Brasil no verá las cabalgadas de Gareth Bale, ni su potencia, ni su espectacular golpeo ni su exuberancia física. El ciclón galés tampoco verá cumplido en el país del Ordem e Progreso su sueño de debutar en la fase final de un Mundial. Gales, el país que le vio nacer hace 25 años, no se ha clasificado para esta edición (de hecho, sólo ha jugado el Mundial de Suecia’58) al quedar penúltima del grupo A por detrás de Bélgica, Croacia, Serbia y Escocia y sólo por delante de Macedonia.
Bale no podrá redondear en Brasil su buena temporada en el Madrid donde empezó a dejar destellos de lo que puede dar, su inolvidable gol en la final de la Copa de Rey ante el Barcelona ya está en la Historia de esta competición, amén de otras maravillas que ha dejado en Anoeta, ante el Elche o el Sevilla. Ha quedado acreditada su capacidad goleadora (segundo máximo goleador del equipo tras Cristiano) y también se ha destapado como un gran asistente siendo el mejor de su equipo en ese aspecto aunque se ha evidenciado que no es un jugador que participe mucho en el juego, quizá su gran defecto junto con su pierna derecha, y le cuesta mirar hacia atrás.
Tampoco le ha favorecido a Bale su posición en la banda derecha donde parece un poco enjaulado, el único día que lo pusieron en la izquierda destrozó al Barcelona en Mestalla. También se ha coronado en Europa con su gran partido en Múnich donde, si bien no marcó, sí dejó una imponente estampida en el 0-3 que le sirvió en bandeja en Ronaldo y, ese día sí, ayudó mucho en labores defensivas y sobre todo en la final ayudando de manera muy decisiva (anotó el 2-1 tras jugadón de Di María) a su equipos a conseguir la ansiada Décima. Con el descanso veraniego, su adaptación a España ya completada, sin el peso de los 100 millones (prácticamente amortizados por sus goles en las finales) y una pretemporada en condiciones, la próxima temporada debe ser la de la eclosión definitiva del extremo madridista.
La edad de Bale hace que esta no sea su última oportunidad de aparecer en un Mundial y la fase de clasificación para el próximo que se disputará en Rusia en 2018 le llega en su madurez. Ahí debe liderar a Gales en su cruzada por volver a la élite ayudado por jugadores de la talla de Aaron Ramsey o Joe Allen. En Rusia, con 29 años y con 5 años de experiencia en la élite madridista, llegaría en el mejor momento de su carrera pero la escasa cultura futbolísitica de su país, donde predomina el rugby, no le favorece en la conquista de su sueño