Australia acude a su cuarto Mundial, el tercero de forma consecutiva, con un fin principal: hacer que su plantel, compuesto en su mayoría por jóvenes talentos emergentes, se curtan y adquieran experiencia para la Copa de Asia que organizarán en 2015. Después de muchos años disputando la clasificación para el Mundial en la zona de Oceanía, lo que la obligaba a jugar una repesca contra el quinto clasificado de la zona sudamericana, con pocas posibilidades de salir victoriosa, Australia solicitó a la FIFA su inclusión en la zona de Asia. Con un argumento razonable desde el punto de vista futbolístico (“competir en Asia con rivales de mayor nivel, mejorará las prestaciones de los jugadores”) pero un tanto extraño desde el punto de vista geográfica, Australia lleva ya varios años encuadrado en el grupo asiático y, de hecho, será el anfitrión de la Copa de Asia el próximo año.
Haciendo un poco de historia, debemos destacar que el entrenador que consiguió la clasificación para el Mundial, el alemán Osieck, fue cesado tras encajar dos sonoras goleadas (ambas por 6 a 0) ante Francia y Brasil en partidos de carácter amistoso. Osieck fue reemplazado por el actual seleccionador, Ange Postecoglu, que pasa por ser el primer seleccionador de los soceroos nacido en Australia desde Milos Rasic en 1974.
Postecoglu, ante la ausencia de emblemas australianos de otro tiempo como Harry Kewell (recientemente retirado) o Mark Schwarzer (a pesar de todo, a sus 42 años acaba de disputar la semifinal de Champions con el Chelsea) ha apostado por un grupo muy joven de jugadores dejando (casi) toda la experiencia en lides internacionales en el veterano Tim Cahill, uno de los mejores rematadores de cabeza del planeta y que, tras muchos años en el Everton, disfruta el ocaso de su carrera en la MLS estadounidense.
Otra ausencia a destacar, en este caso, por una desgraciada lesión, es la de Robbie Kruse, considerado como el líder y más destacado miembro de esta emergente generación y que ya dio el salto a Europa hace tres temporadas (Fortuna Dusseldorf, dos años, y Bayer Leverkusen han sido sus destinos.
La Federación Australiana de fútbol parece en completa sintonía con la idea de Postecoglu de apostar por los jóvenes y le ha firmado un contrato de 5 años de duración a fin de que, sin la presión (en teoría) de los resultados, pueda trabajar con tranquilidad y hacer que este nuevo grupo vaya cogiendo experiencia. Y el Mundial de Brasil 2014 es una oportunidad excelente para ello.
En el grupo en que quedó encuadrada Australia, pocas opciones parece tener con los dos finalistas del último Mundial, España y Holanda, y la excelente selección chilena como rivales. La otra cara de esta misma moneda es que para los jóvenes australianos será una gran experiencia, tanto personal como futbolística enfrentarse a estas tres selecciones. Y para Postecoglu, un hito en su carrera como entrenador medirse a colegas del prestigio de Vicente del Bosque, Jorge Sampaoli o Louis Van Gaal.
¿Y para el espectador? En principio no parece que Australia vaya a apostar por un sistema defensivo a ultranza en el que, por un lado, se perjudica el espectáculo y, por otro, rara vez obtiene el resultado apetecido. De hecho, con Postecoglu la selección australiana ha demostrado tratar de practicar un juego alegre y abierto que trate de explotar sus virtudes; las cuales, si nos referimos al aspecto ofensivo, pasan, en gran medida, por Tim Cahill, con su poderoso remate de cabeza y su llegada desde segunda línea.
Seguro que Australia es la cenicienta del grupo B. Pero también es seguro que disfrutaremos con sus partidos.
Grupo B
Selección | PJ | G | P | E | GF | GC | +/- | PTS | ||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
1 | Holanda | 3 | 3 | 0 | 0 | 10 | 3 | 7 | 9 | |
2 | Chile | 3 | 2 | 1 | 0 | 5 | 3 | 2 | 6 | |
3 | Australia | 3 | 1 | 2 | 0 | 6 | 6 | 0 | 3 | |
4 | España | 3 | 0 | 3 | 0 | 1 | 10 | -9 | 0 |