El viernes 4 de julio en Río de Janeiro y Fortaleza se disputaran los dos primeros cuartos de final de esta edición de la Copa del Mundo. Nadie espera que Grecia esté en ellos, pero poco importará en el país heleno donde en cada una de sus 9.000 islas, islotes y afloramientos rocosos se celebrará el décimo aniversario de la ascensión al Olimpo de Dioses Griegos de sus dos últimos ocupantes: Otto Rehhagel y Angelos Charisteas.
Los pocos más de 11 millones de griegos echarán la vista atrás y recordarán una de las mayores gestas del deporte en general y del fútbol en particular; el triunfo de su selección en la Eurocopa de Portugal. Recordarán como su equipo ganó el partido inaugural y el final al anfitrión, como eliminaron al vigente campeón, la Francia de Zidane, Thuram, Pirés, Henry y Trezeguet, como en semifinales se cargaron al equipo revelación, aquella República Checa que deslumbraba con Cech, Jankulovski, Nedved, Poborsky, Rosicky, Baros y el gigantón Koller. Recordarán, en definitiva, el triunfo de un EQUIPO con mayúsculas, de la fe, y de la ilusión que fue pasando rondas a lomos de Giorgios Karagounis y Kostas Katsouranis (únicos supervivientes de aquel mítico equipo y que en Brasil dirán adiós a la selección), la fortaleza defensiva de Traianos Dellas, Michalis Kapsis y Giourkas Seitaridis y sobretodo los goles de Charisteas, que maximizó hasta niveles insospechados. Con tres goles entre cuartos, semifinal y final, se llevó el título, pero eso sí, no recibió ninguno en dichas eliminatorias. Un equipo que recuerda muy mucho al Atlético de Madrid de Simeone.
Ya no está el padre de aquel equipo, Otto Rehaggel, pero el portugués Fernando Santos se mira en el espejo de aquella selección para seguir siendo competitivos, y lo consigue. Grecia, desde entonces, sólo ha faltado al Mundial de 2006 en Alemania y en Brasil no faltará a su cita con las fases finales, estamos sin ninguna duda ante la época dorada del fútbol heleno. Y ésta vez llega con más argumentos que nunca, con una selección con el mismo espíritu competitivo que aquella pero con más calidad. El técnico portugués ha entrenado al AEK de Atenas en dos etapas, Panathinaikos y PAOK (por lo que conoce perfectamente los entresijos del fútbol griego) antes de tomar las riendas de la selección en 2010 y firmando dos años después, en la Eurocopa de Polonia y Ucrania, la segunda mejor participación del equipo en una Eurocopa al quedar séptimos.
El fútbol griego se está caracterizando en los últimos tiempos por el éxodo de sus jugadores y esto ha tenido dos consecuencias, por un lado que más de la mitad de la selección juegue fuera del país con el alto grado de competitividad y experiencia internacional que ello conlleva, pero por otro lado ha supuesto un bajón en la calidad de la liga local que domina de forma aplastante el Olympiacos. La grave crisis económica que azota al país de los Dioses ha repercutido directamente en los clubes de fútbol y ha provocado que históricos como Panathinaikos, Aris o PAOK de Salónica pasen por graves dificultades financieras y su competitividad se haya visto rebajada hasta el punto incluso del descenso (caso del Aris). Sin embargo este hecho debería suponer un espaldarazo para las jóvenes promesas helenas que tienen muchas más oportunidades de debutar en la Superliga griega, pero no se está viendo refrendado en la categorías inferiores que apenas cosechas éxitos. Prueba de ello es que Karagounis y Katsouranis, 10 años después, siguen siendo piezas importantes en el esquema de Fernando Santos y que la selección, con 27,8 años de edad media, sea una de las más veteranas del campeonato.
A pesar de estos problemas, Grecia cuenta con una columna vertebral de jugadores de calidad formada por Torosidis (AS Roma) y Sokratis Papasthatopoulos (Borussia Dortund) en defensa, Giannis Maniatis (Olympiacos) en el centro del campo y Kostas Mitroglou (Fulham) en la delantera, acompañados de un puñado de buenos jugadores como Tziolis (Kayserispor), Manolas (Olympiacos), Kone (Bologna), Tachtsidis (Torino), Fetfatzidis (Genoa) o Samaras (Celtic), sin embargo el técnico deberá afrontar dos situaciones delicadas en dos puestos de confianza, la portería y el delantero centro.
Durante toda la fase de clasificación, Orestis Karnezis ha ocupado la portería recayendo sobre él toda la confianza de su técnico que ahora deberá replantearse dicha situación ya que el portero ha estado toda la temporada a la sombra de Roberto en Granada. Glykos y el joven Kapino que sí han sido titulares en PAOK y Panathinaikos respectivamente ganan enteros para defender la portería griega. La segunda cuestión que deberá tratar Fernando Santos es el estado de su gran estrella, Mitroglou, que deslumbró a Europa con el Olympiacos en la primera parte de la temporada pero al que su traspaso en el mercado invernal al Fulham no le ha sentado nada bien. En la Premier sólo ha disputado 3 partidos desde diciembre y no ha anotado ningún gol, no evitando el descenso de su equipo y habiendo estado lesionado durante 4 meses. Del estado físico de Mitroglou dependen las esperanzas de su selección de avanzar en un grupo complicado.
Para Grecia avanzar de la fase de grupos ya sería un éxito y cada ronda que pase, histórico. Como aquel equipo, como el Cholo, partido a partido, ronda a ronda hasta donde les lleguen su calidad y sus fuerzas y aunque nadie lo espera quién sabe si los Dioses vuelven a conjurarse para el más difícil todavía.
Grupo C
Selección | PJ | G | P | E | GF | GC | +/- | PTS | ||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
1 | Colombia | 2 | 2 | 0 | 0 | 5 | 1 | 4 | 6 | |
2 | Costa de Marfil | 2 | 1 | 1 | 0 | 3 | 3 | 0 | 3 | |
3 | Japón | 2 | 0 | 1 | 1 | 1 | 2 | -1 | 1 | |
4 | Grecia | 2 | 0 | 1 | 1 | 0 | 3 | -3 | 1 |