La zurda de seda de los tulipanes. El uno contra uno hecho futbolista. Un puñal por los costados. La peor pesadilla de cualquier defensa. Ese es Arjen Robben, seguramente el atacante holandés que más preocupará a sus rivales durante la Copa del Mundo de Brasil.
No cabe duda de que Robben es uno de los 5 futbolistas más desequilibrantes del mundo en la actualidad. Futbolista cuya mejor arma consiste en conducir a toda velocidad con la pelota pegada a su zurda y encarar a su par para buscar el disparo, también posee un defecto importante. Su pierna derecha no es de élite, algo de lo que Arjen es plenamente consciente, por lo que cuando recorta busca siempre la salida hacia su izquierda. Sus marcadores lo saben perfectamente pero incluso así resulta complicado frenarle.
En sus inicios Robben se desenvolvía por banda izquierda pero ya son unos cuantos los años en los que la costumbre de verlo jugar en el flanco contrario han llevado a un segundo plano sus características de asistente de lujo, las cuales mantiene intactas. Hoy Arjen se centra mucho más en buscar el gol que el pase y ahí se puede localizar su otro gran defecto: el exceso de individualismo. Acostumbrado a capitalizar las embestidas de su equipo, llámese Holanda o Bayern de Munich, a veces el juego se vuelca en exceso sobre él y al contrario le basta con duplicar –incluso triplicar– la marca sobre su carril para bloquear la ofensiva rival al completo.
Tras la llegada de Guardiola al Bayern se han producido muchos cambios en el equipo pero no en el extremo holandés. Robben continúa mostrándose como una de las grandes armas del equipo, probablemente la más peligrosa. Las lesiones le vienen respetando últimamente y sus cifras en esta temporada apuntan a registros muy similares a las anteriores, superando los 40 partidos, los 15 goles y las 10 asistencias entre todas las competiciones.
En Alemania 2006, jugando todavía por banda izquierda, marcó el gol de la victoria frente a Serbia y Montenegro, colaborando también activamente en el triunfo sobre Costa de Marfil. Después, aquella gris Holanda caería en octavos ante Portugal.
En Sudáfrica 2010 Arjen llegaba justo tras una lesión de última hora y no pudo participar en los partidos de la primera fase ante Dinamarca y Japón. Pero los 20 minutos que disputó contra Camerún le permitieron adquirir confianza para los cruces, en los que anotó un gol contra Eslovaquia y otro en semifinales contra Uruguay. Lamentablemente para él – que no para España– siempre se recordarán su mano a mano con Casillas en Johannesburgo. En Brasil, cosas del azar, se volverán a encontrar el primer día.