Maracaná, pero el hecho de volver a la primera escena del fútbol mundial, es motivo de orgullo para el país.
Ha sido un largo trayecto, lleno de decepciones y sinsabores, que se ha visto finalizado en el momento en que selló su participación para el Mundial al que nadie quiere faltar. No pudo certificar su clasificación de mejor forma: remontando un 0-3 ante Chile, llevando el delirio y el éxtasis a todo el país. De esta forma completó una brillantísima fase de clasificación, quedando segundos solamente por detrás de Argentina. Su seleccionador, el precisamente argentino José Pékerman, logró el premio a mejor entrenador de América en el 2013. Un técnico que ya ha dirigido en un Mundial, concretamente en el 2006, donde llevó a su Argentina a los cuartos de final en tierras alemanas, donde cayeron por penaltis ante los anfitriones.
Colombia llega a Brasil lastrada por la ausencia de su máxima estrella, Radamel Falcao, que finalmente no se ha conseguido recuperar a tiempo de su lesión, aunque peleó por estar en el Mundial hasta el último minuto. Su hueco en el once, imposible de tapar, será ocupado por Jackson Martínez o Carlos Bacca
No cabe duda que para la fiebre amarilla, este Mundial está marcado en rojo en el calendario, y no solo porque sea su primer Mundial en 16 años. El fútbol colombiano está en auge, y disfruta de una generación de futbolistas que no se recordaba desde la época de los Adolfo Valencia, Freddy Rincón, René Higuita o el mítico Carlos Valderrama. En los últimos años, se han formado una serie de futbolistas que están llamados a hacer cosas importantes, y es motivo de esperanzas confiar en el talento futbolístico de Cuadrado, Guarín, James Rodríguez o el propio Falcao.
El combinado colombiano ha sido encuadrado en un grupo con Costa de Marfil, Grecia y Japón, lo que le otorga posibilidades de alcanzar los octavos de final y de esta forma igualar su mejor participación en los mundiales (Italia 1990). Todo lo que suceda más allá de esa ronda, será motivo de festejo para el país. El once que pondrá en liza Pékerman está muy condicionado por las lesiones. No solo hablamos por esa ausencia de Falcao, pues que uno de los pilares claves para Colombia, Zúñiga, se ha pasado siete meses lesionado, aunque regresó a los terrenos de juego para el final de temporada con el Nápoles.
El esquema que plantearía sobre el terreno de juego sería un 4-4-2: la portería la ocuparía Ospina, el guardameta del Niza es indiscutible. La defensa sería una línea de cuatro, con los veteranos Perea y Yepes como pareja de centrales; por el carril derecho estaría el ya mencionado Zúñiga, mientras que la banda contraría sería ocupada por Armero. El doble pivote lo ocuparían Carlos Sánchez y Abel Aguilar, un centro del campo de contención, en el que el interista Guarín o el talentoso Macnelly Torres también lucharán por hacerse un hueco. En los costados encontraríamos a Cuadrado y a James Rodríguez, con tendencia interior y mucha llegada (sobre todo por parte del jugador de la Fiorentina). Arriba, el delantero la principal opción parece Jackson Martínez, seguido por el sevillista Carlos Bacca. Como segundo punta, actuando más atrasado, el campeón con River Plate Teo Gutiérrez es el dueño de la posición.
La selección colombiana viaja a Brasil con las maletas llenas de ilusión. Con un grupo muy prometedor, desde el segundo plano que les evita la presión del favoritismo, y con un entrenador en el banquillo con fama contrastada, los cafeteros lo darán todo en el campo para lograr una actuación más que digna, y seguir alimentando los sueños de un país que llevaba mucho tiempo esperándolos. Colombia ha vuelto para quedarse, de su mano está el refrendar en el campo el buen trabajo que les ha llevado hasta aquí.
Grupo C
Selección | PJ | G | P | E | GF | GC | +/- | PTS | ||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
1 | Colombia | 2 | 2 | 0 | 0 | 5 | 1 | 4 | 6 | |
2 | Costa de Marfil | 2 | 1 | 1 | 0 | 3 | 3 | 0 | 3 | |
3 | Japón | 2 | 0 | 1 | 1 | 1 | 2 | -1 | 1 | |
4 | Grecia | 2 | 0 | 1 | 1 | 0 | 3 | -3 | 1 |
Domingo Pérez
Estudiante de turismo con vocación de periodista deportivo. Estopa como forma de vida. Gunner, canarión y coruñés de adopción. Redactor de @Futbolesinjusto 1993, Gáldar
Más preparados que nunca, con el balón como argumento de un estilo que bebe directamente del tiki-taka que ha encumbrado a la selección española durante los últimos años, los japoneses se plantan en Brasil dispuestos a subir un peldaño más que hace cuatro años en Sudáfrica, donde cayeron en la tanda de penaltis de octavos de final contra Uruguay. Un equipo temible a un partido que, sin embargo, genera dudas ante el formato del Mundial y, sobre todo, por la exigencia física de Brasil.
Siete años atrás parecía una quimera que España llegara algún día a influir en el estilo de juego de otras selecciones, en parte porque el propio juego de La Roja parecía indescifrable por sus continuos vaivenes. El tiki-taka diseñado por Luis Aragonés lo cambió todo. De repente, todos querían mirarse en el espejo de una selección que asombraba por resultados y juego. Hoy ese estilo se reconoce, por ejemplo, en la Alemania de Joachim Low y en la Japón dirigida por Alberto Zaccheroni. De hecho, no es ningún secreto que los responsables del fútbol nipón han visitado varias veces Las Rozas en estos últimos años para aprender sobre la selección que ha dominado con puño de hierro durnate los últimos tiempos.
Japón parece más preparada que nunca para el reto del Mundial. Primero por la emigración de sus jugadores -no solo de sus estrellas- hacia Europa, lo que ha enriquecido su fútbol y aumentado enormemente su confianza. Justo lo que le ha venido sucediendoa España en estos años. Las coincidencias no acaban ahí porque la selección nipona, con el italiano Alberto Zaccheroni a la cabeza, ha crecido alrededor de un discurso de fútbol de toque, presión al rival y movilidad entre líneas que se parece mucho a lo que defienden los campeones del mundo, aunque con matices. Japón apuesta decididamente más por los extremos y cuenta con más problemas de los deseados en defensa, que es precisamente uno de los puntos fuertes del combinado de Del Bosque.
El corazón del equipo es Keisuke Honda, el centrocampista del Milán que tiene una visión del fútbol brillante, juega de maravilla al primer toque y se entiende a la perfección con el segundo elemento más temible del combinado nipón, Shinji Kagawa, admirador confeso del juego de España y un puñal por la banda izquierda. Brasil será una doble oportunidad para él después de quedar fuera de la convocatoria hace cuatro años en Sudáfrica y por su discreto papel en el Manchester United esta temporada.
La selección japonesa, con el 4-2-3-1 por bandera, suele proponer partidos muy vistosos, con un ritmo constante que será un arma de doble filo en Brasil porque nadie se atreve a pronosticar si Japón será capaz de aguantar físicamente la paliza de jugarse la vida cada tres días en un clima tan exigente. Ahí entra el librillo del metódico Zaccheroni, cuyos exóticos ejercicios de entrenamiento han llamado la atención de la prensa inglesa. De todas formas, el técnico italiano deberá dosificar los esfuerzos porque carece de un fondo de armario de garantías y la igualdad del grupo plantea una batalla sin cuartel desde el minuto uno.
Además de la cuestión física, las dudas giran sobre una defensa discreta de la que se han caído algunos jugadores importantes por lesión. El equipo sufre demasiado sin balón y especialmente en las jugadas a balón parado por la talla de sus titulares. Japón echa en falta también un nueve puro que transforme la posesión en goles, algo que parece dispuesto a cambiar el joven Yuya Osako, delantero del Munich 1860, uno de los favoritos a elevar su caché en Brasil.
El camino a Brasil ha deparado sensaciones encontradas para los de Zaccheroni, que fueron los primeros en conseguir su billete al Mundial. El pasado invierno derrotaron a la prometedora Bélgica y rascaron un empate ante la potente Holanda, pero también cayeron ante Bielorrusia. Japón, en definitiva, tiene argumentos de sobra para superar a cualquier selección a un partido, pero Brasil exige mucho más que eso. Los samuráis son una incógnita.
Grupo C
Selección | PJ | G | P | E | GF | GC | +/- | PTS | ||
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1 | Colombia | 2 | 2 | 0 | 0 | 5 | 1 | 4 | 6 | |
2 | Costa de Marfil | 2 | 1 | 1 | 0 | 3 | 3 | 0 | 3 | |
3 | Japón | 2 | 0 | 1 | 1 | 1 | 2 | -1 | 1 | |
4 | Grecia | 2 | 0 | 1 | 1 | 0 | 3 | -3 | 1 |
Victor Pérez
Licenciado en Periodismo y Comunicación Audiovisual. Fundador de FIFAChampions y administrador de El Fútbol es Injusto
Por fin liberado del grupo de la muerte en Brasil, Costa de Marfil, quizás la selección más potente del fútbol africano en la actualidad, aterriza en el Mundial con más papeletas que nunca de alcanzar como mínimo los octavos de final, lo que sería el mejor resultado de su historia, impulsado el equipo por el carisma y la calidad de un puñado de estrellas como Didier Zokora, Yaya Touré o Didier Drogba, que compartirán por última vez vestuario en el país de la samba.
La generación dorada de Costa de Marfil juega a todo o nada en Brasil, necesitada la selección de una gran gesta después de los fracasos en los últimos dos Mundiales y, sobre todo, por su incapacidad para levantar la Copa de África, a pesar de haber llegado a la final en dos de las últimas cinco ediciones disputadas. Los octavos de final se adivinan como la frontera en Brasil, porque de superar la -en principio- cómoda fase de grupos, allí esperaría una potencia como Uruguay, Inglaterra o Italia.
Un reto mayúsculo para una selección plagada de jugadores brillantes, especialmente en ataque, que se conocen a las mil maravillas desde incluso antes de llegar al equipo nacional porque muchos comparten origen en la academia del ASEC Mimosas, el club más laureado de Costa de Marfil. Es el caso de Yaya Touré, uno de los mejores centrocampistas del planeta y el jugador sobre el que pivota todo el juego marfileño, hasta el punto de que el seleccionador, Sabri Lamouchi, plantea una guardia pretoriana en la medular para dar más libertad creativa al futbolista del Manchester City, inteligentísimo sin balón y sorprendentemente creativo a pesar de su físico con él.
Touré compartirá focos en Brasil con el eterno Didier Drogba, centenario ya con su selección, que a pesar de sus 36 años conserva todavía muchísimo fútbol y un innegable instinto asesino dentro del área. Pero Costa de Marfil es mucho más que Touré y Drogba, enormes las posibilidades del equipo en ataque con jugadores de primera línea como Salomon Kalou, Gervinho o el jovencísimo Wilfried Bony, primer candidato a liderar la nueva generación que se abre paso poco a poco en Costa de Marfil.
Los problemas para el equipo africano vienen por una defensa extremadamente frágil que no encuentra consuelo posible en la portería, defendida por un irregular Barry Copa que no es seguro de nada. La línea de cuatro se sostiene a duras penas por la solvencia de Kolo Toure o incluso de Zokora si no es reclamado en el doble pivote y del lateral derecho, Serge Aurier, un casi desconocido en Europa llamado a ser una de las revelaciones de este Mundial. En cambio, el flanco izquierdo es un agujero para el equipo, que sufre mucho atrás si no funcionan las coberturas de los pulmones del centro del campo.
Brasil será también el examen definitivo para el seleccionador marfileño, Sabri Lamouchi, designado por sorpresa y criticado por los medios locales después de caer contra Nigeria en la pasada Copa de África por su falta de creatividad en la pizarra. En sus manos tiene pasar a la historia como los Eriksson, Zahoui o Halihodzic que fueron incapaces de sacar provecho de un equipo notable o, por el contrario, guiar a Costa de Marfil por primera vez en su historia a los cruces de un Mundial.
Grupo C
Selección | PJ | G | P | E | GF | GC | +/- | PTS | ||
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1 | Colombia | 2 | 2 | 0 | 0 | 5 | 1 | 4 | 6 | |
2 | Costa de Marfil | 2 | 1 | 1 | 0 | 3 | 3 | 0 | 3 | |
3 | Japón | 2 | 0 | 1 | 1 | 1 | 2 | -1 | 1 | |
4 | Grecia | 2 | 0 | 1 | 1 | 0 | 3 | -3 | 1 |
Victor Pérez
Licenciado en Periodismo y Comunicación Audiovisual. Fundador de FIFAChampions y administrador de El Fútbol es Injusto
El viernes 4 de julio en Río de Janeiro y Fortaleza se disputaran los dos primeros cuartos de final de esta edición de la Copa del Mundo. Nadie espera que Grecia esté en ellos, pero poco importará en el país heleno donde en cada una de sus 9.000 islas, islotes y afloramientos rocosos se celebrará el décimo aniversario de la ascensión al Olimpo de Dioses Griegos de sus dos últimos ocupantes: Otto Rehhagel y Angelos Charisteas.
Los pocos más de 11 millones de griegos echarán la vista atrás y recordarán una de las mayores gestas del deporte en general y del fútbol en particular; el triunfo de su selección en la Eurocopa de Portugal. Recordarán como su equipo ganó el partido inaugural y el final al anfitrión, como eliminaron al vigente campeón, la Francia de Zidane, Thuram, Pirés, Henry y Trezeguet, como en semifinales se cargaron al equipo revelación, aquella República Checa que deslumbraba con Cech, Jankulovski, Nedved, Poborsky, Rosicky, Baros y el gigantón Koller. Recordarán, en definitiva, el triunfo de un EQUIPO con mayúsculas, de la fe, y de la ilusión que fue pasando rondas a lomos de Giorgios Karagounis y Kostas Katsouranis (únicos supervivientes de aquel mítico equipo y que en Brasil dirán adiós a la selección), la fortaleza defensiva de Traianos Dellas, Michalis Kapsis y Giourkas Seitaridis y sobretodo los goles de Charisteas, que maximizó hasta niveles insospechados. Con tres goles entre cuartos, semifinal y final, se llevó el título, pero eso sí, no recibió ninguno en dichas eliminatorias. Un equipo que recuerda muy mucho al Atlético de Madrid de Simeone.
Ya no está el padre de aquel equipo, Otto Rehaggel, pero el portugués Fernando Santos se mira en el espejo de aquella selección para seguir siendo competitivos, y lo consigue. Grecia, desde entonces, sólo ha faltado al Mundial de 2006 en Alemania y en Brasil no faltará a su cita con las fases finales, estamos sin ninguna duda ante la época dorada del fútbol heleno. Y ésta vez llega con más argumentos que nunca, con una selección con el mismo espíritu competitivo que aquella pero con más calidad. El técnico portugués ha entrenado al AEK de Atenas en dos etapas, Panathinaikos y PAOK (por lo que conoce perfectamente los entresijos del fútbol griego) antes de tomar las riendas de la selección en 2010 y firmando dos años después, en la Eurocopa de Polonia y Ucrania, la segunda mejor participación del equipo en una Eurocopa al quedar séptimos.
El fútbol griego se está caracterizando en los últimos tiempos por el éxodo de sus jugadores y esto ha tenido dos consecuencias, por un lado que más de la mitad de la selección juegue fuera del país con el alto grado de competitividad y experiencia internacional que ello conlleva, pero por otro lado ha supuesto un bajón en la calidad de la liga local que domina de forma aplastante el Olympiacos. La grave crisis económica que azota al país de los Dioses ha repercutido directamente en los clubes de fútbol y ha provocado que históricos como Panathinaikos, Aris o PAOK de Salónica pasen por graves dificultades financieras y su competitividad se haya visto rebajada hasta el punto incluso del descenso (caso del Aris). Sin embargo este hecho debería suponer un espaldarazo para las jóvenes promesas helenas que tienen muchas más oportunidades de debutar en la Superliga griega, pero no se está viendo refrendado en la categorías inferiores que apenas cosechas éxitos. Prueba de ello es que Karagounis y Katsouranis, 10 años después, siguen siendo piezas importantes en el esquema de Fernando Santos y que la selección, con 27,8 años de edad media, sea una de las más veteranas del campeonato.
A pesar de estos problemas, Grecia cuenta con una columna vertebral de jugadores de calidad formada por Torosidis (AS Roma) y Sokratis Papasthatopoulos (Borussia Dortund) en defensa, Giannis Maniatis (Olympiacos) en el centro del campo y Kostas Mitroglou (Fulham) en la delantera, acompañados de un puñado de buenos jugadores como Tziolis (Kayserispor), Manolas (Olympiacos), Kone (Bologna), Tachtsidis (Torino), Fetfatzidis (Genoa) o Samaras (Celtic), sin embargo el técnico deberá afrontar dos situaciones delicadas en dos puestos de confianza, la portería y el delantero centro.
Durante toda la fase de clasificación, Orestis Karnezis ha ocupado la portería recayendo sobre él toda la confianza de su técnico que ahora deberá replantearse dicha situación ya que el portero ha estado toda la temporada a la sombra de Roberto en Granada. Glykos y el joven Kapino que sí han sido titulares en PAOK y Panathinaikos respectivamente ganan enteros para defender la portería griega. La segunda cuestión que deberá tratar Fernando Santos es el estado de su gran estrella, Mitroglou, que deslumbró a Europa con el Olympiacos en la primera parte de la temporada pero al que su traspaso en el mercado invernal al Fulham no le ha sentado nada bien. En la Premier sólo ha disputado 3 partidos desde diciembre y no ha anotado ningún gol, no evitando el descenso de su equipo y habiendo estado lesionado durante 4 meses. Del estado físico de Mitroglou dependen las esperanzas de su selección de avanzar en un grupo complicado.
Para Grecia avanzar de la fase de grupos ya sería un éxito y cada ronda que pase, histórico. Como aquel equipo, como el Cholo, partido a partido, ronda a ronda hasta donde les lleguen su calidad y sus fuerzas y aunque nadie lo espera quién sabe si los Dioses vuelven a conjurarse para el más difícil todavía.
Grupo C
Selección | PJ | G | P | E | GF | GC | +/- | PTS | ||
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1 | Colombia | 2 | 2 | 0 | 0 | 5 | 1 | 4 | 6 | |
2 | Costa de Marfil | 2 | 1 | 1 | 0 | 3 | 3 | 0 | 3 | |
3 | Japón | 2 | 0 | 1 | 1 | 1 | 2 | -1 | 1 | |
4 | Grecia | 2 | 0 | 1 | 1 | 0 | 3 | -3 | 1 |
Juanvi Safont
Apasionado del fútbol. Socio del Villarreal C.F. Seguidor del Real Madrid y del Liverpool. Humilde colaborador de El Fútbol es Injusto.